Abdelmalek Drukdel, pionero de la yihad en el Sahel
La muerte del emir de Al Qaeda del Magreb Isl¨¢mico a manos de soldados franceses es un golpe m¨¢s simb¨®lico que operacional que Par¨ªs trata de rentabilizar
Si por algo ser¨¢ recordado el argelino Abdelmalek Drukdel es por haber sentado las bases de la extensi¨®n del yihadismo en el Sahel. Islamista ortodoxo, con un fuerte poder de convicci¨®n y responsable de decenas de atentados mortales, el gran emir de Al Qaeda del Magreb Isl¨¢mico (AQMI) que Francia asegura haber matado este mi¨¦rcoles en el norte de Mal¨ª se hab¨ªa convertido, sin embargo, m¨¢s en un referente simb¨®lico que en un l¨ªder operativo. Por ello, su muerte ser¨¢ m¨¢s un golpe de efecto necesario para la desgastada imagen de Francia en ?frica que un paso decisivo en la lucha contra una insurgencia terrorista que ha demostrado su resiliencia.
Poco a poco se van desvelando algunos detalles de la operaci¨®n militar francesa que condujo a la muerte de Droukdel y la de ¡°muchos de sus colaboradores¡±, seg¨²n inform¨® este viernes Florence Parly, la ministra gala de Defensa. ¡°Desde hace tiempo, se mov¨ªa entre Argelia y el norte de Mal¨ª¡±, asegura Bakary Sambe, director del Instituto Timbukt¨² y experto en yihadismo en el Sahel. Drukdel habr¨ªa sido interceptado y asesinado al norte de Tessalit, precisamente cerca de la frontera entre ambos pa¨ªses, y en el dispositivo particip¨® Estados Unidos facilitando informaci¨®n y apoyo militar ¡°para bloquear al objetivo¡±, dijo a la cadena CNN el coronel Chirs Karns, portavoz del Mando ?frica (Africom). ¡°[Drukdel] Debi¨® cometer alguna imprudencia¡±, asegura Sambe.
Nacido en 1970 en el extrarradio de Argel, en el seno de una familia humilde, desde su adolescencia qued¨® fascinado por la lucha de los numerosos grupos armados que iban surgiendo en una Argelia sumida en una grave crisis. Cuando el Frente Isl¨¢mico de Salvaci¨®n (FIS) fue autorizado a presentarse a las elecciones a finales de los a?os 80, Drukdel ya formaba parte de este movimiento. Sin embargo, cuando tuvieron la victoria electoral al alcance de su mano, un golpe de Estado militar frustr¨® sus aspiraciones y empuj¨® a muchos de ellos a la clandestinidad y la radicalizaci¨®n.
Aquel joven estudiante de la Universidad de Blida esper¨® a terminar sus estudios de Qu¨ªmicas para ponerlos al servicio de la yihad: en 1994 se convirti¨® en uno de los mejores artificieros del Grupo Isl¨¢mico Armado (GIA), tras adoptar el nombre de guerra de Abdu Mussab Abdelwadud. Cuatro a?os m¨¢s tarde emerge como uno de los fundadores del Grupo Salafista para la Predicaci¨®n y el Combate (GSPC), del que se convierte en emir principal en 2004. Para ese entonces, Drukdel ya barrunta convertirse en el Bin Laden africano y, tras declarar lealtad al saud¨ª, funda en 2007 Al Qaeda del Magreb Isl¨¢mico (AQMI) con la intenci¨®n de extender el combate m¨¢s all¨¢ de las fronteras de Argelia.
La lista de acciones terroristas bajo su mando es impresionante: decenas de secuestros en toda la regi¨®n, ataques a puestos militares en Argelia y Mauritania y atentados en Argel, Bamako, Casablanca o Uagadug¨². Por ejemplo, uno de los principales lugartenientes de Drukdel con quien ha mantenido una tormentosa relaci¨®n en los ¨²ltimos a?os, Mojtar Belmojtar alias El Tuerto o Mr. Marlboro, fue el responsable del secuestro de los tres cooperantes espa?oles de la ONG Acci¨® Solid¨¤ria en Mauritania en 2009, o de la muerte de 19 rehenes en el hotel Radisson Blue de Bamako en 2015.
En este sentido, la figura de Drukdel pasar¨¢ a la historia por ser el art¨ªfice de la extensi¨®n del terrorismo islamista por toda la regi¨®n desde su embri¨®n argelino, lo que Bakary Sambe llama ¡°la sahelizaci¨®n de la yihad¡±. Cuando la en¨¦sima rebeli¨®n tuareg estalla en el noreste de Mal¨ª en enero de 2012, AQMI ya est¨¢ perfectamente instalado en la zona y se convierte en un aliado que contribuye con armas, log¨ªstica y muyahidines a la ocupaci¨®n de todo el norte del pa¨ªs. El sue?o de crear un Afganist¨¢n en el Sahel, o un califato africano bajo su mando, parec¨ªa m¨¢s cerca que nunca.
Debilitamiento
Aquellas fueron las ¨²ltimas apariciones p¨²blicas del emir de emires. La contundente respuesta militar liderada por Francia desaloj¨® a los radicales en 2013 y les puso en fuga. Drukdel escap¨® a los bombardeos y el yihadismo se atomiz¨® en una miriada de grupos dispuestos a resistir y reorganizar la lucha armada hacia una guerra de guerrillas. Aunque sigui¨® siendo un s¨ªmbolo respetado, su luz comenzaba a desvanecerse. Asediado por los servicios de espionaje de Argelia, Estados Unidos y Francia, escondido en el sur argelino donde se sent¨ªa a salvo, viajando de vez en cuando al norte de Mal¨ª apoyado en la porosidad de la frontera y su conocimiento del terreno, Drukdel manten¨ªa a duras penas el liderazgo que tanto le cost¨® consolidar.
Surgieron nuevos emires que empezaban a hacerle sombra. Su compa?ero y al mismo tiempo rival, Belmojtar, fundaba un nuevo grupo, Al Murabitun, sin atreverse a contestar la influencia de Drukdel apuntalada por la central de Al Qaeda; Iyad Ag Ghali y Amadu Kuffa emerg¨ªan como figuras del yihadismo maliense y, m¨¢s al sur, Malam Dicko y Al Saharaui, convertido en competencia como referente de Estado Isl¨¢mico (ISIS) en la regi¨®n, hac¨ªan la guerra por su cuenta en Burkina Faso y N¨ªger. El sue?o de Drukdel de expandir la yihad por ?frica se iba haciendo realidad, pero sin ¨¦l. Cuando las principales katibas afiliadas a Al Qaeda de Mal¨ª crean en 2017 el Grupo de Apoyo al Islam y los Musulmanes (JNIM), Drukdel ni siquiera sale en la foto y env¨ªa a uno de sus oficiales a firmar el acuerdo.
Pese a todo, su muerte es una magn¨ªfica operaci¨®n de propaganda para el El¨ªseo. Desgastada por un creciente rechazo entre las sociedades civiles africanas y por el constante goteo de bajas -34 soldados muertos y 60 heridos en cinco a?os- la Operaci¨®n Barkhane (la intervenci¨®n militar liderada por Francia en el Sahel para luchar contra el terrorismo) se anota un tanto cuando m¨¢s lo necesita. Sin embargo, los grupos armados sahelianos han demostrado una gran capacidad de reinventarse que se cimienta en la autonom¨ªa de las diferentes katibas, en las complicidades locales y en la emergencia de una generaci¨®n de yihadistas aut¨®ctonos capaces de asumir el mando y suplir a un Drukdel convertido en los ¨²ltimos a?os en una referencia m¨¢s simb¨®lica que operacional.
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