Un esc¨¢ndalo sexual liquida a una de las j¨®venes estrellas dem¨®cratas del Congreso

Katie Hill era hasta esta semana una estrella fulgurante del Partido Dem¨®crata, una de las j¨®venes congresistas que llegaron al Capitolio en las elecciones legislativas de noviembre de 2018 tras arrebatar un esca?o clave de California a un republicano que llevaba dos mandatos. Toda una gesta para una novata, mayor incluso que la protagonizada por Alexandria Ocasio-Cortez en Nueva York, pues esta supuso un cambio de color pol¨ªtico. Ahora, la carrera de Hill, de 32 a?os, ha descarrilado por un esc¨¢ndalo en el que que se mezclan un nuevo umbral de tolerancia cero y la sospecha de una s¨®rdida ¡°pornovenganza¡±. La joven pol¨ªtica ha decidido dimitir por la acusaci¨®n de haberse acostado con un miembro de su equipo en el Congreso y haber tambi¨¦n mantenido relaciones con una ayudante de su campa?a. Estas ¨²ltimas trascendieron por la difusi¨®n de fotograf¨ªas y mensajes ¨ªntimos, algo que ella atribuye a su marido, del que se est¨¢ divorciando.

El caso ha sacudido Washington por la cantidad de aristas que presenta. El Comit¨¦ de ?tica de la C¨¢mara de Representantes abri¨® una investigaci¨®n el mi¨¦rcoles pasado al trascender las acusaciones de relaciones sexuales inapropiadas con un subordinado, su director legislativo, Graham Kelly. Desde febrero de 2018, las normas del Capitolio proh¨ªben las relaciones ¨ªntimas entre los legisladores y sus asistentes o empleados.El Congreso se ha encontrado con que una mujer, millennial y dem¨®crata es la primera persona ca¨ªda por esta normativa, que se aprob¨® en un clima de mayor concienciaci¨®n sobre el abuso de poder y el acoso, en la estela del movimiento Me Too.

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Pero el origen del asunto, la publicaci¨®n de im¨¢genes ¨ªntimas de la congresista y escarnio posterior sufrido por la pol¨ªtica, tambi¨¦n ha generado un debate sobre si se aplica el mismo rasero en este u otros casos con hombres como acusados, como ha criticado la senadora y precandidata dem¨®crata Kamala Harris, entre otros. Hill ha negado tajantemente contactos sexuales con Graham Kelly, aunque s¨ª ha admitido el affair con la ayudante de su campa?a, que no queda afectada por la normativa del Capitolio porque a¨²n no era legisladora, pero es cuestionable por la relaci¨®n de subordinaci¨®n. ¡°Fue inapropiado, pero dej¨¦ que ocurriera¡±, afirm¨®.

El incendio comenz¨® la semana pasada, cuando una web conservadora llamada RedState public¨® que Hill manten¨ªa relaciones con el citado director legislativo y, por otra parte, tambi¨¦n una relaci¨®n a tres con su marido y la citada ayudante de campa?a. De este ¨²ltimo asunto, tanto este portal como el tabloide brit¨¢nico Daily Mail publicaron fotograf¨ªas ¡ªen las que la congresista aparece desnuda¡ª y mensajes de texto con la empleada y entre el marido y la empleada. La congresista ha acusado a su esposo de haber puesto en marcha una ¡°sucia campa?a de ciberexplotaci¨®n¡± y ha anunciado que llevar¨¢ a los tribunales esa violaci¨®n de su intimidad.

Aun as¨ª, la presidenta de la C¨¢mara, Nancy Pelosi, ha aceptado la renuncia sin miramientos. La jefa de los dem¨®cratas en Washington destac¨® en un comunicado este domingo que Hill hab¨ªa hecho ¡°una gran contribuci¨®n como l¨ªder del grupo de los novatos¡±, pero que ¡°ha reconocido errores de juicio que hac¨ªan insostenible¡± su permanencia como congresista. ¡°Debemos asegurar un clima de dignidad e integridad en la C¨¢mara y en todos los lugares de trabajo¡±, recalc¨®.

Hay quien ha salido en su defensa, como la precandidata dem¨®crata Kamala Harris, quien recalc¨® que Hill "es v¨ªctima de ciberexplotaci¨®n" y que la sexualidad de hombres y mujeres "no se juzga con los mismo par¨¢metros". Tambi¨¦n lo ha hecho el representante republicano de Florida Matt Gaetz, aunque parezca sorprendente por la rivalidad pol¨ªtica. En su cuenta de Twitter, Gaetz se?al¨® que ¡°el ¨²nico al que molesta Katie Hill es al que pronto ser¨¢ su ex¡± y que si el Comit¨¦ de ?tica la investiga, no era por haber hecho da?o a nadie, sino por ¡°ser diferente¡±. Hill es una de las primeras congresistas abiertamente bisexuales en Washington. Jill Filipovic, una abogada y autora, public¨® un art¨ªculo en el que advierte de que este caso est¨¢ pasando por alto lo que, a su juicio, resulta clave, el efecto da?ino de la ¡°pornovenganza¡±, es decir, la difusi¨®n no autorizada de materiales ¨ªntimos con ¨¢nimo de perjudicar a la expareja.

Cuando la normativa de 2018 se aprob¨®, nueve miembros del Congreso hab¨ªan perdido su empleo en los meses previos por comportamiento sexual indebido, seg¨²n el recuento de The Washington Post.? Otros congresistas han quedado bajo la lupa del Comit¨¦ de ?tica por otros casos de ¨ªndole sexual, como el republicano de California Duncan Hunter, acusado en junio por la Fiscal¨ªa de usar dinero del contribuyente para pagar gastos relacionados con sus romances con empleadas del Congreso y lobistas, pero defiende su inocencia y no ha dimitido mientras su caso se esclarece ante el juez.

La congresista Hill, en cambio, ha decidido dimitir ¡ªno ha dejado clara la fecha¡ª tras una semana de presi¨®n. ¡°Tomo esta decisi¨®n para que mi familia, mi equipo y mi comunidad dejen de ser objeto de sufrimiento por parte de mi abusivo marido y la brutalidad de agentes pol¨ªticos llenos de odio¡±, afirm¨® en un v¨ªdeo este lunes. ¡°No voy a permitirme ser una distracci¨®n¡±, dijo, del trabajo crucial de sus colegas dem¨®cratas. Ahora ha decidido sacar su activismo del Congreso, dice, y enfocarlo precisamente en la lucha contra la "pornovenganza".