¡®Caso Marielle¡¯: una investigaci¨®n radioactiva para los Bolsonaro

Uno de los acusados de haber participado directamente en la ejecuci¨®n de Marielle Franco fue detenido el pasado martes cuando sal¨ªa de su casa de Barra da Tijuca, en R¨ªo de Janeiro, localizada en el mismo complejo de alto poder adquisitivo en el que Jair Bolsonaro tiene una residencia.?Hasta el momento, seg¨²n las fiscales encargadas del caso, solo se trata de una coincidencia.?Al igual que hasta ahora tambi¨¦n es irrelevante, seg¨²n la fiscal¨ªa de R¨ªo, el hecho de que uno de los hijos del presidente hubiera sido novio de la hija del polic¨ªa retirado al que las autoridades acusan de haber disparado con precisi¨®n en la cabeza de la concejala, en marzo del a?o pasado.

Los detalles del cruce de personajes muestran, al menos, c¨®mo la ¨¦lite de R¨ªo comparte ambientes haciendo, a veces, la vista gorda, sobre determinadas actividades sospechosas.?Los datos tambi¨¦n son, obviamente, irresistibles para los cr¨ªticos del presidente de Brasil, que ya han difundido una foto del mandatario con el acusado de ser coautor material del crimen y han avivado la repercusi¨®n sobre el caso en las redes sociales.?Los Bolsonaro conocen como nadie este juego de conclusiones apresuradas y de mucha batalla pol¨ªtica.

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Esta puede ser solo la faceta m¨¢s anecd¨®tica de la investigaci¨®n, pero hay motivos m¨¢s profundos por los que el caso Marielle se ha vuelto radioactivo para los Bolsonaro.?Uno de ellos es de orden pol¨ªtico y de responsabilidad exclusiva del presidente y de su familia: cuando hace un a?o Marielle y su ch¨®fer, Anderson Gomes, fueron asesinados, el hoy presidente fue el ¨²nico candidato a la presidencia que no conden¨® un crimen que cruz¨® la l¨ªnea roja de la violencia pol¨ªtica en Brasil antes incluso del atentando contra el propio Bolsonaro.?Uno de los hijos del mandatario tambi¨¦n critic¨® duramente a quienes levantaban sospechas sobre los polic¨ªas.?No fue exactamente una sorpresa: en 2011, el por aquel entonces diputado regional Fl¨¢vio Bolsonaro estim¨® oportuno recalcar, por ejemplo, que a la jueza Patr¨ªcia Lourival Acioli, ejecutada tras vivir a?os amenazada de muerte por grupos de exterminio, le gustaba "humillar a los polic¨ªas".

Si el historial de defender, a priori, a polic¨ªas militares acusados de asesinatos y los discursos como m¨ªnimo complacientes con las milicias le cargan la repercusi¨®n al Gobierno y a la familia presidencial, a¨²n falta poner en marcha la parte m¨¢s delicada de la investigaci¨®n: rastrear a los posibles autores intelectuales del crimen.?Las fiscales Simone Sib¨ªlio y Let¨ªcia Emile Petriz dejaron claro el pasado martes que sigue en curso, y en secreto, la parte del sumario que investiga el papel que ten¨ªa en la ejecuci¨®n la llamada Oficina del Crimen, un sofisticado grupo de exterminio relacionado con milicias y delincuentes.?Uno de los se?alados como integrante del grupo, Adriano N¨®brega ¡ªquien est¨¢ en paradero desconocido desde enero¡ª, ten¨ªa a dos parientes trabajando en el gabinete de Fl¨¢vio Bolsonaro hasta el segundo semestre de 2018. Tanto ¨¦l como Ronald Pereira, otro acusado de participar en la Oficina del Crimen, fueron homenajeados en la Asamblea Legislativa de R¨ªo a petici¨®n del primog¨¦nito de Bolsonaro.?"Espero que la investigaci¨®n realmente haya llegado a ese, si es que fueron ellos los ejecutores, y lo m¨¢s importante, que es qui¨¦n mand¨® matarla", se limit¨® a decir Bolsonaro, que tambi¨¦n afirm¨® que se hace fotos con "miles" de polic¨ªas.

En las declaraciones de las fiscales ¡ªy en reportajes esclarecedores como el de la revista?Piau¨ª¡ª?queda patente c¨®mo todo se desarrolla en un campo de minas, en un Estado, R¨ªo, infiltrado por la delincuencia organizada.?El retrato es bastante gr¨¢fico: antiguos gobernadores y una fracci¨®n importante del Parlamento, entre rejas; y una seguridad p¨²blica en colapso que pas¨® por un a?o de intervenci¨®n militar con exiguos resultados.?El martes, las fiscales incidieron en que los detenidos confesaron que les hab¨ªan avisado de la operaci¨®n.

El reportaje de Piau¨ª narra tambi¨¦n c¨®mo Sib¨ªlio y Petriz trataron de evitar al m¨¢ximo la filtraci¨®n de la operaci¨®n que intentar¨ªa detener a la c¨²pula de la Oficina del Crimen en enero, pero sin ¨¦xito total:?N¨®brega escap¨®.?Hay un claro malestar entre Polic¨ªa Civil y Fiscal¨ªa, al tiempo que tambi¨¦n es desconcertante saber que no fue hasta meses despu¨¦s de ponerse en marcha la investigaci¨®n cuando la unidad encargada del crimen organizado en el Ministerio Fiscal, el Gaeco, finalmente entr¨® en el caso. Este caso tambi¨¦n es objeto de otra investigaci¨®n paralela y tard¨ªa por parte de la Polic¨ªa Federal.?Merecen discusi¨®n los motivos por los que la fiscal general Raquel Dodge no busc¨® activamente, en contra de lo que se dio a entender al principio, la federalizaci¨®n del caso, algo que tampoco defendi¨® la c¨²pula del PSOL (Partido Socialismo y Libertad).?Ahora, resta que la Polic¨ªa Federal intente buscar dentro de las corporaciones qui¨¦n tiene inter¨¦s en obstruir la investigaci¨®n.?Y es pertinente otra pregunta: ?tendr¨¢ independencia para hacerlo?

La concejala del PSOL, con su rostro estampado en murales, se ha inscrito de manera tr¨¢gica y decisiva en el imaginario pol¨ªtico brasile?o (la potencia y las implicaciones de ello, incluso para alg¨²n cierto malestar de la izquierda tradicional, se ver¨¢ en otro momento).?Desde el punto de vista de la investigaci¨®n, ahora es cuando empieza la parte m¨¢s delicada.?Todo nos remite a un pa¨ªs corro¨ªdo por dentro, y no es una exageraci¨®n decir que el desenlace que seamos capaces de darle al caso Marielle ser¨¢ determinante para el futuro.