Colombia busca anticuerpos contra la corrupci¨®n en medio de la pandemia
Una investigaci¨®n acad¨¦mica advierte que el aumento del gasto crea oportunidades para las malas pr¨¢cticas y los municipios m¨¢s propensos al flagelo han aumentado los contratos discrecionales
La gesti¨®n de la crisis del coronavirus es terreno f¨¦rtil para que la corrupci¨®n aceche all¨ª donde ya ha hecho de las suyas. Sucede en varios pa¨ªses, y tambi¨¦n en Colombia, donde el Gobierno de Iv¨¢n Duque ha rebajado los requisitos de contrataci¨®n para poder llegar de manera m¨¢s expedita con ayudas hasta los m¨¢s vulnerables. Una investigaci¨®n de economistas de la Universidad del Rosario, en Bogot¨¢, refrenda esa sospecha ciudadana y evidencia la necesidad de no bajar la guardia en la lucha contra este flagelo, a¨²n en medio de la pandemia.
La emergencia sanitaria, adem¨¢s de las consecuencias sociales y econ¨®micas de las medidas de distanciamiento social, ha llevado a los Gobiernos a aumentar el gasto, as¨ª como relajar reglas y procedimientos para acelerar las transacciones. Esto tambi¨¦n crea oportunidades para los abusos, plantea el documento Corrupci¨®n en los tiempos de la pandemia, elaborado por los investigadores Jorge Gallego, Mounu Prem y Juan Fernando Vargas. Con base en informaci¨®n de contrataci¨®n p¨²blica en Colombia, los autores identifican primero cu¨¢les han sido en el pasado los municipios m¨¢s propensos a la corrupci¨®n dentro del pa¨ªs, clasificados por medio de un sofisticado sistema de inteligencia artificial que considera hasta 147 variables para cada uno de ellos. ¡°Hay que tener en cuenta c¨®mo est¨¢ construido el indicador¡±, apunta Gallego. ¡°Las capitales, por ejemplo, tienen proyectos m¨¢s grandes, ejecutan m¨¢s recursos y oficinas anticorrupci¨®n m¨¢s encima, ergo los actos irregulares en ellas cometidas tienen m¨¢s riesgo de ser detectados".
A continuaci¨®n, comprueban si dicha condici¨®n tiene efecto sobre c¨®mo han respondido los distintos gobiernos municipales al incremento del gasto asociado en el tiempo con el brote de SARS-CoV-2. En concreto, los investigadores buscan si este punto de partida se asocia con una mayor proporci¨®n de contratos discrecionales, entregados ¡®a dedo¡¯, como reza el coloquialismo local, y con un aumento en su valor promedio.
El resultado de sus an¨¢lisis es, efectivamente, positivo. ¡°Nuestra evidencia sugiere que los grandes shocks negativos que requieren un gasto r¨¢pido y cuantioso pueden aumentar la corrupci¨®n¡±, advierte Gallego.
Las medidas de confinamiento han golpeado con ferocidad a los pa¨ªses en desarrollo, donde una mayor proporci¨®n de la poblaci¨®n deriva su sustento de actividades informales y carece de acceso a redes de bienestar como los seguros de desempleo, se?ala el art¨ªculo. En Colombia, casi la mitad de la poblaci¨®n activa vive al d¨ªa de la econom¨ªa informal, seg¨²n datos oficiales, y el ¡°aislamiento preventivo obligatorio¡± ¨Ccomo llama el Gobierno las medidas de confinamiento que est¨¢n cerca de cumplir dos meses¨C impacta especialmente a esos sectores. Los Gobiernos, adem¨¢s de las grandes inversiones en infraestructura m¨¦dica, han tenido que movilizarse para satisfacer las necesidades de los m¨¢s vulnerables. Sin embargo, ¡°existe evidencia generalizada de que relajar los controles aumenta el gasto discrecional y, por lo tanto, genera m¨¢s oportunidades de malversaci¨®n¡±, se?alan los autores. ¡°Esta situaci¨®n puede estar particularmente arraigada en lugares que tradicionalmente han tenido bajos niveles de capacidad estatal y altos niveles de corrupci¨®n, creando un c¨ªrculo vicioso que dificulta proveer la atenci¨®n de emergencia adecuada¡±.
Aunque la corrupci¨®n no es un fen¨®meno f¨¢cil de medir, Colombia es percibido como un lugar con n¨ªveles relativamente altos. El a?o pasado se ubic¨® en el puesto 96 entre 180 pa¨ªses en el ¨ªndice de percepci¨®n de corrupci¨®n de Transparencia Internacional. En un ejemplo ilustrativo, el 29 por ciento de los encuestados en el m¨¢s reciente estudio bimensual de la firma Invamer consider¨® la corrupci¨®n como el principal problema que tiene Colombia en estos momentos, lo que la ubica en primer lugar por encima de otras opciones como el desempleo o el orden p¨²blico. El 78 por ciento de los consultados en ese mismo sondeo considera que est¨¢ empeorando.
Diversas voces han activado alarmas en esta coyuntura. Los organismos de control ¨Cla Fiscal¨ªa, la Procuradur¨ªa y la Contralor¨ªa¨C han denunciado malas pr¨¢cticas como sobrecostos, cobros indebidos o irregularidades en la contrataci¨®n. Las compras de miles de bolsas de alimentos b¨¢sicos por parte de varios alcaldes y gobernadores han estado bajo la lupa. En un ejemplo ilustrativo, en el departamento de Arauca se compraron latas de at¨²n cinco veces m¨¢s caras que el precio del mercado. La Silla Vac¨ªa, un medio especializado en pol¨ªtica, estudi¨® una muestra de casi medio centenar de contratos en distintas regiones, y hall¨® sobrecostos en m¨¢s del 40 por ciento. ¡°El seguimiento a los dineros destinados para la emergencia econ¨®mica no se deben ver como barreras para su ejecuci¨®n, se trata en gran medida de aplicar los mecanismos que ya tiene la institucionalidad y cuidar lo que nos preocupa a todos¡±, ha se?alado Andr¨¦s Hern¨¢ndez, director ejecutivo de Transparencia por Colombia.
¡°Encontramos que en los lugares m¨¢s corruptos de Colombia, el gasto en contrataci¨®n directa para comprar ese tipo de articulos o de productos es mucho m¨¢s indiscriminado¡±, detalla Gallego, quien tambi¨¦n es doctor en Ciencia Pol¨ªtica de New York University. En medio de la pandemia de la covid-19 es obvio que los Gobiernos deben relajar los procedimientos de contrataci¨®n, admiten los economistas de El Rosario en las conclusiones de su an¨¢lisis. Sin embargo, para frenar los posibles efectos negativos, estas pol¨ªticas se deben acompa?ar de herramientas de rendici¨®n de cuentas como auditor¨ªas, que han funcionado en otras circunstancias. ¡°M¨¢s transparencia, acompa?ada de tecnolog¨ªa y ciencia de datos, tambi¨¦n podr¨ªa ayudar a reducir la corrupci¨®n¡±, concluyen.
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