Putin solo quiere dar buenas noticias
El presidente ruso adopta un segundo plano en la gesti¨®n de la crisis del coronavirus. Su postura puede marcar un momento cr¨ªtico en su mandato
Durante las dos d¨¦cadas de su mandato, Vlad¨ªmir Putin, ha hecho ver a los rusos que es ¨¦l quien toma las decisiones. Quien, en ¨²ltima instancia, se remanga y soluciona los problemas. El que escucha al ciudadano que pide otra l¨ªnea m¨¢s de metro en su remota ciudad, para que poco despu¨¦s el gobernador de aquella regi¨®n lo anuncie. O al veterano militar que reclama m¨¢s recursos. Pero en la crisis del coronavirus, el presidente ruso ha preferido tener un papel secundario. Putin solo quiere dar buenas noticias. Y ha dejado a sus lugartenientes los anuncios m¨¢s duros. La alerta sanitaria de la Covid-19, que en Rusia no alcanza (al menos todav¨ªa) las abrumadoras cifras de fallecidos y contagios de Occidente, y su gesti¨®n es, sin embargo, un episodio decisivo no solo para el futuro del pa¨ªs sino tambi¨¦n para su l¨ªder, a quien la crisis le ha pillado a punto de cristalizar una maniobra para perpetuarse en el poder.
Salvo la h¨ªpertelevisada visita a la ¡®primera l¨ªnea¡¯ al principal hospital de Mosc¨² para el tratamiento del coronavirus, donde se enfund¨® un vistoso traje de protecci¨®n especial amarillo y una moderna mascarilla, el presidente ruso ha estado ausente en la respuesta a la pandemia de coronavirus, que en Rusia ha matado a unas 130 personas y contagiado a m¨¢s de 15.700, seg¨²n sus datos oficiales, aunque las autoridades han admitido que la cifra real es mucho mayor. Han sido su primer ministro, Mija¨ªl Mishustin y, gobernadores regionales o alcaldes como el de Mosc¨², Sergu¨¦i Sobianin ¨Ccon un papel muy destacado¨C, los responsables de proponer y emprender las medidas de restricci¨®n m¨¢s dolorosas. ¡°Un modelo que en una Rusia que ha destruido el federalismo, centralizando el poder y privando a las regiones de recursos financieros, choca. De repente llegan malos tiempos y las regiones reciben m¨¢s autoridad y son as¨ª las responsables de la crisis¡±, apunta la polit¨®loga Marina Litvin¨®vich.
Mientras, Putin ha comparecido para pedir a los ciudadanos, con tono pausado y venerable, que se queden en casa, anunciar planes de apoyo econ¨®mico a empresas y profesionales sanitarios; y, sin declarar el estado de emergencia, anunciar un r¨¦gimen de ¡°d¨ªas no laborables¡± hasta final de mes. ¡°Queridos amigos, todo pasa y esto tambi¨¦n pasar¨¢. Nuestro pa¨ªs ha superado repetidamente pruebas serias: los pechenegos lo atormentaron, tambi¨¦n los polovzi [ambos pueblos semin¨®madas]. Rusia los derrot¨® a todos¡±, dijo esta semana. Y la comparaci¨®n de la lucha contra el coronavirus con las guerras contra esos enemigos medievales dej¨® at¨®nitos a muchos rusos.
Su ¡°discurso desapasionado¡± muestra ahora m¨¢s que nunca su falta de contacto con la realidad, resalta la polit¨®loga Litvin¨®vich, que se?ala que el l¨ªder ruso no quiere perder su ¨ªndice de popularidad. Y menos ahora que todav¨ªa debe celebrarse la consulta ciudadana (aplazada por el coronavirus) sobre la reforma de la Constituci¨®n que incluye una enmienda que abre una puerta a que Putin permanezca en el sill¨®n del Kremlin hasta 2036. La confianza de los ciudadanos hacia el l¨ªder ruso se ha llegado a resentir varios puntos del 67% de primeros de a?o al 60% en marzo, seg¨²n la encuestadora estatal VTsIOM. Ahora ha remontado. Sobre todo tras los ¨²ltimos discursos, en los que, pese a que a¨²n no ha reclamado un papel protagonista, se ha centrado en anunciar medidas para amortiguar el golpe financiero y la recesi¨®n a la que Rusia se encamina debido a las medidas de hibernaci¨®n por la pandemia.
¡°Esta es una t¨¢ctica muy antigua para que nada negativo, solo lo bueno, provenga de Putin. Incluso si la noticia en s¨ª es mala, Putin la retuerce tratando de exponer solo lo positivo¡±, opina Alex¨¢nder Soloviov, jefe del Partido de los Cambios en Mosc¨². ¡°Por eso sus subordinados, los cargos inferiores, son los que realizan las principales acciones y anuncios impopulares¡±, a?ade.
Pol¨ªticos como Soloviov y analistas como Marina Litvin¨®vich han hablado mucho estos d¨ªas sobre el sobre el ¡°diccionario de palabras prohibidas de Putin¡±. Vocablos como ¡°cuarentena¡±, ¡°estado de emergencia¡± o ¡°refer¨¦ndum¡±, que nunca pronuncia; como tampoco lo hac¨ªa antes con ¡°Navalni¡±, evitando dar visibilidad a Alex¨¦i Navalni, uno de los principales l¨ªderes opositores extraparlamentarios y muy conocido en Occidente.
Pero no declarar la emergencia nacional y optar por esas vacaciones pagadas puede tener una explicaci¨®n no solo sem¨¢ntica, dice Soloviov. ¡°Para declarar una cuarentena completa, es necesario decretar un estado de emergencia. Eso abre legalmente la puerta a que los ciudadanos reclamen al Estado indemnizaciones por las p¨¦rdidas sufridas. Ahora la carga la tienen los restaurantes, bares, tiendas que tienen que cerrar sin apenas apoyos. Y las peque?as y medianas empresas si siguen el r¨¦gimen de d¨ªas no laborables pagados¡±, dice el pol¨ªtico. As¨ª, con m¨¢s ¨¦xito todav¨ªa que los memes sobre guerreros pechenegos y polovzi, estos d¨ªas circula un chiste en las redes sociales rusas que hace referencia a todo ello: ¡°Entra Putin a un bar y dice ¡®una ronda para todos¡¯. Y acto seguido: ¡®Invita la casa¡±.
As¨ª, son ahora cada vez m¨¢s numerosas las voces que piden al Estado que libere sus reservas financieras. Que el golpe para la econom¨ªa si no lo hace puede ser muy duro. Pero Rusia, que cuenta con un fondo para los d¨ªas malos a costa del petr¨®leo, ha estado apostando en los ¨²ltimos a?os por una pol¨ªtica de ahorro severa y eso se nota en el bolsillo de los ciudadanos, que han visto reducidos sus ingresos corrientes por la recesi¨®n derivada de las sanciones occidentales y una econom¨ªa que necesita reformas; y que ahora pueden resentirse todav¨ªa m¨¢s. ¡°Los tiempos de vacas gordas han terminado, ahora tenemos que gestionar m¨¢s eficazmente los recursos que hay en el Estado¡±, avis¨® el ministro de Finanzas, Ant¨®n Siluanov, la semana pasada.
Un aviso que ha escamado a una ciudadan¨ªa preocupada por qu¨¦ suceder¨¢ despu¨¦s de esta crisis sanitaria y que ve c¨®mo mientras en su pa¨ªs faltan mascarillas y los sanitarios se quejan de que no tienen trajes de protecci¨®n o que los respiradores y la tecnolog¨ªa de sus centros est¨¢ algo obsoleta, Rusia se presenta como el salvador, enviando un cargamento de material ¨Cdonado¨C y un contingente de sanitarios a Italia a Serbia o a Estados Unidos.
Confinamiento m¨¢s severo en Mosc¨²
El alcalde de la capital rusa, una de las ciudades m¨¢s digitalizadas del mundo, ha introducido un nuevo sistema de pases digitales sin los cuales no se podr¨¢ transitar en transporte p¨²blico o privado. Podr¨¢n obtener estos salvoconductos -en formato QR y que se descargar¨¢n al m¨®vil- los ciudadanos que trabajen en las consideradas profesiones fundamentales, cuya actividad no se ha suspendido a¨²n: organizaciones financieras o sanitarias, por ejemplo. Los empleados estatales, abogados o periodistas con acreditaci¨®n no necesitan el pase, por ahora, seg¨²n el decreto firmado por el alcalde, Sergu¨¦i Sobianin.
En la capital rusa ya solo las actividades esenciales permanec¨ªan activas: tiendas de alimentaci¨®n, farmacias, establecimientos de telefon¨ªa m¨®vil. Todos los bares y restaurantes o centros comerciales est¨¢n cerrados. Y solo se puede salir a la calle para ir y volver al trabajo, a comprar, bajar la basura o pasear al perro pero no a m¨¢s de 100 metros del domicilio.
Estas medidas, sin embargo, han tenido un seguimiento muy desigual. Y esto, ha reconocido el alcalde, ha llevado al endurecimiento de las normas con el sistema de pases. En algunos barrios los ciudadanos no han dejado de salir a los parques o, incluso, hacer alguna barbacoa. Solo ayer, la polic¨ªa mult¨® a m¨¢s de 1.300 personas por infringir el decreto y reunirse en la calle, seg¨²n las autoridades.
¡°Esto es una necesidad. La necesidad de preservar la vida y la salud de muchos moscovitas, lo antes posible para superar el desastre y volver a la vida normal¡±, remarc¨® Sobianin en su blog, en el que explic¨® que la medida de los pases se empezar¨¢ a introducir paulatinamente. Alguna ciudad rusa ha experimentado ya con este sistema. Pero Mosc¨² es punta de lanza en la respuesta a la Covid-19. Fue la primera en decretar confinamiento y seguida por otras muchas. Tambi¨¦n puede abrir camino ahora, con los salvoconductos digitales que ahondan a¨²n m¨¢s en las f¨®rmulas de escrutinio digital.
Informaci¨®n sobre el coronavirus
- Aqu¨ª puede seguir la ¨²ltima hora sobre la evoluci¨®n de la pandemia
- El mapa del coronavirus: as¨ª crecen los casos d¨ªa a d¨ªa y pa¨ªs por pa¨ªs
- Gu¨ªa de actuaci¨®n ante la enfermedad
- En caso de tener s¨ªntomas, estos son los tel¨¦fonos que se han habilitado en cada comunidad
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.