El futuro de los ¡®dreamers¡¯ exhibe la divisi¨®n en el Supremo de Estados Unidos
Los jueces de la mayor¨ªa conservadora ofrecen indicios de que pueden apoyar a la Administraci¨®n en su decisi¨®n de negar la protecci¨®n a los inmigrantes llegados de ni?os
El curso judicial del Tribunal Supremo cuenta con grandes casos, pero el que vio este martes por la ma?ana constituye, por sus diversas implicaciones, un proceso hist¨®rico. Los jueces deber¨¢n pronunciarse sobre la legalidad de la decisi¨®n de la Administraci¨®n Trump de cerrar la Acci¨®n Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por sus siglas en ingl¨¦s), que protege contra la deportaci¨®n y otorga permisos de trabajo a personas que llegaron ilegalmente al pa¨ªs siendo ni?os y han hecho de Estados Unidos su hogar. El futuro de cientos de miles de j¨®venes, y los derechos que adquirieron y les sacaron de las sombras, est¨¢ en juego.
El caso supone una nueva y crucial batalla en la cruzada del presidente Trump contra la inmigraci¨®n. Y obligar¨¢ a la m¨¢s alta instancia judicial del pa¨ªs, adem¨¢s, a pronunciarse sobre los l¨ªmites de los poderes presidenciales. La resoluci¨®n, que se espera para el pr¨®ximo verano, puede caer como un meteorito en la recta final de la campa?a para la reelecci¨®n de un presidente que ha convertido la mano dura con la inmigraci¨®n en uno de los cimientos de su mandato.
El propio presidente calentaba la ma?ana con un tuit en el que defend¨ªa que ¡°muchos de las personas bajo la DACA ya no son muy j¨®venes y est¨¢n lejos de ser ¨¢ngeles¡±. ¡°Algunos son criminales muy duros y reincidentes¡±, a?ad¨ªa Trump, ignorando que uno de los requisitos para acogerse al programa, introducido por la Administraci¨®n del dem¨®crata Barack Obama en 2012, es precisamente carecer de antecedentes penales.
Ante las escaleras de la corte, cientos de ciudadanos desafiaban al fr¨ªo arropando a los dreamers, llegados de todo el pa¨ªs, que defend¨ªan pac¨ªficamente su derecho a conservar su estatus legal y a perseguir sus sue?os en el ¨²nico hogar que han conocido. ¡°Nuestra esperanza es que los jueces vean nuestra humanidad, nuestros valores y c¨®mo hemos contribuido a este pa¨ªs, que es nuestro hogar¡±, dec¨ªa ante las escaleras del Supremo la dreamer Eliana Fern¨¢ndez, una de las demandantes, llegada desde Nueva York.
En el interior del tribunal, en una sesi¨®n que se prolong¨® durante una hora y media, los jueces conservadores, dos de ellos nombrados por el presidente Trump y que se imponen por 5 a 4 a los de sensibilidad m¨¢s progresista, ofrecieron indicios de que est¨¢n dispuestos a apoyar al presidente en su deseo de poner fin al programa.
La DACA ofrece, a los dreamers que lo soliciten, protecci¨®n contra la deportaci¨®n y permiso de trabajo. Deben renovarlo cada dos a?os y no constituye un camino a la plena ciudadan¨ªa. A pesar de que Trump hab¨ªa expresado en el pasado simpat¨ªa hacia los dreamers, en 2017 decidi¨® poner fin al programa. Pero lo hizo alegando un solo motivo: que Obama, como presidente, no ten¨ªa la competencia para ponerlo en marcha.
Dicha justificaci¨®n, seg¨²n defendi¨® ante el Supremo el abogado Theodore Olson, permit¨ªa a la Administraci¨®n eludir las consecuencias pol¨ªticas de acabar con el programa, que goza de un abrumador apoyo en la sociedad, seg¨²n todos los sondeos, y pasaba la patata caliente a la justicia. ¡°La Administraci¨®n no quiso hacerse due?a de la decisi¨®n¡±, dijo Olson.
Ese es el principal argumento de los abogados que representan a los dreamers. Alegan que, por motivos pol¨ªticos, la Administraci¨®n recurri¨® al argumento de la falta de autoridad, en vez de invocar la discrecionalidad pol¨ªtica. Si hubiera declarado sencillamente que eliminaba el programa por razones pol¨ªticas, la Administraci¨®n habr¨ªa hecho un uso rutinario de su discrecionalidad ejecutiva. Pero la ley establece que los jueces pueden revocar acciones de la Administraci¨®n que sean ¡°arbitrarias y caprichosas¡±. Al justificarla ¨²nicamente en un argumento legal, defienden los abogados de los dreamers, dicha decisi¨®n de la Administraci¨®n Trump fue ¡°arbitraria y caprichosa¡±, y el poner fin a un programa del que depend¨ªa el futuro de casi 800.000 personas constituy¨® un ejercicio ilegal del poder presidencial. Eso es lo que determinaron instancias judiciales inferiores. Pero las intervenciones este martes de los jueces conservadores parecen indicar que no tienen tan claro que sea as¨ª.
Varios de los jueces conservadores se mostraron esc¨¦pticos con que el tribunal pueda revisar la decisi¨®n de la Administraci¨®n de poner fin a la DACA. Incluso el presidente de la sala, el juez John Roberts, que ser¨ªa decisivo en un hipot¨¦tico empate, cuestion¨® que pudiera a?adirse m¨¢s razonamientos a los ya aportados por la Administraci¨®n. Preguntado por el progresista juez Stephen Breyer sobre qu¨¦ sentido tendr¨ªa devolver la iniciativa a la administraci¨®n, el abogado Michael Mongan asegur¨® que podr¨ªan no atreverse a eliminar la DACA como medida pol¨ªtica: ¡°No sabemos qu¨¦ har¨ªan si se enfrentasen a una elecci¨®n discrecional¡±.
Los jueces progresistas hicieron hincapi¨¦ en el n¨²mero de beneficiarios del programa, y en el da?o que supondr¨ªa su eliminaci¨®n para negocios e instituciones que dependen de ellos. La juez Sonia Sotomayor pidi¨® al abogado de la Administraci¨®n que aclarara si hab¨ªan tenido en cuenta todo el da?o que causar¨ªa poner fin a la DACA y si era solo ¡°una elecci¨®n de destruir vidas¡±.
A la salida, el abogado Olson, defensor de los dreamers, insisti¨® en que la Administraci¨®n Trump dijo que la medida de Obama era ilegal ¡°porque no quer¨ªa adue?arse de la decisi¨®n de eliminarla y asumir las responsabilidades¡±. ¡°Explicar sus motivos en un a?o electoral¡±, concluy¨®, ¡°ser¨ªa muy impopular¡±.
L¨ªmites al poder ejecutivo
La argumentaci¨®n de la Administraci¨®n Trump no est¨¢ exenta de contradicciones y puede tener consecuencias indeseadas. En otras ocasiones, el presidente ha contemplado una visi¨®n amplia de los poderes ejecutivos, en particular para llevar a cabo su agenda anti inmigraci¨®n, como al desbloquear fondos para la construcci¨®n de su muro en la frontera. Pero en este caso argumenta precisamente que Obama carec¨ªa de la autoridad legal como presidente para crear el programa. Es raro que un Gobierno defienda la limitaci¨®n de los poderes ejecutivos. Pero a¨²n lo es m¨¢s para la Administraci¨®n Trump, en un tema como la inmigraci¨®n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.