La muerte de George Floyd aviva en Francia el debate sobre la violencia policial
Estados Unidos aparece como el espejo distorsionado de un pa¨ªs tambi¨¦n diverso y con discriminaciones enquistadas
Francia mira a Estados Unidos y no ve solo un pa¨ªs lejano, sino un reflejo de sus propias fracturas, de sus traumas. La muerte de un ciudadano negro a manos de un polic¨ªa banco, las movilizaciones contra el racismo en la polic¨ªa y otras instituciones, la brecha que nunca se acaba de cerrar tienen un eco espec¨ªficamente franc¨¦s, m¨¢s all¨¢ de la ola de conmoci¨®n en todo el mundo.
Las im¨¢genes de la agon¨ªa de George Floyd, el 25 de mayo en una calle de Minneapolis y a la luz del d¨ªa, bajo la rodilla del agente Derek Chauvin, reavivaron el recuerdo de la muerte, hace cuatro a?os, de Adama Traor¨¦, un hombre de 24 a?os mientras se encontraba bajo custodia policial, sin c¨¢maras que grabasen ni otros testimonios que los de tres gendarmes presentes. El martes pasado, una manifestaci¨®n pidiendo ¡°justicia para Adama¡± congreg¨® a m¨¢s de 20.000 personas en Par¨ªs. Las causas de su muerte no se han esclarecido. El ¨²ltimo informe judicial la atribuye a problemas card¨ªacos. La familia, bas¨¢ndose en informes independientes, se?alan que fueron los gendarmes quienes le asfixiaron.
En Francia, las manifestaciones que, desafiando las normas sanitarias para evitar el rebrote de la pandemia de la covid-19, han congregado a miles de personas, presentan una particularidad respecto a las de otros pa¨ªses. Son protestas contra el aqu¨ª y el ahora franc¨¦s: la convicci¨®n de que las reivindicaciones del movimiento Black Lives Matter (las vidas negras importan) son aplicables en un pa¨ªs europeo tan distinto de EE UU.
¡°Estamos aqu¨ª en homenaje a la memoria de George Floyd y de Adama Traor¨¦¡±, dec¨ªa el s¨¢bado Diane Mputu, nacida en Congo, durante una manifestaci¨®n en el centro de Par¨ªs. ¡°?Claro que se puede comparar Estados Unidos con Francia!¡±, contin¨²a. ¡°Dicen que hay un paralelismo, pero no son paralelas: son perpendiculares, dos causas que se cruzan. Estamos en el mismo punto, los mismos temores, las mismas denuncias¡±.
La reacci¨®n francesa oscila entre dos argumentos. El primero es que la herida racial en la sociedad estadounidense, y la discriminaci¨®n de las minor¨ªas en su relaci¨®n con las fuerzas del orden y con el sistema judicial, se reproduce en Francia. Seg¨²n este argumento, el pa¨ªs cerrar¨ªa los ojos ante una realidad inc¨®moda bajo el argumento de que en la Rep¨²blica francesa no existen grupos ni comunidades, sino solo ciudadanos libres e iguales ante la ley. El argumento contrario sostiene que es descabellada cualquier comparaci¨®n con Estados Unidos: su historia de esclavitud y segregaci¨®n, sus comunidades reconocidas como tales (afroamericanos, latinos, asi¨¢ticos¡).
¡°En Francia ha habido racismo y explotaci¨®n, pero la explotaci¨®n colonial no es lo mismo: la naci¨®n francesa no se construy¨® sobre resorte ¨¦tnicos o raciales¡±, dice Gilles Clavreul, exdelegado interministerial en el Gobierno franc¨¦s para la lucha contra el racismo y el antisemitismo, y hoy responsable de Aurore, laboratorio de ideas progresista y republicano. ¡°En Francia, la problem¨¢tica no es singularmente entre negros y blancos, pero est¨¢ ligada a una historia muy particular: si hay ¡®pasado que no pasa¡¯ en Francia, es la relaci¨®n con Argelia, es nuestro punto ciego que no llegamos a purgar¡±, a?ade en alusi¨®n a la guerra colonial y sus secuelas.
Al no existir estad¨ªsticas ¨¦tnicas en Francia, se hace dif¨ªcil comparar con EE UU en qu¨¦ medida las minor¨ªas tiene m¨¢s probabilidades de acabar en prisi¨®n, por ejemplo. Pero hay indicios. En 2013, el soci¨®logo Didier Fassin, bas¨¢ndose en una investigaci¨®n en una prisi¨®n en las afueras de Par¨ªs, concluy¨® que ¡°los negros y ¨¢rabes representan dos tercios de los detenidos e incluso m¨¢s de tres cuartos de los menores de 30 a?os¡±, seg¨²n public¨® el diario Lib¨¦ration.
David Le Bars, secretario general del sindicato de comisarios de la polic¨ªa nacional, defiende que ¡°cuando hay un caso de racismo, hay que ser intratables¡±. Es decir, investigar hasta el fondo. Pero denuncia: ¡°Hay un combate ideol¨®gico para debilitar a la polic¨ªa¡±.
Toda comparaci¨®n tiene sus l¨ªmites. Un millar de personas mueren al a?o en Estados Unidos, aproximadamente, en manos de la polic¨ªa. En Francia, son una veintena, como ha explicado a la revista Marianne el investigador Mathieu Zagrodzki. ¡°En Francia, la polic¨ªa hiere mucho, pero mata poco¡±, dice. El espejo estadounidense, aunque refleja algunas fracturas francesas, es imperfecto.
Goteo de denuncias y promesa de sanciones
¡°El modelo franc¨¦s, universalista y, como dicen los americanos, ¡®color blind¡¯ [literalmente, ciego ante las diferencias de color], est¨¢ muy bien cuando funciona, es un modelo ideal, pero no se sostiene en la realidad¡±, dice Abdourahman Waberi, escritor franc¨¦s nacido en Djibouti y profesor en la Universidad George Washington.
Waberi cita un informe del Defensor de los derechos, equivalente del Defensor del Pueblo, del veterano pol¨ªtico conservador Jacques Toubon. Un 80% de ¡°j¨®venes percibidos como negros o ¨¢rabes¡± declararon haber sido controlados por la polic¨ªa o los gendarmes entre 2012 y 2017, seg¨²n un informe publicado ese a?o por Toubon, frente a un 16% del resto de la poblaci¨®n.
El goteo de noticias sobre posibles excesos policiales es constante. No solo hacia negros o ¨¢rabes: con la revuelta, mayoritariamente blanca y con un componente violento, de los chalecos amarillos, las denuncias se multiplicaron.
En los ¨²ltimos d¨ªas, las denuncias se han acumulado: un grupo de Facebook donde, aparentemente, polic¨ªas profer¨ªan injurias racistas: las grabaciones, reveladas en 'podcast' de la cadena Arte, de agentes en la ciudad de Rouen que insultaban a ¨¢rabes y negros y discut¨ªan sobre la posibilidad de una guerra civil con trasfondo racial. Casos de supuestas agresiones que han llevado al ministro del Interior, Christophe Castaner, a avisar de que ¡°cada falta, cada exceso, cada palabra, incluidas las expresiones racistas, ser¨¢ objeto de una investigaci¨®n, una decisi¨®n, una sanci¨®n¡±.
El debate es si el racismo es sist¨¦mico ¡ªen la polic¨ªa y en la sociedad¡ª o se trata de casos aislados. ¡°Hay polic¨ªas racistas como en otras instituciones, y hay diversidad en la polic¨ªa, pero tambi¨¦n hay mecanismos que complican el acceso de los j¨®venes de las ¡®banlieues¡¯ [los barrios del extrarradio urbano] a las responsabilidades, a los cargos, a las instituciones¡±, dice en una entrevista con el diario 'Le Journal du dimanche', la exministra de Justicia Christian Taubira, nacida en Guyana, y negra.
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