Muere la mujer que impuls¨® el gran caso sobre los transg¨¦nero pendiente en el Supremo de EE UU
Aimee Stephens fue despedida en 2013 tras comunicar que vivir¨ªa como una mujer. El tribunal a¨²n debe decidir si la Ley de Derechos Civiles de 1964 cubre la orientaci¨®n y el cambio de sexo
Aimee Stephens ya no ver¨¢ el desenlace del caso con m¨¢s trascendencia sobre los derechos de gays y transexuales al que se ha enfrentado el Supremo de Estados Unidos en a?os. Stephens, que fue despedida de la funeraria en la que trabajaba en 2013 al comunicar que hab¨ªa cambiado de g¨¦nero, muri¨® este martes a los 59 a?os por complicaciones en la enfermedad de ri?¨®n que padec¨ªa. La cuesti¨®n de fondo a la que se enfrenta el alto tribunal es si la ley de Derechos Civiles de 1964, que proh¨ªbe la discriminaci¨®n de los trabajadores por motivo de raza, sexo o religi¨®n, tambi¨¦n cubre la orientaci¨®n sexual y el cambio de sexo.
Stephens parec¨ªa una mujer fr¨¢gil y abrumada. Costaba imaginarla al frente del caso que iba a escribir un cap¨ªtulo de la historia de los derechos LGBT. Cuando EL PA?S la entrevist¨® el pasado octubre, en una biblioteca p¨²blica cercana a su casa en Michigan, relat¨® su historia de amor y descubrimiento e insist¨ªa en que los jueces deben comprender que el g¨¦nero ¡°es algo m¨¢s de lo que hay entre tus piernas al nacer¡±. Hab¨ªa crecido como Anthony en un pueblo llamado Fayetteville, en la sure?a Carolina del Norte, en el seno de una iglesia baptista. Se hab¨ªa ordenado pastor. Se hab¨ªa casado y enviudado y vuelto a casar con Donna, hoy su viuda.
A lo largo de su historia, el Supremo estadounidense ha moldeado la sociedad con sentencias hist¨®ricas, como la que legaliz¨® el matrimonio igualitario en todo el pa¨ªs o la que vet¨® la segregaci¨®n racial en los espacios privados, todas a partir de casos particulares, denuncias que escalaron de juzgado en juzgado hasta llegar a la m¨¢xima autoridad judicial del pa¨ªs. El caso de Aimee Stephens era uno de ellos.
Stephens llevaba varios viviendo una doble vida: Aimee llevaba faldas por casa, Anthony vest¨ªa uniforme masculino en el trabajo. Hasta el que el 31 de julio de 2013 entreg¨® una carta a su jefe, Thomas Rost, due?o de Harris Funeral Homes, para comunicarle su transici¨®n de g¨¦nero. Este la despidi¨® dos semanas despu¨¦s alegando que ¨¦l hab¨ªa contratado a un hombre y que su apariencia femenina supondr¨ªa ¡°una distracci¨®n¡± para las familias de luto y un rechazo a los mandamientos de Dios. Entonces comenz¨® la batalla judicial. Otras dos denuncias de empleados gays despedidos -uno de ellos, ya fallecido tambi¨¦n- mantienen abierto el proceso que va a marcar un punto de inflexi¨®n para la comunidad LGBT estadounidense, pues la mitad de los Estados carecen de legislaci¨®n espec¨ªficas contra la discriminaci¨®n laboral de este colectivo.
Donna Stephens, la viuda de Aimee, dio las gracias a las entidades e individuos que las apoyan por mantener en sus oraciones a su ¡°mejor amiga y compa?era del alma". Ambas se conoc¨ªan desde la infancia, pero hicieron su vida con otras personas y se reencontaron a?os despu¨¦s. En 2008, cuando a Donna se la llevaban los demonios porque sospechaba que Anthony la enga?aba con otra mujer, supo la verdad y se amold¨®. A primero de octubre, ambas acudieron juntas a la argumentaci¨®n oral del Supremo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.