El servicio p¨²blico de urgencias m¨¦dicas pone en un aprieto a Johnson por sus malos datos de espera

No hay campa?a electoral en el Reino Unido donde el Servicio Nacional de Salud (NHS, en sus siglas en ingl¨¦s) no est¨¦ en el centro del debate. El activo p¨²blico m¨¢s venerado por los brit¨¢nicos es objeto de constantes promesas de mejoras por parte de los pol¨ªticos, o de advertencias sobre su posible desaparici¨®n. Es un tema muy sensible para los brit¨¢nicos ante las elecciones del pr¨®ximo 12 de diciembre, tanto que los votantes creen que es el segundo tema m¨¢s importante despu¨¦s del Brexit. Boris Johnson asegura que, si resulta reelegido, invertir¨¢ m¨¢s de 20.000 millones de euros en reformar y actualizar m¨¢s de 20 hospitales en todo el pa¨ªs y construir al menos otros 40 centros.

El miedo del Partido Conservador, sin embargo, se ha centrado en la coincidencia de la campa?a electoral con un periodo invernal y festivo que tradicionalmente colapsa los servicios m¨¦dicos y hace la vida mucho m¨¢s complicada a los votantes de m¨¢s edad, en su mayor¨ªa votantes tories. Ese temor lleva camino de convertirse en una realidad. En 2004 se estableci¨® el objetivo de que todos los pacientes que acudieran al servicio de urgencias fueran atendidos antes de cuatro horas. Nunca se ha llegado a cumplir del todo pero el pasado mes de octubre el servicio registr¨® su peor dato desde que hay registro, en 2004. Solo un 83,6% de los que acudieron a urgencias recibieron tratamiento dentro del plazo establecido, lo que supone que uno de cada seis fue atendido fuera de ese plazo. Un dato que supone un claro deterioro frente al 85,2% de septiembre y el 89,1% de un a?o antes. En algunas unidades especializadas, la cifra de atendidos en plazo no lleg¨® al 75%, por debajo del nivel que los m¨¦dicos consideran fuera de riesgo y el peor desempe?o de los servicios de emergencia.

"Estos datos deber¨ªan avergonzar a todos los partidos. El Parlamento ha defraudado a todos los pacientes y no ha sido capaz de entender la gravedad del problema. Nuestro personal trabaja ya al l¨ªmite de sus posibilidades", ha dicho este jueves Katherine Henderson, la presidenta del Real Colegio de Medicina de Urgencia.

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M¨¢s de 320.000 personas en todo el Reino Unido esperaron el mes pasado m¨¢s tiempo del debido a ser atendidos. 4,4 millones de pacientes est¨¢n en lista de espera para ser operados, la cifra m¨¢s alta que se recuerda.

Los conservadores han intentado evadir el debate planteado por el informe con la amenaza de que todo ir¨¢ a peor si el l¨ªder laborista, Jeremy Corbyn, llega al poder. "Estas cifras solo ponen de manifiesto lo urgente que resulta evitar un Gobierno laborista. Ya estamos inyectando la mayor cantidad de inversi¨®n p¨²blica en sanidad que se recuerda, pero las pol¨ªticas ca¨®ticas de Corbyn pueden poner en riesgo todo ese empe?o", ha dicho el ministro de Sanidad, Matt Hancock.

Los nuevos datos surgen en medio de la pol¨¦mica desatada en el seno del laborismo, que debate si su promesa electoral de reducir a cuatro d¨ªas a la semana la jornada laboral a lo largo de una d¨¦cada deber¨ªa extenderse al personal p¨²blico sanitario. Mientras el portavoz de Sanidad del partido, Jonathan Ashworth, ha calificado de "tonter¨ªa" la posibilidad de que los trabajadores del NHS vieran reducidas sus horas de trabajo, el portavoz de Econom¨ªa y cerebro gris del partido, John McDonnell, le contradec¨ªa y afirmaba que "tambi¨¦n ser¨¢n capaces de reducir su jornada laboral porque seremos capaces de contratar nuevo personal". Los laboristas han aumentado en casi 7.000 millones de euros la promesa conservadora de dotar nuevas partidas presupuestarias para el NHS. Esta carrera por incrementar el gasto en sanidad ha alertado a muchas instituciones econ¨®micas.