Un v¨ªdeo revela una explosiva reuni¨®n entre Bolsonaro y sus ministros con amenazas e insultos
El Supremo de Brasil difunde las im¨¢genes, una prueba clave en la investigaci¨®n en contra del mandatario
Todo Brasil ha podido asistir al momento m¨¢s secreto de cualquier Gobierno, una reuni¨®n del presidente con sus ministros. La celebrada el pasado 22 de abril dej¨® de ser secreta el viernes por decisi¨®n de un juez del Supremo. All¨ª un alterado Jair Bolsonaro pronuncia la frase que, seg¨²n denunci¨® el antiguo juez Sergio Moro al dimitir como ministro de Justicia, demuestra sus injerencias en la c¨²pula de la polic¨ªa para proteger a su familia. El v¨ªdeo es u...
Todo Brasil ha podido asistir al momento m¨¢s secreto de cualquier Gobierno, una reuni¨®n del presidente con sus ministros. La celebrada el pasado 22 de abril dej¨® de ser secreta el viernes por decisi¨®n de un juez del Supremo. All¨ª un alterado Jair Bolsonaro pronuncia la frase que, seg¨²n denunci¨® el antiguo juez Sergio Moro al dimitir como ministro de Justicia, demuestra sus injerencias en la c¨²pula de la polic¨ªa para proteger a su familia. El v¨ªdeo es una prueba clave en la investigaci¨®n del Supremo contra el jefe del Estado. Junto al frente pol¨ªtico-judicial, el Gobierno afronta una grave crisis sanitaria.
La grabaci¨®n oficial en v¨ªdeo de la reuni¨®n del Gabinete deja boquiabierto a cualquiera. Es un c¨®ctel explosivo que incluye amenazas a los jueces del Supremo, a gobernadores y alcaldes, insultos, tacos ¡ªcasi 40¡ª, un llamamiento a aprovechar que la prensa est¨¢ concentrada en la pandemia para flexibilizar leyes medioambientales y la frase clave. Moro, juez s¨ªmbolo de la lucha contra la corrupci¨®n, sustenta sobre esa frase de Bolsonaro la acusaci¨®n de injerencia pol¨ªtica con el fin de blindar a sus hijos en investigaciones policiales.
¡°Intent¨¦ cambiar oficialmente a la gente de nuestra seguridad en R¨ªo de Janeiro y no pude. Se acab¨®. No voy a esperar a que jodan a toda mi familia, o a mis amigos, porque no puedo cambiar a alguien. Lo voy a cambiar. Si no puedo, cambio a su jefe; si no puedo cambiar al jefe, cambio al ministro. Y punto final. Aqu¨ª no estamos para jueguecitos¡±, advierte a sus ministros en una reuni¨®n a la que asisten los directores de bancos p¨²blicos, asesores, un fot¨®grafo, el c¨¢mara que graba y camareros que sirven caf¨¦ y pastas. Esa reuni¨®n precipita la salida de Moro del Gobierno.
Bolsonaro siempre ha insistido en que la frase se refiere a la seguridad de su familia, no a la c¨²pula de la Polic¨ªa Federal. Entrevistado tras la difusi¨®n del v¨ªdeo, dijo que es ¡°un tiro en el agua, otra farsa desmontada¡±.
El Supremo investiga al presidente brasile?o por supuesta prevaricaci¨®n y obstrucci¨®n a la justicia, entre otros delitos. Corresponder¨¢ al fiscal general del Estado decidir si hay motivos para procesarlo. Si formaliza la acusaci¨®n, dos tercios de la C¨¢mara de Diputados deben aprobar que sea juzgado por el Supremo. Para neutralizar cualquier intento, Bolsonaro se ha aliado con parlamentarios de los que echaba pestes. Ya est¨¢ repartiendo cargos para lograr, si fuera necesario, un apoyo vital para evitar un juicio penal. En paralelo, existen peticiones de impeachment, pero ninguna ha sido siquiera debatida en la C¨¢mara. Una de ellas demanda que el m¨®vil de Bolsonaro sea requisado.
Las m¨¢s de tres horas de reuni¨®n ministerial del v¨ªdeo confirman que combatir la epidemia, que entonces hab¨ªa matado a 3.000 personas y ahora a m¨¢s de 20.000, no est¨¢ entre las prioridades del Gobierno federal. ¡°Ni una estrategia de combate a la pandemia, ni una palabra de conmiseraci¨®n a las v¨ªctimas del coronavirus. Al contrario, el presidente critica al alcalde de Manaos por abrir tumbas colectivas¡±, escrib¨ªa este s¨¢bado la columnista Rosangela Bittar en Estad?o. Brasil, con 330.000 contagios, acaba de superar a Rusia como el segundo pa¨ªs con m¨¢s casos.
Algunos fragmentos se fueron conociendo v¨ªa filtraciones en las ¨²ltimas semanas. Pero ahora los 210 millones de brasile?os pueden ver la reuni¨®n casi completa en sus televisiones o tel¨¦fonos. Y juzgar por s¨ª mismos. Es por eso que el juez ha autorizado su difusi¨®n. Solo algunos trozos que se refieren a China y Paraguay ¡ªse entiende que no en t¨¦rminos precisamente elogiosos¡ª siguen secretos para evitar conflictos diplom¨¢ticos. S¨ª se ha emitido el momento en que Paulo Guedes (Econom¨ªa) sugiere que China financie un Plan Marshall para los pa¨ªses afectados por el coronavirus.
Gobernadores, a la c¨¢rcel
Bolsonaro vapulea a los servicios de informaci¨®n oficiales ¡ª¡°son una verg¨¹enza¡±, ¡°solo desinforman¡±¡ª para defender que tiene una red de informadores particular. Es el que m¨¢s tacos pronuncia pero las amenazas m¨¢s graves las lanzan ministros del ala ultra del Gabinete ante el silencio de los del ala militar y la tecn¨®crata. Abraham Weintraub (Educaci¨®n) se presenta como un cruzado contra los privilegios de la casta antes de pronunciar una amenaza n¨ªtida: ¡°Yo mandaba a todos esos vagabundos a la c¨¢rcel, empezando por el Supremo¡±, dice mientras se?ala al otro lado de la plaza de los Tres Poderes de Brasilia, donde el arquitecto Oscar Niemeyer levant¨® la sede del m¨¢ximo tribunal. Damares Alves (Derechos Humanos) anuncia que va ¡°a pedir c¨¢rcel para gobernadores y alcaldes¡± por implantar cuarentenas. Y Ricardo Salles (Medio Ambiente) interviene para decir que conviene aprovechar que la prensa est¨¢ concentrada en el coronavirus para flexibilizar leyes medioambientales en beneficio del sector agropecuario.
En uno de los primeros fragmentos del v¨ªdeo emitido por las televisiones, el mandatario hace un encendido discurso a favor de que la ciudadan¨ªa pueda comprar armas para defender su libertad al estilo estadounidense. ¡°Por eso quiero que el pueblo se arme. Es una garant¨ªa de que no vamos a tener un hijo de puta que imponga una dictadura. Llega un mierda de alcalde y manda quedarse en casa¡±, brama Bolsonaro, que desde el inicio de la crisis sanitaria insiste en que las consecuencias econ¨®micas van a ser mucho m¨¢s graves que los efectos de la covid-19. A los gobernadores de S?o Paulo y R¨ªo de Janeiro, l¨ªderes de un frente pol¨ªtico que combate la epidemia con cuarentenas, les llama esti¨¦rcol y mierda.