El embajador Sondland afirma que presion¨® a Ucrania por orden de Trump

La primera rareza en todo el culebr¨®n de la trama rusa radica en que fuera Sondland, embajador estadounidense ante la Uni¨®n Europea, el escogido por Trump para las gestiones con un pa¨ªs extracomunitario como Ucrania sobre las famosas investigaciones. Sondland, un empresario cercano a Trump, lleg¨® al puesto sin experiencia diplom¨¢tica relevante despu¨¦s de haber donado un mill¨®n de d¨®lares al comit¨¦ inaugural del reci¨¦n elegido presidente. Este mi¨¦rcoles, en el Capitolio, presumi¨® de una relaci¨®n de confianza con el mandatario, aludiendo al tono coloquial de sus conversaciones, pero lanz¨® aun as¨ª una bomba para su jefe y altos cargos como el secretario de Estado, Mike Pompeo, o el vicepresidente, Mike Pence, quienes, recalca, eran perfectamente conscientes de las gestiones con Kiev.

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La llamada entre Trump y Zelenski fue ¡°inapropiada¡± e ¡°inusual¡±, seg¨²n dos asesores de Seguridad Nacional

"S¨¦ que los miembros de este comit¨¦ se han formulado estos asuntos complicados con una simple pregunta: ?Hubo quid pro quo? Como testifiqu¨¦ anteriormente, con respecto a la llamada de la Casa Blanca y la reuni¨®n de la Casa Blanca, la respuesta es s¨ª", dijo en un momento clave de su declaraci¨®n inicial ante el Comit¨¦ de Inteligencia. ¡°En todo momento, yo actu¨¦ de buena fe. Como una persona nombrada por el presidente, yo segu¨ª las ¨®rdenes del presidente¡±, se?al¨® tambi¨¦n en una comparecencia que se prolong¨® durante siete horas.

La C¨¢mara de Representantes, de mayor¨ªa dem¨®crata, comenz¨® las pesquisas sobre Donald Trump el pasado 24 de septiembre, cuando trascendieron una serie de maniobras del mandatario para que la justicia ucrania investigase al dem¨®crata Joe Biden, y al hijo de este, Hunter, que hab¨ªa estado trabajando para una compa?¨ªa gasista llamada Burisma mientras su padre era vicepresidente. Trump reclam¨® esta investigaci¨®n abiertamente a su hom¨®logo ucranio, Volod¨ªmir Zelenski, en una conversaci¨®n del pasado 25 de julio que la propia Casa Blanca hizo p¨²blica. Pero una clave del asunto es si Trump us¨® adem¨¢s una invitaci¨®n a la Casa Blanca y ayudas militares como moneda de cambio. Si el Congreso considera probado que Trump abus¨® de su poder presidencial para perjudicar electoralmente a Biden, que quiere ser el candidato dem¨®crata a las presidenciales de 2020, el mandatario podr¨ªa ser destituido.

Y aqu¨ª aparece el importante papel de Sondland, uno de los enviados de Trump m¨¢s destacados en todo este episodio. Es el diplom¨¢tico que, de hecho, le dice expl¨ªcitamente a un asesor de Zelenski que la entrega de ayudas militares a su pa¨ªs ¡ªun montante de casi 400 millones de d¨®lares que hab¨ªa quedado congelado sin explicaci¨®n¡ª no se entregar¨¢n mientras no anuncien p¨²blicamente la investigaci¨®n que reclama el presidente de Estados Unidos.

El embajador reconoci¨® este mi¨¦rcoles que estuvo trabajando estrechamente con el abogado personal de Trump, Rudy Giuliani, ¡°por indicaci¨®n directa¡± del presidente. "Seguimos las ¨®rdenes del presidente", recalc¨®. ¡°Las peticiones de Giuliani eran un quid pro quo para organizar una visita de Zelenski a la Casa Blanca. Giuliani pidi¨® que Ucrania hiciese p¨²blica una declaraci¨®n anunciando investigaciones del servidor del Comit¨¦ Nacional Dem¨®crata (DNC) y de Burisma. Giuliani estaba expresando los deseos del presidente¡±, explic¨® en el Congreso.

Burisma es la empresa que estuvo pagando un generoso sueldo a Hunter Biden, pero Sondland apenas nombr¨® a los Biden en su declaraci¨®n y asegur¨® que en aquellos momentos ¨¦l no era consciente de la conexi¨®n que hab¨ªa entre esta investigaci¨®n que tanto interesaba a Trump y Joe Biden o su hijo. Por otra parte, la investigaci¨®n sobre el comit¨¦ dem¨®crata parte de una teor¨ªa conspirativa sin base demostrada, seg¨²n la cual la injerencia electoral de 2016 no vino de Rusia para favorecer la victoria de Trump, sino de Ucrania, y que el robo de correos electr¨®nicos del DNC fue en realidad una fabricaci¨®n realizada desde Ucrania para se?alar al Kremlin como culpable.

El otro quid pro quo o intercambio resulta mucho m¨¢s controvertido, pues no tiene que ver con una invitaci¨®n a la Casa Blanca con la que un presidente reci¨¦n elegido como Zelenski pod¨ªa sentirse reforzado, sino con las ayudas en materia de seguridad a un pa¨ªs en plena guerra con los separatistas prorrusos en el este del territorio. Sondland sostiene que ¡°en ausencia de una explicaci¨®n cre¨ªble¡± a la suspensi¨®n de las ayudas ¡ªuna suspensi¨®n que ¨¦l rechazaba frontalmente¡ª, lleg¨® a la conclusi¨®n de que depend¨ªan de la investigaci¨®n. ¡°Acab¨¦ por creer que la reanudaci¨®n de la asistencia en materia de seguridad no tendr¨ªa lugar mientras no hubiese una declaraci¨®n p¨²blica de Ucrania comprometi¨¦ndose con las investigaciones de 2016 y con Burisma, como Giuliani pidi¨®¡±, explic¨®.

As¨ª, ¨¦l mismo se encarg¨® de trasladar esa presi¨®n a un asesor del Gobierno ucranio llamado Andrei Yermak, al que vio en Varsovia el 1 de septiembre. ¡°Le dije a Yermak que cre¨ªa que la reanudaci¨®n de esas ayudas no tendr¨ªa lugar mientras Ucrania no hiciese alg¨²n tipo de comunicado sobre el asunto que se hab¨ªa discutido durante semanas¡±.

En este aspecto del caso, Sondland ofrece una v¨ªa de escapatoria a Trump y Giuliani, ya que, seg¨²n reconoci¨® este mi¨¦rcoles en el turno de preguntas, el presidente nunca le comunic¨® expl¨ªcitamente que la entrega de dichos fondos estaba condicionada. Las tan tra¨ªdas y llevadas ayudas se desbloquearon el pasado 11 de septiembre sin que Kiev cumpliese esos d¨ªas, argumento al que se agarran los republicanos para defender que el presidente no presion¨® ni trat¨® de sobornar a Ucrania, sino que actu¨® con un leg¨ªtimo inter¨¦s de lucha contra la corrupci¨®n.

¡°Le dije que no quer¨ªa nada, ning¨²n quid pro quo¡±, recalc¨® el mandatario este mi¨¦rcoles en la Casa Blanca, preguntado por los periodistas. Tambi¨¦n trat¨® de marcar distancias con Sondland, asegurando que lo conoc¨ªa poco. Lo o¨ªdo en el Capitolio no dio esa impresi¨®n. Cuando el abogado de los dem¨®cratas, Daniel Goldman, pregunt¨® al embajador sobre un supuesto comentario suyo a Trump, en el que afirmaba que Zelenski ¡°amaba su trasero¡± y har¨ªa lo que le pidieran, Sondland rio y respondi¨®: ¡°Suena a algo que yo podr¨ªa decir. El presidente Trump y yo nos comunicamos as¨ª¡±.

Sondland aprob¨® este mi¨¦rcoles correos electr¨®nicos y mensajes para mostrar que altos cargos como Pompeo o John Bolton, exconsejero de Seguridad Nacional de Trump, estaban al corriente de cada paso dado con Ucrania. Su testimonio, al igual que los de los ¨²ltimos d¨ªas, apunta a la alargad¨ªsima sombra de Rudy Giuliani en todo este asunto. Seg¨²n el resumen del embajador, Trump ordenaba, su abogado actuaba y el resto conoc¨ªa la situaci¨®n.

Por la tarde testificaron Laura Cooper, funcionaria del Pent¨¢gono, y David Halem subsecretario del Departamento de Estado para asuntos pol¨ªticos. Cooper relat¨® que el 25 de julio, el mismo d¨ªa en que Trump y Zelenski hablaron por tel¨¦fono, Ucrania estuvo preguntando qu¨¦ ocurr¨ªa con las ayudas prometidas.

Lo que los congresistas deben juzgar estos d¨ªas no es si el comportamiento de Trump es impropio, sino si constituye un delito grave que haga necesaria la que ser¨ªa la destituci¨®n del presidente. La fase de declaraciones p¨²blicas est¨¢ a punto de terminar.