La pandemia golpea a las mujeres mexicanas desde varios frentes
ONU Mujeres se?ala un aumento en los casos de violencia, sobrecarga en las tareas dom¨¦sticas y precarizaci¨®n laboral
Las tres horas que Cristina Gallegos est¨¢ metida en el transporte p¨²blico para ir y volver de su casa al trabajo es el ¨²nico tiempo libre que tiene en el d¨ªa. Vive en Valle de Chalco, un municipio del Estado de M¨¦xico, y trabaja en el Paseo de la Reforma en la capital del pa¨ªs. Durante su jornada laboral, de ocho horas, limpia entre seis y ocho apartamentos en un edificio que renta a viajeros. Al regresar a su vivienda contin¨²a limpiando. Sin pago y sin descanso. No se queja, dice que a las mujeres que son madres les toca cuidar de su familia, pero reconoce, a manera de desahogo, que est¨¢ cansada. Ahora m¨¢s. Desde que la pandemia por el coronavirus oblig¨® a suspender las clases presenciales en las escuelas, adem¨¢s de limpiar, lavar, planchar y cocinar, debe hacer de profesora de su hijo de seis a?os. Llega del trabajo, se quita los zapatos y empieza otra jornada. ¡°Apenas me doy un respiro antes de hacer de comer, ver qu¨¦ tareas tiene el ni?o, revisar si lo hizo bien, explicarle y responder el whatsapp a la maestra, que hasta en la noche escribe. Las mam¨¢s no tenemos descanso¡±, repite Gallegos, de 42 a?os, en un tono de resignaci¨®n.
El cuidado de personas y de hogares en M¨¦xico recae principalmente en las mujeres. En promedio invierten 39 horas semanales en este trabajo no remunerado. Es el triple de horas en comparaci¨®n a los hombres, seg¨²n cifras del Instituto Nacional de Mujeres (Inmujeres). ¡°Estamos observando que las desigualdades de g¨¦nero que preexisten a una crisis sanitaria como esta se profundizan en el momento de una emergencia¡±, apunta Bel¨¦n Sanz Luque, representante de ONU Mujeres en M¨¦xico. No solo es que ahora tengan m¨¢s carga en sus casas, tambi¨¦n es que al cerrar la puerta la violencia las acecha. Aunque el presidente Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador niega que las agresiones hayan aumentado en los d¨ªas de confinamiento, la realidad demuestra lo contrario. La Red Nacional de Refugios se?ala que las peticiones de asilo para estos hogares que ofrecen protecci¨®n aumentaron en las primeras semanas de aislamiento en un 30%, y solo en marzo, los ingresos a estos lugares crecieron un 12%. El Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad P¨²blica reporta que, entre enero y marzo, la l¨ªnea de emergencias recibi¨® 67.000 denuncias relacionadas con incidentes de violencia contra la mujer, 57.900 espec¨ªficamente por violencia de pareja y 170.000 por violencia familiar. El hogar no siempre es un lugar seguro. Durante estos primeros meses adem¨¢s se registraron 244 feminicidios.
¡°La manera en que la crisis sanitaria afecta a las ni?as y a las mujeres es distinta con respecto a c¨®mo afecta a los hombres. La violencia se est¨¢ exacerbando, el impacto econ¨®mico es peor. Est¨¢n enfrentando mayor vulnerabilidad. En M¨¦xico, casi un 60% de mujeres trabaja en el mercado informal. Eso hace que millones hoy puedan estar en la pobreza y sin acceso a servicios de salud¡±, dice Sanz Luque. No solo es la sobrecarga de trabajo dentro de las casas y la violencia, tambi¨¦n es la precarizaci¨®n laboral.
¡°Hemos conocido casos de mujeres que valientemente hab¨ªan tomado la decisi¨®n de separarse de sus parejas porque eran v¨ªctimas de violencia y hab¨ªan logrado buscar alojamiento, pero producto de las medidas que se han tomado y de no tener estabilidad ni sustento econ¨®mico han tenido que regresar. La violencia no se rompe solo con salir de un lugar, tambi¨¦n necesita garant¨ªas econ¨®micas¡±, reflexiona la vocera de ONU Mujeres en M¨¦xico, desde donde tambi¨¦n llaman la atenci¨®n sobre la urgencia de proteger a quienes est¨¢n en la atenci¨®n primaria de la crisis desde el ¨¢mbito sanitario. Las mujeres ocupan el 79% del personal de enfermer¨ªa y ejercer su profesi¨®n les ha costado intimidaciones y agresiones. A final de abril, la Secretar¨ªa de Gobierno de M¨¦xico registraba 47 acciones violentas hacia el personal m¨¦dico, el 70% tuvo como blanco a las mujeres.
¡°Tenemos que reconocer el impacto espec¨ªfico de esta crisis en las mujeres y a la hora de poner en marcha un plan de recuperaci¨®n deben estar en el centro. La manera en que la pandemia ha sacudido a nuestras sociedades y ha puesto al desnudo lo que se necesita cambiar es justo una oportunidad hacia la igualdad de g¨¦nero, el cambio que m¨¢s necesitamos¡±, dice Sanz Luque. Aunque el coronavirus es m¨¢s letal en los hombres, las mujeres sufren m¨¢s durante el confinamiento y en M¨¦xico son golpeadas desde varios frentes.
La Red Nacional de Refugios pide atenci¨®n
La primera semana de mayo, algunos de los 69 espacios de atenci¨®n y protecci¨®n que hacen parte de la Red Nacional de Refugios (RNR) estaban hasta al 100% de su capacidad. Los que todav¨ªa ten¨ªan lugar rozaban el 80%. La alerta de que puedan aumentar en los pr¨®ximos d¨ªas las solicitudes para entrar en estos lugares, oblig¨® a la RNR a enviar una carta al presidente Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador exigiendo atenci¨®n y exponiendo las preocupaciones frente a la dificultad para garantizar la protecci¨®n a las mujeres violentadas.
¡°No se cuenta con recursos extraordinarios para que los Refugios hagan frente a la contingencia sanitaria, como lo son las Casas de Emergencia, que permitir¨ªan mitigar la propagaci¨®n del coronavirus dentro de los Refugios, as¨ª como las Casas de Transici¨®n para aquellas mujeres que al finalizar su proceso no cuentan con opciones de vivienda, y ahora menos ante el impacto econ¨®mico que la covid-19 representa para las mujeres¡±, se?alan en la carta. Aseguran que las medidas de austeridad publicadas el 23 de abril podr¨ªan tener implicaciones en los programas orientados a garantizar los derechos humanos de las mujeres, sobre todo los destinados a la atenci¨®n y prevenci¨®n de las violencias.
Desde la ONU se unen al llamado de la RNR y piden reforzar el financiamiento de refugios de acogida para mujeres que enfrentan alto riesgo de violencia. Adem¨¢s de que se facilite el acceso a la justicia a trav¨¦s de mecanismos virtuales y alternativos.
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