599 d¨ªas y la misma pregunta: ?qui¨¦n orden¨® matar a la brasile?a Marielle?

La investigaci¨®n sobre el asesinato hace veinte meses de la concejala brasile?a Marielle Franco, convertida en s¨ªmbolo de la izquierda brasile?a, ha salido del letargo esta semana con un electroshock. La noticia de que un portero de la urbanizaci¨®n donde Jair Bolsonaro viv¨ªa antes de mudarse a Brasilia mencion¨® al presidente en relaci¨®n con el crimen durante un interrogatorio policial ha devuelto el caso a la actualidad. La revelaci¨®n monopoliz¨® el debate durante unas horas pero al d¨ªa siguiente la Fiscal¨ªa sembr¨® dudas sobre el testimonio. Esta es la din¨¢mica de una investigaci¨®n que est¨¢ corrompida, seg¨²n la anterior fiscal general del Estado. El caso est¨¢ plagado de lagunas, incluye graves irregularidades como un comisario que intent¨® incriminar a un concejal con una falsa confesi¨®n, y sigue rodeado de un torrente informaciones, a menudo contradictorias o confusas, que siembran nuevas dudas sobre qui¨¦n encarg¨® el asesinato.

¡°598 d¨ªas. Quem mandou matar a Marielle? E por qu¨º?¡± Ha tuiteado este s¨¢bado por la ma?ana Eliane Brum como viene haciendo a diario. La columnista de este peri¨®dico apunta como una letan¨ªa a las dos principales inc¨®gnitas de un caso en cuyo trasfondo se asoman las llamadas milicias, grupos criminales formados por expolic¨ªas que controlan varias zonas de R¨ªo de Janeiro. Las sospechas de v¨ªnculos de los Bolsonaro con ese mundo vienen de lejos porque el clan ha dedicado buena parte de sus carreras pol¨ªticas a defender los intereses corporativos de los agentes de las fuerzas de seguridad. Desde hace meses se sabe que Bolsonaro era vecino del supuesto tirador, que tiene una foto con el segundo sospechoso¡­ Franco encarnaba otro universo. Era una negra criada en una favela, madre, bisexual y una estrella emergente en el Partido Socialismo y Libertad.

El canal Globo abri¨® con la exclusiva el telediario de mayor audiencia de Brasil el martes por la noche. El protagonista era el presidente y la fecha, la del asesinato. Un portero cont¨® a la polic¨ªa que el 14 de marzo de 2018 el expolic¨ªa militar Elcio Queiroz, ahora en prisi¨®n, lleg¨® en coche a la urbanizaci¨®n, dijo que iba a la casa 58 (la de Bolsonaro), y un hombre que se present¨® como Jair autoriz¨® desde el piso su entrada¡­ pero el sospechoso fue en cambio a la vivienda del supuesto asesino, Ronnie Lessa. La polic¨ªa cree que poco despu¨¦s salieron a perpetrar el crimen.

Un muy alterado Bolsonaro neg¨® las acusaciones inmediatamente en un v¨ªdeo grabado en plena noche en Arabia Saud¨ª, donde estaba de viaje oficial. Est¨¢ comprobado que el d¨ªa que la concejala y su ch¨®fer fueron asesinados el entonces diputado estaba en Brasilia porque vot¨® en la C¨¢mara. El presidente ha dicho este s¨¢bado que se llev¨® las grabaciones de la porter¨ªa para evitar que fuesen adulteradas, sin dar m¨¢s detalles. Solo ha a?adido: "La voz no es m¨ªa". La fiscal¨ªa sembr¨® dudas sobre la informaci¨®n de Globo al revelar que la declaraci¨®n del portero no coincide con las grabaciones de la garita, que indicar¨ªan que fue Lessa autoriz¨® la entrada.

La investigaci¨®n sigue en secreto, en manos de la polic¨ªa de R¨ªo pese a las graves irregularidades denunciadas por la fiscal general Raquel Dodge en su ¨²ltimo d¨ªa en el cargo, el pasado septiembre. En el documento en el que reclama la federalizaci¨®n del caso, Dodge traza un escenario sombr¨ªo de la situaci¨®n en la ciudad. Sostiene que la polic¨ªa estatal est¨¢ contaminada y en el documento hay ¡°varias referencias a la Oficina del Crimen (el grupo criminal sospechoso de asesinar a Franco y a su ch¨®fer), a las milicias dispersas por la ciudad, sus asesinatos de pago, participaci¨®n de la polic¨ªa o ex polic¨ªas, en un escenario de impunidad total¡± que, seg¨²n ella, ¡°ni siquiera la intervenci¨®n federal en el estado de R¨ªo en 2018 pudo revertir¡±.

Entre los motivos para acusar de obstrucci¨®n a los actuales responsables de las pesquisas, destaca uno emblem¨¢tico. El comisario cuya investigaci¨®n apunt¨® primero a Lessa y a Queiroz propuso a un miliciano encarcelado que confesara que un concejal le hab¨ªa encargado matar a Franco. Ante la negativa, le hizo una contrapropuesta. Si confesaba que el concejal le hab¨ªa sondeado para perpetrar el crimen, el comisario le aseguraba que no ir¨ªa a juicio por una acusaci¨®n previa de asesinato.

La anterior fiscal general solicit¨® en septiembre que Domingos Braz?o, un antiguo miembro de la Asamblea legislativa de R¨ªo, sea investigado como arquitecto intelectual del asesinato adem¨¢s de acusarlo de obstruir la investigaci¨®n. Pero esta misma semana la fiscal de R¨ªo responsable del caso Marielle declar¨® que ¡°no hay pruebas concretas¡± de la participaci¨®n de Braz?o.La ¨²ltima novedad es que este viernes una de las fiscales ha sido apartada de la investigaci¨®n despu¨¦s de que The Intercept Brasil revelara que era una activa bolsonarista y que pos¨® en una foto con un pol¨ªtico local que destruy¨® una placa en recuerdo de Franco.

Los expolicias Lessa y Queiroz est¨¢n encarcelados. Cuatro allegados suyos fueron acusados recientemente de deshacerse del arma en un crimen que desde el principio se consider¨® perpetrado por un profesional y por encargo. Pero como dice la izquierda brasile?a, Marielle est¨¢ presente. Y su asesinato proyecta una enorme sombra sobre la polic¨ªa, los tribunales y la pol¨ªtica brasile?a.