Dilma Rousseff: ¡°Las Fuerzas Armadas sustituyen al partido que Bolsonaro no tiene¡±
En una entrevista a EL PA?S, la expresidenta de Brasil rechaza integrar un frente anti-Bolsonaro junto al exjuez Sergio Moro y afirma que Lula da Silva no quiere ser candidato a la presidencia en 2022
Durante la pandemia, la brasile?a Dilma Rousseff dedica su tiempo a participar en debates pol¨ªticos en l¨ªnea, a leer sobre el pasado y el futuro del mundo y, de vez en cuando, a estar con sus nietos Gabriel, de 9 a?os (¡°un adolescente¡±), y Guilherme, de 4, confinados como ella en el barrio de Tristeza, en Porto Alegre. Al elegir las lecturas, la expresidenta que gobern¨® Brasil entre 2011 y 2016 y habl¨® con EL PA?S el 10 de junio, no deja dudas sobre lo que le preocupa: est¨¢ leyendo M, el hijo del siglo (Alfaguara, 2020), una biograf¨ªa de Benito Mussolini escrita por el italiano Antonio ...
Durante la pandemia, la brasile?a Dilma Rousseff dedica su tiempo a participar en debates pol¨ªticos en l¨ªnea, a leer sobre el pasado y el futuro del mundo y, de vez en cuando, a estar con sus nietos Gabriel, de 9 a?os (¡°un adolescente¡±), y Guilherme, de 4, confinados como ella en el barrio de Tristeza, en Porto Alegre. Al elegir las lecturas, la expresidenta que gobern¨® Brasil entre 2011 y 2016 y habl¨® con EL PA?S el 10 de junio, no deja dudas sobre lo que le preocupa: est¨¢ leyendo M, el hijo del siglo (Alfaguara, 2020), una biograf¨ªa de Benito Mussolini escrita por el italiano Antonio Scurati.
En casi una hora de entrevista, realizada por videoconferencia y transmitida en directo, Rousseff no dud¨® en calificar el Gobierno de Bolsonaro de neofascista y asegurar que desea una ruptura institucional. ¡°Es el sue?o de la c¨²pula de este Gobierno. Me da p¨¢nico. Porque ser¨ªa m¨¢s grave que la dictadura militar, con este panorama marcadamente fascista y miliciano¡±, afirma. Seg¨²n la expresidenta, el acercamiento ¡°notorio¡± del Gobierno a las milicias ¡ªgrupos criminales paramilitares¡ª es una contradicci¨®n para las Fuerzas Armadas, que ¡°ocupan un papel estrat¨¦gico en el Ejecutivo, porque parece que apoyan a Bolsonaro en sustituci¨®n del partido pol¨ªtico que no tiene¡±.
Para Rousseff, los aspectos m¨¢s preocupantes de la situaci¨®n pol¨ªtica actual son dos. El primero es el apoyo que el Gobierno todav¨ªa tiene en sectores de la ¨¦lite financiera, de las Fuerzas Armadas y de los cuerpos de polic¨ªa (¡°?Hasta d¨®nde llega la flexibilidad de quienes a¨²n apoyan a Bolsonaro? ?Hasta d¨®nde llegar¨¢n? ?Hasta la ruptura?¡±). El segundo es la naturaleza de la ruptura que cree que est¨¢ en marcha con Bolsonaro, que no suceder¨¢ como un golpe de Estado cl¨¢sico de los a?os 60 y 70. Opina que su estrategia es radicalizar y, dependiendo de la reacci¨®n, echarse atr¨¢s ¡ªaunque nunca totalmente¡ª, con lo que va corroyendo la democracia. ¡°Si comparamos la democracia con un ¨¢rbol, la dictadura militar va y corta el ¨¢rbol. En los nuevos golpes que se est¨¢n dando ¡ªyo soy un ejemplo, me destituyeron sin haber delito de responsabilidad¡ª, es como si el ¨¢rbol lo invadieran hongos y par¨¢sitos, que corroen por dentro las instituciones¡±, explica.
Todo su an¨¢lisis implica ver su proceso de destituci¨®n y la operaci¨®n anticorrupci¨®n Lava Jato como parte de un engranaje que llev¨® a Bolsonaro al poder. Por eso, coincide con el expresidente Luiz In¨¢cio Lula da Silva en su cr¨ªtica a los manifiestos antigubernamentales, como el Juntos, que ha reunido a partidarios de su impeachment, como el expresidente Fernando Henrique Cardoso. A pesar de enfatizar que no integrar¨ªa, por ejemplo, un frente anti-Bolsonaro con el exministro de Justicia Sergio Moro (¡°¨¦l es directamente responsable, es una figura central en la llegada de Bolsonaro [al poder]¡±), su principal cr¨ªtica es program¨¢tica: ¡°?Juntos para qu¨¦?¡±, provoca. ¡°Hist¨®ricamente, firmar un manifiesto no constituye un frente. Lo que constituye un frente es un proyecto m¨ªnimo. No puedo juntarme para nada. Hay que juntarse para echar a Bolsonaro y poner algo en su lugar. El frente debe tener un programa m¨ªnimo. En Brasil, solo hay una forma de salvar la democracia: echar a Bolsonaro¡±, asegura Rousseff, que, d¨ªas despu¨¦s de la entrevista, firm¨® el manifiesto ¡°Las mujeres derrocan a Bolsonaro¡±.
En cualquier caso, el Partido de los Trabajadores (PT) considera que los manifiestos son solo uno de los elementos que conforman el debate sobre si el gobierno actual debe continuar o no. Adem¨¢s de contar con el apoyo de parte de la ¨¦lite, la falta de movilizaci¨®n social contra el Ejecutivo ¡ªen parte por la pandemia¡ª hace que la destituci¨®n de Bolsonaro sea todav¨ªa una posibilidad remota, seg¨²n Rousseff. ¡°Si fuera pesimista, no me levantar¨ªa de la cama. No lo soy. Soy una persona que tiene lo que dec¨ªa Gramsci: el pesimismo de la inteligencia y el optimismo de la voluntad. La voluntad transforma. Pero hay que mirar la realidad tal y como es. Tenemos que construir las condiciones para echar a Bolsonaro¡±, reflexiona.
Mientras tanto, la expresidenta observa con aprensi¨®n c¨®mo Brasil navega por la crisis econ¨®mica y sanitaria. No descarta la ¡°cat¨¢strofe¡± o el ¡°caos social¡± si el Gobierno no extiende la ayuda de emergencia a los trabajadores informales y m¨¢s pobres. Tambi¨¦n ve con desconfianza, y no como un paso hacia una futura renta b¨¢sica, la propuesta anunciada por el ministro de Econom¨ªa, Paulo Guedes, para modificar el Bolsa Familia y otros programas sociales. Rousseff reconoce que ¡°hubiera sido mejor¡± si el PT hubiera transformado el programa asistencial en ley: ¡°Lo que quiere Paulo Guedes es ahorrar dinero a costa de los m¨¢s pobres¡±, critica.
Con relaci¨®n a la situaci¨®n mundial, Dilma cree que se puede presentar una soluci¨®n progresista a la crisis: ¡°Aumentar¨¢n los impuestos sobre las grandes fortunas, el patrimonio y las rentas. ?Por qu¨¦? Porque no se puede sacar dinero de ning¨²n otro sitio¡±, predice. ¡°Y no lo digo solo yo. Tambi¨¦n lo dice Martin Wolf, el mejor economista pol¨ªtico del Financial Times, y no puede acus¨¢rsele de bolivariano...¡±.
En cuanto al panorama electoral, Rousseff cree que la actualidad es vol¨¢til. ¡°Lo que est¨¢ sucediendo en Estados Unidos con la muerte absurda de George Floyd, esta explosi¨®n contra el racismo y la desigualdad, tambi¨¦n puede surgir en Brasil. No sabemos c¨®mo la gente vivir¨¢ su situaci¨®n de violencia, desigualdad, racismo y enfermedad. Esto influir¨¢ en las elecciones municipales¡±, opina. ?Y qu¨¦ hay de 2022? Para la expresidenta, es demasiado pronto para trazar rumbos, aunque traza una l¨ªnea que puede ser definitoria: afirma que su mentor, Lula, que sigue inhabilitado legalmente debido a la condena por corrupci¨®n, no quiere presentarse a las elecciones presidenciales. Entonces ?qui¨¦n? Cita otros nombres ¡°del mismo campo [ideol¨®gico]¡±, como el gobernador de Maranh?o, Flavio Dino, del Partido Comunista de Brasil (PCdoB), pero no Ciro Gomes, del Partido Democr¨¢tico Laborista (PDT), lo que demuestra que las heridas de 2018 a¨²n est¨¢n abiertas.
Lea los principales fragmentos de la entrevista:
Las Fuerzas Armadas en el Gobierno de Bolsonaro
Las Fuerzas Armadas, con su presencia masiva en el Ejecutivo, desempe?an un papel estrat¨¦gico, porque parece que apoyan a Bolsonaro en sustituci¨®n del partido pol¨ªtico que no tiene, a cambio de cargos dirigentes. Hemos llegado a tal punto que, en la mayor pandemia de la historia reciente de Brasil y del mundo, el Ministerio de Sanidad, una pieza fundamental, est¨¢ ocupado por un general interino sin los subsidios t¨¦cnicos necesarios. Existe un panorama de intervenci¨®n militar dentro del Gobierno. No existe ese panorama de intervenci¨®n en la sociedad. No lo hay. Es decir, las instituciones, el Poder Judicial y el Legislativo funcionan.
Riesgo de ruptura
Es el sue?o de la c¨²pula de este Gobierno. Me da p¨¢nico. Porque ser¨ªa m¨¢s grave que la dictadura militar, con este panorama marcadamente fascista y miliciano. Todos los Estados modernos monopolizan la fuerza y la Justicia. Privatizar la violencia en la milicia es muy grave y amenazar¨ªa la propia estructura de las Fuerzas Armadas. Este proceso tambi¨¦n es extremadamente contradictorio desde el punto de vista de las Fuerzas Armadas, porque este Gobierno defiende privatizar la violencia, ejercer la violencia armando el pueblo, como vimos en la reuni¨®n del 22 de abril. Y tiene una relaci¨®n p¨²blica y notoria con las milicias. Pero la pregunta es: ?hasta d¨®nde llega la flexibilidad de los que a¨²n apoyan a Bolsonaro? Porque hay partes importantes del mercado que apoyan a Bolsonaro, una parte de los medios apoya a Bolsonaro ¡ªde forma m¨¢s moderada, pero lo apoyan¡ª, y algunos sectores de la sociedad y ciertas instancias de las Fuerzas Armadas y de la Polic¨ªa Militar apoyan a Bolsonaro. ?Hasta d¨®nde llegar¨¢n? ?Hasta la ruptura? El mundo no es propenso a golpes militares.
El tipo de ruptura
Como hoy no se puede ser autoritario, la idea es radicalizar. Se produce una reacci¨®n y retrocedes. Si radicalizas 100, retrocedes 50 y te quedas con 50. Despu¨¦s, haces otra aproximaci¨®n: avanzas otros 100, retrocedes 50. De manera que normalizas, por ejemplo, la discusi¨®n sobre el AI-5 en Brasil [una medida decretada por la dictadura militar (1964-1985) para cerrar el Congreso y reprimir a la disidencia]. ?Cu¨¢ndo se ha discutido abiertamente en Brasil sobre que volviera a decretarse el AI-5? Nunca. ?Cu¨¢ndo se ha discutido sobre intervenci¨®n militar? Nunca. Y hoy son temas que la prensa trata con frecuencia. Bolsonaro solo hace aproximaciones sucesivas, pero en busca de una meta que quiere alcanzar. Si comparamos la democracia con un ¨¢rbol, la dictadura militar va y corta el ¨¢rbol. Lo que significa que todos los derechos ¡ªde libertad de expresi¨®n, de prensa, de organizaci¨®n, el Congreso abierto¡ª se eliminan totalmente para la poblaci¨®n. En los nuevos golpes que se est¨¢n dando ¡ªyo soy un ejemplo, me destituyeron sin haber delito de responsabilidad¡ª, es como si el ¨¢rbol lo invadieran hongos y par¨¢sitos, que corroen por dentro las instituciones.
Impeachment, Lava Jato y Bolsonaro
[La corrosi¨®n de la democracia] no ha empezado con Bolsonaro. Tuvo lugar poco despu¨¦s de salir elegida presidenta, en 2014, y continu¨® a trav¨¦s de varias rupturas sistem¨¢ticas dentro de la estructura. Conflictos entre el Poder Judicial y el Ejecutivo. Entre el Legislativo y el Ejecutivo, cada vez m¨¢s profundos. Y en la Operaci¨®n Lava Jato eso se evidenci¨®, porque la base fundamental de la democracia es que todos somos iguales ante la Ley. Sin esto, no puede haber una democracia estable. Sin la Operaci¨®n Lava Jato, no tendr¨ªamos a Bolsonaro. Sin el Gobierno de [Michel] Temer, no tendr¨ªamos a Bolsonaro.
?Frente? Solo si es para sacar a Bolsonaro
Un frente que no asuma que se hace para echar a Bolsonaro no s¨¦ para qu¨¦ sirve. ?Qu¨¦ sostiene el Gobierno de Bolsonaro? ?Es solo su car¨¢cter neofascista? ?O hay muchas personas de la ¨¦lite que quer¨ªan que ganara Bolsonaro para que implementara una agenda neoliberal? ?Echar el Gobierno de Bolsonaro sin evidenciar que hay una alianza neoliberal y neofascista en Brasil? ?Qu¨¦ pasar¨¢ con nuestro frente? No servir¨¢ de nada. Un frente democr¨¢tico debe formarse solo con los que saben que hay que echar a Bolsonaro. El se?or Sergio Moro no puede estar nunca en este frente. ?l es directamente responsable, es una figura central en la llegada de Bolsonaro [al poder]. ?C¨®mo puedo estar a favor de un movimiento que tiene a una persona como Miguel Reale Jr., que firm¨® junto con Jana¨ªna Paschoal esa solicitud de impeachment fraudulenta que origin¨® ese golpe? Esa gente se neg¨® a hacer un frente en 2018, se pod¨ªa hacer un frente, y hubi¨¦ramos evitado llegar adonde hemos llegado. No creo que la gente de Juntos tenga malas intenciones. Creo que, primero, no tienen ninguna propuesta. ?Juntos para qu¨¦? Si no es para echar a Bolsonaro, ?para qu¨¦ sirve? Hist¨®ricamente, firmar un manifiesto no constituye un frente. El frente debe tener un programa m¨ªnimo. En Brasil, solo hay una forma de salvar la democracia: echar a Bolsonaro.
Probabilidad de destituir al presidente
Sin un movimiento social, creo que es muy dif¨ªcil echar a Bolsonaro. En plena pandemia, no es viable. Eso ya es una desventaja. Y creo que hay que ser claros. Si fuera pesimista, no me levantar¨ªa de la cama. No lo soy. Soy una persona que tiene lo que dec¨ªa Gramsci: el pesimismo de la inteligencia y el optimismo de la voluntad. La voluntad transforma. Pero hay que mirar la realidad tal y como es. Tenemos que construir las condiciones para echar a Bolsonaro. Claro que los manifiestos forman parte [de estas condiciones], pero no se puede hacer un manifiesto diciendo que, si uno no firma, todos seremos traidores, como quiere Ciro Gomes. Eso no se puede hacer. Es un instrumento de lucha pol¨ªtica. Pero los manifiestos funcionan como los afluentes que convergen para formar una base para derribar a Bolsonaro. Entre estos manifiestos, creo que el de Juntos es el peor. Me parecen interesantes el ¡°Somos el 70%¡±, el ¡°Basta¡±, aquel otro antifascista. Pero creo que se necesita m¨¢s que eso para que, de hecho, podamos entablar una lucha democr¨¢tica que restaure la democracia y los derechos de la gente.
El papel del Partido de los Trabajadores
El PT, junto con otros frentes y varios partidos de oposici¨®n y movimientos sociales, ha presentado una solicitud de impeachment, como uno de los instrumentos del ¡°Fuera Bolsonaro¡±. Dentro de la estrategia, todo cabe: manifiestos, movimientos callejeros y, fundamentalmente, una solicitud concreta de impeachment firmada por todos los partidos de oposici¨®n y movimientos sociales y figuras de la sociedad. Tambi¨¦n se han presentado otras solicitudes de impeachment. En el Congreso hay varias iniciativas. En el Tribunal Superior Electoral se discute la legitimidad de la candidatura. Es fundamental tambi¨¦n que nos demos cuenta de que es necesario no solo echar a Bolsonaro, sino poder celebrar unas elecciones directas. Cuando decimos que tenemos que echar la candidatura y garantizar que haya unas elecciones, es para que este proceso se desarrolle democr¨¢ticamente. Tenemos una experiencia reciente, que se ha mencionado mucho en las ¨²ltimas semanas con respecto al tema democr¨¢tico, que es la campa?a Directas Ya. Fue uno de los movimientos m¨¢s importantes que hemos tenido en nuestra historia pol¨ªtica reciente. Ten¨ªamos un verdadero centro democr¨¢tico en el centro democr¨¢tico. Ulysses Guimar?es fue, sin duda, una figura extraordinaria, que fue estrat¨¦gica para trazar la alianza de todos, porque estaba comprometido con el fin de la dictadura. ?Y hoy no tenemos [a ning¨²n Ulysses Guimar?es]! No hay ning¨²n l¨ªder de centroderecha. ?Por qu¨¦ no? Porque simplemente se los trag¨® el proceso que llev¨® a Bolsonaro al poder. Asumieron una t¨¢ctica y una estrategia suicidas.
Lula en 2022
Lula ya ha dicho que no quiere ser candidato, ?no? Pues no puedo decir lo contrario. Creo que Lula, aunque no quiera ser candidato, sigue siendo el l¨ªder m¨¢s expresivo en el campo popular. Ahora, ya ha dicho que no quiere presentarse. Podr¨ªa ser una persona del mismo campo [ideol¨®gico]. Lula ya ha mencionado a [el exalcalde de S?o Paulo, Fernando] Haddad. Lula ya ha mencionado a [el gobernador de Maranh?o] Fl¨¢vio Dino [PCdoB]... Lo que no creo que sea posible es que una persona de un determinado campo [ideol¨®gico], que tiene al menos el apoyo de la mayor¨ªa de ese campo, tenga que renunciar frente a quien tiene un 10% [de intenci¨®n de voto, en referencia a Ciro Gomes]. Ese era el problema [en 2018]. ?A cambio [de qu¨¦]? Cristina Kirchner, en Argentina, renunci¨® [a presentarse a las elecciones presidenciales argentinas] en favor de Alberto Fern¨¢ndez, que fue el principal asesor de N¨¦stor Kirchner.
Elecciones municipales en S?o Paulo y R¨ªo de Janeiro
Jilmar Tatto gan¨® leg¨ªtimamente [las primarias del PT a la alcald¨ªa de S?o Paulo], en unas elecciones claras y abiertas, por lo que tiene todo el derecho a presentarse, a pesar de que mi candidato favorito, el exministro Alexandre Padilha, perdiera por 15 votos. Tatto representa el pensamiento del PT de S?o Paulo. En cambio, Benedita da Silva [candidata del PT a la alcald¨ªa de R¨ªo] es un contraejemplo en Brasil. ?Por qu¨¦? Es una l¨ªder que consigui¨® enfrentar la segregaci¨®n m¨¢s grave en Brasil, que siempre se ha diluido y escondido: la esclavitud. Benedita ya ha sido gobernadora de R¨ªo y lider¨® en el Congreso una agenda que considero fundamental: la de las empleadas dom¨¦sticas [una propuesta de enmienda constitucional para regular el trabajo de las empleadas dom¨¦sticas].
Pandemia, racismo y elecciones municipales
Los alcaldes se eligen seg¨²n la situaci¨®n, [las elecciones] est¨¢n muy influenciadas por los problemas locales y menos por los problemas nacionales. Pero creo que, este a?o, estar¨¢n influenciadas por la forma en que los Gobiernos est¨¢n enfrentando el coronavirus, por un lado, y, por el otro, por la forma en que las personas sienten ¡ªclaramente¡ª las consecuencias de todo lo que les ha venido encima. Lo que est¨¢ sucediendo en los Estados Unidos con la muerte absurda de George Floyd, esta explosi¨®n contra el racismo y la desigualdad, tambi¨¦n puede surgir en Brasil. No sabemos c¨®mo las personas vivir¨¢n su situaci¨®n de violencia, desigualdad, racismo y enfermedad. Esto influir¨¢ en las elecciones municipales. Es imposible que no influya.
Ayuda de emergencia, ¡°gestionar¡± una crisis en plena pandemia
En Brasil, sin una renta m¨ªnima, tendremos una cat¨¢strofe social, un caos social, porque si 104 millones de personas cobran per c¨¢pita hasta 413 reales [75 d¨®lares] ¡ªeso estando empleados¡ª, en el paro cobrar¨¢n todav¨ªa menos. Habr¨¢ millones de personas desatendidas. Y esta pol¨ªtica loca de desescalada es absurda, porque se est¨¢ abriendo cuando no se puede. A la vez, las personas con mayor poder adquisitivo tienen miedo, por lo que habr¨¢ menos consumidores en restaurantes, gimnasios y centros comerciales. Y no se est¨¢n haciendo test en Brasil. ?Por qu¨¦ somos los campeones en no hacer test, cuando los test son cruciales? Para mantener el aislamiento o flexibilizarlo, para gestionar la crisis. ?C¨®mo gestionas la crisis, si quieres gestionarla? Solo con test. Si no quieres gestionarla, entonces solo queda la inmunizaci¨®n del reba?o, ya que, al fin y al cabo, todos nos morimos, como dice Bolsonaro. Entonces ya no se necesitan test. Que Brasil no tenga test muestra el colapso de la gesti¨®n, de la ingobernabilidad. Porque son cruciales para saber cu¨¢ndo se puede abrir, cu¨¢ndo hay que cerrar, c¨®mo conducir la diversidad de respuestas en un pa¨ªs continental. Es imposible que Brasil contin¨²e como est¨¢. Tendremos la mayor crisis sanitaria del mundo y, posiblemente, seg¨²n el Banco Mundial, una contracci¨®n del 8% del PIB, y creo que podr¨ªa ser todav¨ªa m¨¢s.
Mujeres en el poder
No creo que un hombre o una mujer de raza negra, cuando llegan a la presidencia, tengan la capacidad inmediata de introducir un cambio estructural, de algo que lleva en Brasil desde el comienzo de nuestra formaci¨®n. Lo que hicimos en mi Gobierno fue intentar empoderar a las mujeres, con [los programas sociales] Bolsa Familia, Mi Casa Mi Vida, la ley Maria da Penha y la ley de feminicidio. Pero eso no significa que hayamos cambiado algo muy grave en Brasil, que es el patriarcado. Ya ves c¨®mo usan un lenguaje, un l¨¦xico mis¨®gino contra m¨ª. No voy ni a mencionar las absurdidades de car¨¢cter sexual... Yo era una mujer dura. Un hombre no ser¨ªa duro, ser¨ªa un hombre fuerte. ?Alguna vez has visto que llamen duro a un hombre? No. Porque no es una cualidad. Y como no tienen ning¨²n compromiso con la l¨®gica, adem¨¢s de ser una mujer dura, yo era una mujer d¨¦bil. Porque el juego no es l¨®gico, es emocional.
¡°Primavera de la juventud en Brasil¡±
La esperanza es la juventud. A mi generaci¨®n, de los a?os 60 y 70, se la ve como una generaci¨®n que pudo salir a la calle, etc., pero creo que ten¨ªa sus limitaciones. Y hoy, cuando veo qui¨¦n sale a la calle, qui¨¦n se manifest¨® contra el racismo durante mi impeachment, qui¨¦n hizo las mayores manifestaciones, fueron los movimientos de mujeres. Creo que el nivel de conciencia de los j¨®venes que est¨¢n hoy en las escuelas es m¨¢s alto que la media. Qued¨® claro cuando empez¨® esa reacci¨®n en las escuelas contra la decisi¨®n del Gobierno de Temer de cerrarlas. Creo que habr¨¢ una gran primavera de j¨®venes en Brasil. Veremos a los j¨®venes asumir las principales banderas, y no solo las relacionadas con las cuestiones sociales, sino tambi¨¦n las identitarias.