La pandemia se torna en el mayor adversario de Putin
El mandatario, que aspiraba a coronar su maniobra para perpetuarse en el poder con el hist¨®rico desfile militar por el D¨ªa de la Victoria, ha tenido que aplazar su sincronizada agenda por el virus
Los mensajes inundaron la aplicaci¨®n de mapas Yandex. Pero en lugar de apuntes de tr¨¢fico, sobre la cuadr¨ªcula de la Duma se le¨ªa ¡°den de comer a mis hijos y me quedar¨¦ en casa¡± o ¡°Putin, dimisi¨®n¡±. Con la mayor¨ªa de regiones rusas en autoaislamiento por el coronavirus, pero sin declarar el estado de emergencia que habr¨ªa garantizado indemnizaciones a ciudadanos y empresas, el descontento social ha derivado en un pu?ado de creativas protestas virtuales. La primavera que Vlad¨ªmir Putin esperaba soleada, culminando su maniobra para perpetuarse en el poder y con el hist¨®rico desfile del D¨ªa de la Victoria como colof¨®n, se ha convertido en una enorme prueba. Y la afronta con un nivel de popularidad bajo m¨ªnimos.
La pandemia de la covid-19, que ha causado m¨¢s de 270.000 muertos en todo el mundo, ha alterado por completo tambi¨¦n la sincronizada agenda pol¨ªtica del presidente ruso, que se ha visto forzado a posponer el esperado desfile militar para conmemorar el 75? aniversario de la victoria del Ej¨¦rcito Rojo, en la que ansiaba recibir, entre otros, a Emmanuel Macron o a Xi Jinping. La controvertida visita del presidente franc¨¦s a Mosc¨² en una fecha tan se?alada para Putin, que la ha convertido en una de las piedras angulares de su discurso nacionalista y patri¨®tico, habr¨ªa sido un buen golpe de efecto a sus intenciones de empujar para que la UE levante las sanciones sobre Rusia por anexionarse la pen¨ªnsula ucrania de Crimea hace seis a?os. La llegada del l¨ªder chino hubiera terminado de consolidar a ojos del mundo la buena sinton¨ªa entre Pek¨ªn y Mosc¨².
Todo ello en un escenario apote¨®sico, con el desfile de miles de soldados y decenas de tanques y aviones en la Plaza Roja de Mosc¨². Pero el coronavirus se lo ha llevado todo por delante, dejando las calles de Mosc¨² y de otras ciudades rusas sembradas de r¨¦plicas de la bandera roja que se plant¨® en el Reichstag en Berl¨ªn en 1945 y paneles conmemorativos con mensajes patri¨®ticos por del D¨ªa de la Victoria. Una estela de calma en lugar de ensayos y celebraciones. La amenaza de la covid-19 tambi¨¦n ha llevado a aplazar sine die la consulta ciudadana sobre la reforma constitucional que permitir¨ªa al l¨ªder ruso salvar la limitaci¨®n legal y permanecer en su puesto en el Kremlin hasta 2036.
Con 190.000 infectados, Rusia es ya el quinto pa¨ªs del mundo en n¨²mero de positivos confirmados. Y aunque su tasa de mortalidad est¨¢, con 1.800 muertos, entre las m¨¢s bajas, seg¨²n las cuestionadas cifras oficiales, el pa¨ªs euroasi¨¢tico presenta uno de los escenarios de m¨¢s r¨¢pido crecimiento en contagios del mundo: 10.000 nuevos infectados diarios. Con un sistema sanitario debilitado por a?os de falta de reformas e infrafinanciaci¨®n cr¨®nica, la crisis de salud p¨²blica est¨¢ poniendo contra las cuerdas a la Administraci¨®n rusa y revelando profundas grietas de gesti¨®n.
Adem¨¢s, la receta de Putin de decretar ¡°d¨ªas no laborables pagados¡± para enviar a la gente a casa y no tener que declarar un estado de emergencia ¡ªque habr¨ªa supuesto legalmente que empresas y ciudadanos pudieran reclamar a la Administraci¨®n por las p¨¦rdidas derivadas de la pandemia¡ª, se ha traducido en realidad en que los ingresos del 39% de los trabajadores han disminuido ¡°significativamente¡±, seg¨²n la agencia de an¨¢lisis Romir.
La econom¨ªa rusa lleva en hibernaci¨®n casi siete semanas debido al confinamiento. Y el par¨®n, as¨ª como la ca¨ªda de los precios del petr¨®leo como consecuencia del desacuerdo con Arabia Saud¨ª y la OPEP y la baja demanda por la pandemia, tendr¨¢ tambi¨¦n un gran impacto en la econom¨ªa rusa, en la que los hidrocarburos representan un tercio del presupuesto nacional.
El Fondo Monetario Internacional pronostica que el producto interior bruto de Rusia se contraer¨¢ un 5,5% este a?o, la mayor ca¨ªda desde 2009. La tasa de desempleo podr¨ªa duplicarse al 10%, seg¨²n datos citados por el peri¨®dico gubernamental Rossiiskaya Gazeta. El rublo ha perdido m¨¢s de una quinta parte de su valor frente al d¨®lar este a?o. Todo ello con una situaci¨®n ya deteriorada: hoy, los ingresos reales de los rusos son un 7,5% m¨¢s bajos que hace seis a?os ¡ªantes de las sanciones¡ª; y volver¨¢n a caer un 5% en 2020, seg¨²n las previsiones de Alfa-Bank.
Una retah¨ªla de malas perspectivas que, unidas al cansancio de la ciudadan¨ªa, han hecho mella. En un pa¨ªs como Rusia, en el que Putin no tiene oposici¨®n, su presidencia no est¨¢ bajo riesgo, se?alan los analistas, pero s¨ª se est¨¢ viendo sometido a una prueba de resistencia poderosa.
Ausente en los primeros compases de la crisis sanitaria, cuando el Kremlin insist¨ªa en que la situaci¨®n estaba bajo control y en la que dej¨® las decisiones impopulares sobre los confinamientos a sus gobernadores regionales, Putin parece interesado ahora en mostrar que lleva el tim¨®n en las paulatinas medidas econ¨®micas de apoyo y las llamadas a la responsabilidad.
En las ¨²ltimas semanas, la televisi¨®n estatal le ha mostrado en reuniones por videoconferencia con su Gabinete ¡ªen el que hay al menos tres miembros con coronavirus, entre ellos su primer ministro, Mija¨ªl Mishustin¡ª o con los gobernadores regionales. Pero se le ha visto aburrido. ¡°Desconectado¡±, opina la analista Tatiana Stanovaya, colaboradora del Centro Carnegie de Mosc¨². ¡°Est¨¢ fuera de lugar, no entiende qu¨¦ hacer. Esta no es como otras crisis, pero al mismo tiempo no se puede quedar de brazos cruzados porque se ver¨ªa raro¡±, comenta Yulia Gali¨¢mina diputada municipal de Mosc¨² (independiente).
El apoyo a Putin ha ca¨ªdo hasta el 59% en abril desde el 63% del mes anterior, seg¨²n la ¨²ltima encuesta del independiente Centro Levada. El dato m¨¢s bajo desde que lleg¨® al poder en el a?o 2000, aunque un cambio en la metodolog¨ªa de la estad¨ªstica hace dif¨ªcil determinar si es efectivamente la peor cifra hist¨®rica.
¡°Putin est¨¢ acumulando una serie de fracasos pol¨ªticos¡±, dice el polit¨®logo Alex¨¢nder Mor¨®zov, del centro acad¨¦mico Bor¨ªs Nemtsov en Universidad Carolina de Praga. Esta es su crisis m¨¢s grave tras la de 2014, derivada de las consecuencias de la anexi¨®n de Crimea y la participaci¨®n del Kremlin en la guerra del este de Ucrania, opina. La impopular reforma de las pensiones, la escasa percepci¨®n de los rusos de sus derivas en la pol¨ªtica exterior, la inacci¨®n para lanzar los proyectos de inversi¨®n prometidos. Todo ha creado el caldo de cultivo actual. ¡°El r¨¦gimen de poder de Putin est¨¢ envejeciendo junto con ¨¦l. Ya no es un exitoso jugador de p¨®quer con cartas d¨¦biles, su popularidad cae¡±, dice Mor¨®zov.
Sus niveles, no obstante, siguen siendo envidiables y casi impensables para los pol¨ªticos occidentales, pero le muestran tocado. A la pregunta de la encuestadora estatal VTsIOM de en qu¨¦ pol¨ªticos confiaban, solo el 28% nombr¨® a Putin. ¡°El desplome tiene que ver fundamentalmente con la incertidumbre econ¨®mica. El rating no caer¨¢ mucho m¨¢s, se mantiene debido a la sensaci¨®n de falta de alternativas; pero tampoco tiene visos de subir porque la econom¨ªa no va a mejorar¡±, apunta el soci¨®logo y vicedirector del Centro Levada Den¨ªs V¨®lkov.
Adem¨¢s, no contar¨¢ con la baza que le otorgaba el desfile y los grandes fastos conmemorativos previstos para este s¨¢bado. Un duro golpe para Putin, que ha hecho de los gestos, la escenograf¨ªa y el simbolismo una parte fundamental de su presidencia. La mayor¨ªa de homenajes en un d¨ªa de importancia simb¨®lica inmensa para los rusos ser¨¢n online, como lo fueron las creativas protestas virtuales. En Mosc¨² hay programada apenas una exhibici¨®n a¨¦rea y fuegos artificiales que el alcalde, Sergu¨¦i Sobianin, ha animado a seguir desde las ventanas y los balcones; sin salir a la calle. Mientras, en lugar de la emotiva marcha del Regimiento Inmortal y sus miles de personas desfilando con las fotograf¨ªas y medallas de sus allegados, ca¨ªdos en la Gran Guerra Patria, o las marchas militares, los coches de la polic¨ªa recorren las calles de la capital rusa, emitiendo a todo volumen un mensaje: ¡°Respetados ciudadanos, les pedimos que no salgan de casa innecesariamente. Cuiden de su salud y no permitan que otros se infecten¡±.
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