¡°Mi padre me dijo: ¡®Prefiero que barras las calles en Estados Unidos a que te quedes en China¡±
La hija del activista, encarcelado por Pek¨ªn, recoge el premio S¨¢jarov concedido a su padre por defender a la minor¨ªa musulmana
La voz de Jewher Ilham (Pek¨ªn, 25 a?os) se resiente despu¨¦s de horas contando su tr¨¢gica historia en Estrasburgo. La joven ha recogido este mi¨¦rcoles el premio S¨¢jarov que el Parlamento Europeo ha otorgado a su padre, el acad¨¦mico uigur Ilham Tohti, por defender los derechos de esa minor¨ªa musulmana china, a la que el r¨¦gimen reprime con virulencia. En una entrevista con EL PA?S, uno de los medios internacionales que ha participado en la investigaci¨®n de los papeles secretos de China que prueban esa estrategia de confinamiento hacia un mill¨®n de uigures, Ilham narra con asombrosa serenidad su periplo. Su padre, condenado en 2014 a cadena perpetua e incomunicado desde 2017, logr¨® meterla en un avi¨®n hacia Estados Unidos antes de ser arrestado. Seis a?os despu¨¦s de comenzar de cero en Norteam¨¦rica, Ilham regresar¨¢ a Washington con un premio que en buena medida es suyo.
Pregunta. Su padre promovi¨® el di¨¢logo y el entendimiento entre los uigures y los han, la etnia dominante en China. Sin embargo, est¨¢ encarcelado. ?Qu¨¦ mensaje env¨ªan estos hechos?
Respuesta. Mi padre no ha sido el ¨²nico arrestado. Poco a poco, desde el periodo 2014-2015, fueron encarcelando a los intelectuales, a los acad¨¦micos. Mi padre defend¨ªa un di¨¢logo pac¨ªfico; encarcelarlo a ¨¦l, que pretend¨ªa ayudar, es una de las peores decisiones que han adoptado nunca las autoridades. Tratan de eliminar nuestra cultura y mi padre la promov¨ªa de manera legal. Lo que han hecho, tambi¨¦n los campos de concentraci¨®n que existen para uigures, deber¨ªa ser considerado ilegal. Y esos problemas siguen.
P. ?Sabe si su padre es consciente del premio que ha recibido?
R. No lo s¨¦, no creo. La ¨²ltima vez que supe de mi padre fue en 2017, por una visita familiar. Despu¨¦s las cancelaron. Y ahora no sabemos c¨®mo est¨¢, ni siquiera si est¨¢ vivo. Ojal¨¢ nos dieran informaci¨®n y permitieran visitas regulares.
P. ?C¨®mo lleg¨® a Estados Unidos?
¡° La ¨²ltima vez que supe de mi padre fue en 2017.?Y ahora no sabemos c¨®mo est¨¢, ni siquiera si est¨¢ vivo¡±
R. Fue por un error. A mi padre lo invit¨® la Universidad de Indiana como profesor para un programa de un a?o. En mis vacaciones de invierno plane¨¦ visitarlo tres semanas para ver c¨®mo era Am¨¦rica y porque no iba a verlo en un a?o. Pero ¨¦l viajaba conmigo y fue arrestado el 2 de febrero de 2013 en el aeropuerto internacional de Pek¨ªn. Yo ten¨ªa 18 a?os, no hablaba ingl¨¦s ni conoc¨ªa a nadie en Estados Unidos, as¨ª que me ignoraron y me dejaron subir al avi¨®n. Pero mi padre se qued¨®. Cuando me di cuenta, no quise subir al avi¨®n. Pero mi padre me oblig¨®. Me dijo: ¡°Mira c¨®mo te trata este pa¨ªs, ?todav¨ªa quieres quedarte? As¨ª nos tratan¡±. Yo llor¨¦ y ¨¦l me dijo: ¡°No lo hagas, no dejes que piensen que los uigures somos d¨¦biles. Prefiero que barras las calles en Estados Unidos a que te quedes aqu¨ª¡±.
P. ?Esa fue la ¨²ltima vez que estuvo con ¨¦l?
R. S¨ª, fue la ¨²ltima frase que me dijo en persona. Poco despu¨¦s de que aterrizara en Estados Unidos, el Gobierno chino empez¨® a decir que no me deber¨ªan haber dejado embarcar. As¨ª que fue todo fruto de un error, pero ah¨ª estoy. A mi padre lo detuvieron tres d¨ªas despu¨¦s, luego lo soltaron y empez¨® un arresto domiciliario de 11 meses. En septiembre de 2014 fue a juicio ¡ªjuicio falso, en el que ni siquiera se pod¨ªa defender¡ª?y lo condenaron a prisi¨®n de por vida. En enero 2015 se lo llevaron de casa.
P. ?Cu¨¢l era el mensaje de su padre? ?Cree que lamentar¨ªa lo que le ha ocurrido?
R. Aunque las autoridades lo forzaban a que admitiera una supuesta culpa, ¨¦l nunca lo hizo. No firm¨® los papeles. Dijo que lo que hab¨ªa hecho era ayudar. Pero mi padre sab¨ªa que ir¨ªa a la c¨¢rcel. Pensaba que le caer¨ªan 10 a?os, quiz¨¢ 20, pero no m¨¢s. ¡°El Gobierno chino no es tan malo. Cuando salga seguiremos luchando para cambiar las cosas¡±, dec¨ªa. Eso demuestra que no lo lamentaba.
P. ?Tiene contacto con su familia en China?
R. Mi familia no quiere contactar conmigo, tienen miedo. Yo soy la ¨²nica que est¨¢ fuera del pa¨ªs. Todos los dem¨¢s siguen all¨ª. Vivo sola desde los 18 a?os.
P. ?Ayuda la presi¨®n internacional?
R. Espero que s¨ª. Recientemente he o¨ªdo que uno de los receptores del premio S¨¢jarov ha sido liberado por el Gobierno ruso y espero que eso le pase a mi padre. Una persona como ¨¦l no deber¨ªa pasar ni un d¨ªa en la c¨¢rcel.
P. ?Qu¨¦ espera de la Uni¨®n Europea tras la concesi¨®n del premio?
R. A los l¨ªderes de los Gobiernos les pedir¨ªa que pongan sanciones. No al Gobierno chino, sino a esas compa?¨ªas que apoyan los campos de concentraci¨®n. No hay solo compa?¨ªas chinas, tambi¨¦n hay europeas que comercian con productos hechos en campos de concentraci¨®n y que as¨ª ayudan a que sigan. Tambi¨¦n pedir¨ªa que restringieran los visados a las autoridades que apoyan los campos, ser¨ªa un gesto. Y a los ciudadanos, que contacten con la Cruz Roja y otras ONG, que utilicen las redes sociales para concienciar, que vayan a China y hablen de eso¡ Son acciones muy simples que pueden traer cambios.
P. Los papeles secretos de China demuestran que existe un sofisticado sistema de vigilancia sobre los uigures. ?Le afect¨®?
R. S¨ª, hay empresas chinas y extranjeras implicadas. Yo me acostumbr¨¦ a vivir con el tel¨¦fono y el ordenador vigilado, con el hackeo a mis cuentas de redes sociales. A veces hasta saludaba a la c¨¢mara de mi ordenador porque sab¨ªa que me vigilaban.
P. ?C¨®mo se siente en Estados Unidos?
R. Bien, ahora vivo en Washington despu¨¦s de pasar seis a?os en Indiana. Coopero con el Gobierno y con ONG que tratan de concienciar sobre la causa uigur. Estoy muy implicada en eso.
P. ?Espera volver a China alg¨²n d¨ªa?
R. Me encantar¨ªa, siempre que no me cojan en la calle y me condenen a prisi¨®n de por vida o vivir en campo de concentraci¨®n. All¨ª pas¨¦ 18 a?os de mi vida.
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