Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner consuma su nuevo espacio de poder en el Senado argentino

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Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner ha dejado de ser senadora para ser vicepresidenta. El Senado acept¨® este mi¨¦rcoles su renuncia, en una sesi¨®n en la que tambi¨¦n juraron los 24 legisladores que obtuvieron una banca en las elecciones del 27 de octubre pasado. La expresidenta, sin embargo, no dejar¨¢ el Congreso. En Argentina, el vicepresidente es titular del Senado y preside las sesiones. Si bien se la considera una funci¨®n casi testimonial, Kirchner le dar¨¢ otra impronta, fiel al peso que su figura tendr¨¢ a partir del 10 de diciembre en el gobierno del peronista Alberto Fern¨¢ndez.

La Constituci¨®n argentina establece un Congreso bicameral, donde los diputados representan a los ciudadanos y los senadores a las 23 provincias y la ciudad de Buenos Aires, a raz¨®n de tres por cada una. Es en la C¨¢mara Alta donde se juega el poder de los gobernadores, que tienen en sus representantes la llave que abre o cierra los proyectos del Poder Ejecutivo. La primera tarea de Kirchner ha sido unificar a los senadores del peronismo, divididos durante la gesti¨®n de Mauricio Macri entre kirchneristas y peronistas federales, como se llam¨® a los que respond¨ªan directamente a los caudillos regionales y descre¨ªan de la expresidenta como l¨ªder pol¨ªtico del partido.

Desde el 10 de diciembre, cuando entren en funciones los legisladores que juraron este mi¨¦rcoles, el peronismo responder¨¢ a una ¨²nica bandera, la del Frente de Todos, la misma que llev¨® a Alberto Fern¨¢ndez a la presidencia. El nuevo frente sumar¨¢ 41 senadores, cuatro m¨¢s de los que necesita para tener quorum propio y avanzar sin necesidad de apoyo opositor con los proyectos de ley que presente la Casa Rosada. La unidad del peronismo ha sido obra de Kirchner, erigida ahora como armadora del oficialismo en el Congreso, un sitio que se guard¨® para s¨ª cuando decidi¨® ungir a Fern¨¢ndez como candidato a presidente, por encima de su propia postulaci¨®n.

El cemento del Frente de Todos ser¨¢ el temor a la gravedad de la crisis econ¨®mica que el nuevo Gobierrno heredar¨¢ de Macri. Con la premisa de ¡°acompa?ar¡± a Fern¨¢ndez, Kirchner puso en cargos clave a hombres fuertes del interior que no necesariamente son purasangre kirchneristas. Ese ha sido el caso de Jos¨¦ Mayans, el presidente del nuevo bloque oficialista. Mayans responde a Gildo Insfran, gobernador de Formosa desde 1995. Con siete periodos consecutivos sobre sus hombros, este caudillo del interior fue el primero en abandonar el grupo de los l¨ªderes regionales ¡°dialoguistas¡± con Macri. Kirchner pag¨® ahora ese gesto con un espacio de poder en el Senado. Lo mismo hizo con el gobernador de Santiago del Estero, Gerardo Zamora: la esposa del dirigente, Claudia Ledesma, ser¨¢ la presidenta provisional de la C¨¢mara y reemplazar¨¢ a Kirchner durante sus ausencias.

El Senado argentino sesion¨® hoy por ¨²ltima vez con la conformaci¨®n que acompa?¨® a Macri. Emerger¨¢ ahora uno mucho m¨¢s abroquelado alrededor de la Casa Rosada. Un dato da una idea de los tiempos que vienen. Por unanimidad, los legisladores aceptaron el permiso sin goce de sueldo que pidi¨® el senador Jos¨¦ Alperovich, acusado por una sobrina de abuso sexual agravado.

Tres veces gobernador de Tucum¨¢n, Alperovich es un hombre muy poderoso dentro del peronismo. Durante el fin de semana dijo que toda la denuncia era falsa y asegur¨® que la sesi¨®n de hoy lo encontrar¨ªa firme en su asiento. El presidente electo, sin embargo, pidi¨® que se investigue la denuncia y los senadores respondieron enseguida con su voto. Alperovich tiene mandato hasta 2021, pero los fueros de senador que lo protegen de la c¨¢rcel no impiden que avance la investigaci¨®n en su contra.