Una investigaci¨®n judicial destapa operaciones ilegales de espionaje durante la presidencia de Macri

La Agencia Federal de Inteligencia argentina parece llevar mucho tiempo haciendo trabajos sucios. Pasan los presidentes y siguen los esc¨¢ndalos. Una investigaci¨®n judicial apunta ahora a los cuatro a?os de mandato de Mauricio Macri. Los indicios apuntan a que la AFI macrista espi¨® ilegalmente a numerosos pol¨ªticos, tanto peronistas como macristas, y a sindicalistas, periodistas y sacerdotes. Pero la causa ya ha sufrido el primer traspi¨¦: la C¨¢mara Federal de La Plata apart¨® el viernes al juez que dirig¨ªa el expediente, Federico Villena, por ¡°falta de imparcialidad¡±, y pas¨® el sumario a otro juez, Juan Pablo Auge.

La recusaci¨®n de Villena no suscit¨® demasiada pol¨¦mica porque el juez hab¨ªa participado en algunos de los hechos sometidos a investigaci¨®n: fue ¨¦l quien orden¨®, por ejemplo, el espionaje sobre el Instituto Patria de la expresidenta Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner (un asunto investigado desde hace semanas por el nuevo juez, Juan Pablo Auge) y fue ¨¦l quien orden¨® que se grabaran clandestinamente las conversaciones entre pol¨ªticos kirchneristas presos y sus abogados, unas conversaciones que luego se filtraron ilegalmente a la prensa.

Macri y sus principales colaboradores en la anterior Administraci¨®n, como la exministra de Seguridad Patricia Bullrich, afirman que el sumario por espionaje, indirectamente relacionado con otro que se refiere a presuntas presiones sobre jueces por parte de operadores macristas, forma parte de una ¡°venganza¡± del kirchnerismo y tiene como objetivo final la ¡°impunidad¡± de la expresidenta y hoy vicepresidenta Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner, inmersa en numerosas causas por corrupci¨®n y encubrimiento.

El ahora apartado juez Villena emiti¨® el pasado martes 22 ¨®rdenes de detenci¨®n contra antiguos esp¨ªas y polic¨ªas presuntamente implicados. La espectacularidad de los arrestos, ante las c¨¢maras de televisi¨®n, caus¨® asombro en medios jur¨ªdicos. Tambi¨¦n fue allanado el domicilio de Dar¨ªo Nieto, secretario personal de Mauricio Macri, a quien se le incaut¨® el tel¨¦fono. Villena sospechaba que Nieto era quien hac¨ªa llegar a Macri los informes sobre los espiados.

Entre las v¨ªctimas de las presuntas operaciones ilegales figuran, adem¨¢s de numerosos dirigentes peronistas, dos de los pol¨ªticos m¨¢s relevantes de la ¨®rbita macrista: Mar¨ªa Eugenia Vidal, exgobernadora de Buenos Aires, y Horacio Rodr¨ªguez Larreta, entonces y ahora jefe de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires. Hace algo m¨¢s de un a?o, cuando empez¨® a hablarse de la posibilidad de que fuera Vidal la candidata a la presidencia, en lugar de Macri, el espionaje sobre ellos se intensific¨®.

Tambi¨¦n se espi¨® a numerosos periodistas. Uno de ellos, Hugo Alconada Mon, el m¨¢s prestigioso reportero de investigaci¨®n argentino, no tiene dudas sobre los hechos: ¡°El espionaje existi¨®¡±. ?l mismo lo comprob¨® al tener acceso al sumario, en calidad de v¨ªctima, y ver las fotograf¨ªas de su domicilio en La Plata o los res¨²menes de los seguimientos en sus trayectos diarios. Los esp¨ªas hab¨ªan evaluado incluso la posibilidad de colocar un artefacto explosivo ante la puerta de su casa. Alconada ya hab¨ªa sufrido amenazas y seguimientos durante el mandato de Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner.

Lo que m¨¢s sorprende al periodista, para el que se utilizaba el nombre en clave de ¡°Anaconda¡±, es el bajo nivel de los esp¨ªas. ¡°Eran aficionados y energ¨²menos, tipos que crearon entre ellos un grupo de WhatAapp llamado Super Mario Bros y no se molestaron en borrar los mensajes, gente que dej¨® huellas por todas partes y hac¨ªa un trabajo impropio de profesionales¡±.

Ni siquiera el jefe de la AFI era profesional. Macri coloc¨® al frente del espionaje argentino a un amigo desde la juventud, Gustavo Arribas, que trabajaba en el negocio de la compraventa de futbolistas. Arribas y su principal colaboradora, la subdirectora Silvia Majdalani, contaban como m¨¢ximos ejecutivos con Alan Ruiz (entonces jefe de Operaciones Especiales de la AFI) y Diego Dalmau Pereyra (entonces director de Contrainteligencia). Los ex esp¨ªas que ya han prestado declaraci¨®n ante el juez coinciden en afirmar que recib¨ªan ¨®rdenes directas de Ruiz y Dalmau Pereyra.

El juez federal Juan Pablo Auge asumir¨¢ desde el lunes la causa iniciada por el juez Federico Villena y proseguir¨¢ con la toma de declaraciones.