¡®?Va, pensiero!¡¯ (ve, pensamiento, hay que repensarlo todo)
La pandemia fuerza la mayor reflexi¨®n de siete d¨¦cadas, desde el papel de los individuos en las familias hasta el del mercado y el Estado
Ve, pensamiento, con alas doradas. Ve, p¨®sate sobre las colinas. Posiblemente nunca han tenido tanto sentido y tanta emoci¨®n para tantos las palabras y las notas del famoso coro del Nabucco de Verdi. Por supuesto porque, en el encierro generalizado que viven los seres humanos, solo el pensamiento puede volar libre. Pero, adem¨¢s, porque la crisis es totalitaria ¨Clo afecta todo-, tendr¨¢ efectos prolongados y por tanto nos fuerza a repensarlo todo, en todas las esferas.
En lo personal, por supuesto: papeles familiares que deben redise?arse y reacomodarse a la velocidad de la luz, comprimidos en una nueva dimensi¨®n espacio-temporal que los distorsiona; soledades que de repente ya no son como antes, ara?an, se petrifican y toca amansar con nuevas estratagemas del alma y de la vida cotidiana; incluso la propia concepci¨®n de s¨ª mismos, que se ir¨¢ desdibujando ante los ojos sensibles, con personalidades desprovistas ahora de la proyecci¨®n social f¨ªsica y, qui¨¦n sabe durante cu¨¢nto, de un cierto tipo de ¨¢mbitos relacionales que son parte definitoria del ser de todos nosotros.
En lo profesional, evidentemente: un inmenso esfuerzo de digitalizaci¨®n y eficacia en remoto; el ingenio de cada cual para reconducir, revitalizar actividades paralizadas o mermadas por la crisis del virus.
Y, c¨®mo no, en la vida p¨²blica: el papel de las administraciones y el del mercado.
El mundo ha entrado en coma y la respiraci¨®n asistida ¨Cde enfermos humanos, de empresas en crisis, de millones de personas en dificultad econ¨®mica- solo la puede propiciar el conglomerado de instituciones p¨²blicas. La c¨¦lebre mano invisible de Adam Smith ¨Cla met¨¢fora del mercado inteligente que ajusta las cosas casi como por una suerte de ley f¨ªsica- se ve vapuleada en estas circunstancias. La mano invisible no sirve para nada, agarrotada y temblante en medio del vendaval.
Las administraciones son el pilar de la salvaci¨®n en los dos frentes: el econ¨®mico y el sanitario. En ambos casos, la acci¨®n de ahora determinar¨¢ nuestro futuro en m¨²ltiples aspectos y es necesario evitar que el salvator mundi de hoy se convierta en un leviat¨¢n (el temible monstruo b¨ªblico) ma?ana. Esto es especialmente evidente en la UE.
En el frente sanitario, el objetivo es proteger la vida de los ciudadanos y el refuerzo de las estructuras hospitalarias es un asunto obvio y no problem¨¢tico en t¨¦rminos morales (por supuesto lo es en t¨¦rminos log¨ªsticos). Lo que s¨ª puede ser problem¨¢tico son los sistemas de vigilancia telem¨¢tica de los movimientos ciudadanos y los poderes excepcionales en mano de los Ejecutivos y dirigidos a frenar la expansi¨®n del contagio. En las democracias m¨¢s maduras, esto no inquieta demasiado. En las menos consolidadas, los riesgos son evidentes. La perspectiva de Ejecutivos y fuerzas de seguridad con poderes exorbitados o fuera de control no debe subestimarse.
En el frente econ¨®mico, el objetivo es evitar una depresi¨®n brutal. Para ello, es necesario inyectar dinero en la econom¨ªa para, en primer lugar, preservar empleos y capacidad productiva y, cuando esto no es posible, respaldar a los desamparados. Ello requerir¨¢ una brutal acumulaci¨®n de deuda p¨²blica que compense el colapso de la facturaci¨®n privada. Esta insoslayable din¨¢mica generar¨¢ Estados leviatanes con enormes niveles de deuda e inextricablemente vinculados con los destinos de innumerables compa?¨ªas privadas. La maniobra requerir¨¢, necesariamente, la participaci¨®n activa de todo el sistema financiero, el riego sangu¨ªneo mejor posicionado para bombear vida, lo que complica a¨²n m¨¢s la ecuaci¨®n.
El hallazgo de los equilibrios ideales en este escenario es uno de los mayores retos intelectuales que ha afrontado la humanidad. M¨¢xime as¨ª en la UE, donde a los problemas comunes se suma la conjugaci¨®n de los intereses nacionales dentro de un aparato supranacional que cada miembro necesita, como hemos comprobado en la cumbre del jueves. El habitual conflicto entre el bloque suroccidental y el nororiental adquiere ahora tintes existenciales.
Como advirti¨® Mario Draghi en un texto publicado por Financial Times el mi¨¦rcoles, ¡°el precio del titubeo puede ser irreversible¡±. Va pensiero, veloz, con alas doradas.
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