¡°Cualquier mujer en M¨¦xico est¨¢ en riesgo frente a los hombres¡±
La antrop¨®loga mexicana, creadora del t¨¦rmino de feminicidio, habla con EL PA?S sobre la naturaleza de la violencia contra las mujeres y el resurgir del movimiento feminista en Latinoam¨¦rica
Marcela Lagarde y de los R¨ªos (Ciudad de M¨¦xico, 1948) naci¨® el mismo a?o en que Simone de Beauvoir escribi¨® El segundo sexo, el ensayo que sent¨® las bases del feminismo actual y habl¨® por primera vez de la construcci¨®n social de las mujeres. Pod¨ªan exigir las mismas oportunidades que los hombres y forjar su propio destino sin ajustarse a lo que la sociedad esperaba de ellas.
Sobre ese pilar se construy¨® una de las m¨¢ximas representantes del feminismo en Latinoam¨¦rica. Militante del Partido Comunista y posteriormente diputada en el Congreso mexicano, Lagarde habla de manera directa y clara sobre uno de los contextos m¨¢s peligrosos para ser mujer en el mundo: M¨¦xico, donde cada d¨ªa son asesinadas diez mujeres.
Hace d¨¦cadas, como parte de su trayectoria acad¨¦mica y pol¨ªtica, Marcela Lagarde se inspir¨® en el trabajo de sus colegas estadounidenses Diana Russell y Jill Radford, que durante los a?os setenta utilizaron el concepto femicide para referirse a los asesinatos de mujeres con perspectiva de g¨¦nero. Sobre esa base, en 2006 acu?¨® el t¨¦rmino feminicidio que hoy se utiliza en las legislaciones de distintos pa¨ªses. Lagarde fue impulsora de la Ley General para el Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia (2007) y form¨® parte de la comisi¨®n del Congreso de M¨¦xico que dio seguimiento a las investigaciones relacionadas con los feminicidios. En 2009 tuvo un papel decisivo en la primera sentencia que la Corte Interamericana de Derechos Humanos dict¨® con perspectiva de g¨¦nero contra el Gobierno mexicano por el asesinato de tres mujeres en Ciudad Ju¨¢rez (norte de M¨¦xico). El caso, conocido como Gonz¨¢lez y otras (Campo Algodonero) supuso un hito en el acceso a la justicia de las mujeres v¨ªctimas de feminicidio en M¨¦xico.
La lucha incansable de la mexicana por erradicar la violencia machista la ha llevado por todo el mundo a dar conferencias sobre su obra y una c¨¢tedra lleva su nombre. Pese al horror y un camino lleno de obst¨¢culos, en los ojos y las palabras de Marcela Lagarde hay esperanza. Se aferra a las nuevas generaciones de mujeres que vienen detr¨¢s de ella quem¨¢ndolo todo y haciendo huelga para cambiar las cosas de ra¨ªz. ¡°Estoy encantada de ver a las j¨®venes en las universidades. Me fascinan, me dirigen, estoy dispuesta a ir con ellas. Me parece que podemos vernos en sus ojos y tenemos que apoyarlas y acogerlas¡±, dice la antrop¨®loga.
Sentada en el sof¨¢ de su casa, rodeada de mu?ecas inspiradas en Frida Kahlo, Lagarde habla sin prisa pero sin pausa. Sabe lo que tiene que decir y no quiere dejarse una palabra sin pronunciar.
Pregunta. ?Qu¨¦ distingue la violencia contra las mujeres dentro de la escalada de violencia que vive M¨¦xico?
Respuesta. Los feminicidios son diferentes de otros asesinatos y homicidios porque se trata de cr¨ªmenes cometidos contra mujeres, ni?as y ancianas por el hecho de ser mujeres. Hay una violencia extrema contra ellas no porque est¨¦n en una guerra o en un conflicto armado sino por su condici¨®n de g¨¦nero. Cualquier mujer en un pa¨ªs como M¨¦xico est¨¢ en un lugar de riesgo frente a los hombres, en un lugar de segundo plano. Aunque una mujer sea muy inteligente, muy buena, muy estudiosa y trabajadora...cualquier hombre es superior a ella porque hay supremacismo de g¨¦nero que tiene que manifestarse ejerciendo el poder, y el poder m¨¢s brutal en caso de lo patriarcal, es arrancar la vida.
P. ?Por qu¨¦ cree que hay tanta brutalidad y ensa?amiento en los ¨²ltimos casos de feminicidio que hemos visto en M¨¦xico?
R. Es una violencia ejemplar, no solo a las v¨ªctimas sino a todas nosotras. Para que todas las mujeres sepamos que por ser mujeres si nos movemos raro, mal, a destiempo o hacemos cualquier cosa que el orden social no apruebe, podemos ser v¨ªctimas de violencia.
P. Tras la publicaci¨®n de las im¨¢genes del feminicidio de Ingrid Escamilla en las portadas de los peri¨®dicos. ?Qu¨¦ papel juega la sociedad en perpetuar esta violencia hacia las mujeres?
R. Los feminicidas reciben reconocimiento social. El feminicidio sucede siempre y cuando haya un nicho de tolerancia social a la violencia y a la cosificaci¨®n de mujeres, ni?as y adolescentes. La violencia feminicida es un conjunto de rasgos que si se suman conducen al feminicidio. Es el nicho social de aprobaci¨®n machista y mis¨®gina de conculcar derechos humanos, pol¨ªticos, civiles, econ¨®micos, sexuales y laborales de las mujeres.
P. Usted dijo en su ¨²ltima conferencia que le daba ¡°verg¨¹enza¡± M¨¦xico por el trato que daba a sus mujeres y a sus ni?as
R. Yo soy una mujer moderna y aspiro a que las mujeres tengamos integridad, respeto en nuestra persona, en nuestro entorno, en nuestra obra. Adem¨¢s de pacifistas, las feministas creemos que no hay que quedarnos con la restricci¨®n de un tipo de da?o f¨ªsico, econ¨®mico, hay que entender que la violencia y la desigualdad contra las mujeres permea todo el orden social, todos los espacios, territorios, actividades.
P. ?Cree que el feminismo se le atraganta al Gobierno del presidente Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador?
R. Difiero de que ¨¦l encuentre la causa de la violencia contra las mujeres y ni?as en el neoliberalismo, me parece que le falta perspectiva de g¨¦nero. No acaban de comprender que tenemos que desarticular, modificar y hacer una reforma del Estado. El presidente dijo: ¡°No somos machos¡± y se cree que porque lo dice se cumple. Se equivoca, son machos aunque no lo quieran aceptar. El estilo de hacer pol¨ªtica, las estructuras pol¨ªticas, el sistema pol¨ªtico son patriarcales. Me parece inaceptable que quienes dirijan este pa¨ªs no tengan una formaci¨®n profunda en estos temas. Conozco funcionarios y funcionarias que son bastante machistas, simuladores que no hablan con la ciudadan¨ªa. Nosotras queremos el trato de ciudadanas, no de vulnerables, [como dijo el presidente].
P. ?Qu¨¦ opina de la posibilidad que dio el Fiscal de M¨¦xico de eliminar el tipo de feminicidio y reducirlo a homicidio agravado para aliviar la carga de trabajo de las procuradur¨ªas?
R. Gertz Manero evidenci¨® su misoginia terrible y su prepotencia supremacista de gobierno. No tuvo en cuenta el trayecto que ha tenido la construcci¨®n del feminicidio, las leyes que existen en Latinoam¨¦rica sobre el tema. Ese es el machismo como forma de gobernar, ignorar todo y llegar con una verdad impuesta con el peso de las instituciones.
P. ?Cree que podr¨ªa producirse ese retroceso en la justicia de M¨¦xico?
R. Saldr¨ªamos a la calle millones, de eso estoy segura. Que le toquen un pelito al feminicidio porque no se la van a acabar. No se?or, no se le va a hacer.
P. ?La lucha contra la violencia machista es la mayor batalla del feminismo en Am¨¦rica Latina?
R. No me gusta decir ¡°batalla¡± porque soy pacifista. Prefiero llamarlo causa para quitarme el lenguaje machista terrible de la violencia. Las feministas hacemos la cr¨ªtica a las violencias para poder desmontarlas. En el caso de M¨¦xico, el Gobierno actual plantea que trabaja por la vida de las personas y porque puedan desarrollarse. Me parece un buen piso para hablar y dialogar porque es imprescindible que incorporen la visi¨®n de igualdad en ese esquema de lograr la buena vida. S¨¦ que en el Gobierno hay muchas feministas, las conozco y las quiero.
P. ?Y el aborto?
R. En esa estamos desde hace 60 a?os. Tardamos 50 a?os de conseguirlo en la Ciudad de M¨¦xico y ahora se puede abortar hasta la semana 12 de gestaci¨®n. En los a?os en los que Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador fue jefe de Gobierno de la Ciudad de M¨¦xico no tuvimos avance en la legislaci¨®n porque ¨¦l se opuso.
P. ?Y ahora como presidente no cree que ser¨¢ igual?
R. Tiene la oportunidad de resarcirse y de optar por esto que le propone el movimiento feminista.El presidente anda moralizando el pa¨ªs, no queremos moral, queremos ¨¦tica. Lo que ahora est¨¢ pasando es que la derecha y las iglesias de todo tipo est¨¢n presionando para que se legisle la vida desde la concepci¨®n.
P. ?C¨®mo ve el movimiento feminista actual en M¨¦xico y Latinoam¨¦rica?
R. En mi vida me han tocado varios picos de ola, depende de en qu¨¦ continente est¨¦. En Europa cuentan de menos las olas del feminismo y a veces en Am¨¦rica Latina contamos de m¨¢s porque tenemos olas propias en el continente, por ejemplo, la de violencia y derechos humanos que vivimos ahora. Va a haber una especie de crisis de crecimiento. Crisis sin que ponga usted cara de susto, en el buen sentido de la historia donde una realidad fuerza a que haya cambio, a veces, a pesar de la gente.
P. ?Qu¨¦ papel cree que juegan los hombres en todo esto?
R. Planteamos eliminar privilegios y supremacismo para empezar. Estamos en un estira y afloja durante 20 a?os donde grupos importantes se han opuesto a que los hombres cambien. La desigualdad se tiene que desarticular y eso implica cambios estructurales de la condici¨®n masculina de los hombres. Gran parte de su poder se debe a la dominaci¨®n que ejercen. Tendr¨ªamos que empezar por eliminar la expropiaci¨®n que hacen los hombres a las mujeres.
P. ?Qu¨¦ nos expropian los hombres?
R. Todo. El cuerpo, la sexualidad, la capacidad de pensar, de crear, de proponer, de participar. Todo eso nos ha sido expropiado, apenas en el mundo a finales del siglo XX hemos logrado que se acepte que participemos en asuntos p¨²blicos. Acabar con el feminicidio es llegar a la punta del iceberg pero antes hay que demoler el cuerpo del iceberg y construir alternativas.
P. ?Qu¨¦ tiene que decirles a las nuevas feministas?
R. Que van muy bien, son un lujo que me llena de dicha. Me siento feliz. Han dado un paso m¨¢s all¨¢ de donde est¨¢bamos, enorme. Todav¨ªa no vemos las consecuencias de ese gran cambio.
P. ?Qu¨¦ opina del paro de mujeres que se est¨¢ convocando para el pr¨®ximo 9 de marzo?
R. El paro es un derecho, no un privilegio. Un derecho que tenemos que lograr que sea exigible para todas ese es el d¨¦bito de esta ¨¦poca. Si decimos que es un privilegio lo colocamos como algo inalcanzable y adem¨¢s negativo. Es un derecho humano como lo es la educaci¨®n y la sanidad.
P. Pero muchas no pueden o no quieren parar
R. Hay que ser impulsoras de las dem¨¢s y conseguirlo por las otras tambi¨¦n, por las que no quieren.
P. ?Usted va a parar?
R. Voy a estar en Los Cabos, en una conferencia.
P. Pero, eso es trabajar
R. En ese momento es mi militancia de activista la que me hace estar rodeada de mis colegas, con mis socias de la vida. Nosotras somos insistencialistas como dice una colega vasca: ¡°Insistimos y volvemos a insistir. Entonces, as¨ª, m¨¢s mujeres tendr¨¢n m¨¢s derechos¡±. Queremos todos los derechos para todas las mujeres.
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