Ir¨¢n admite que el incendio de Natanz va a retrasar varios meses sus planes nucleares

Ir¨¢n ha reconocido finalmente que el incendio del pasado jueves en el complejo de enriquecimiento de uranio de Natanz ha causado da?os importantes y va a retrasar sus planes nucleares varios meses. Los responsables iran¨ªes no han identificado a¨²n la causa del fuego, pero aumentan las sospechas de sabotaje. Teher¨¢n ha enrarecido adem¨¢s el ambiente con el anuncio de que dispone de una red de silos subterr¨¢neos para misiles a lo largo de la costa del golfo P¨¦rsico.

¡°A medio plazo, es posible que este incidente ralentice el desarrollo y la producci¨®n de las centrifugadoras avanzadas¡±, admiti¨® el portavoz de la Organizaci¨®n de la Energ¨ªa At¨®mica de Ir¨¢n, Behruz Kamalvandi, a la agencia estatal de noticias IRNA, el domingo por la noche. El portavoz estim¨® en ¡°varios meses¡± el posible retraso en sus planes. ¡°El fuego no caus¨® heridos, pero s¨ª importantes da?os materiales¡±, dijo. Es un importante giro respecto a la versi¨®n oficial que hasta el pasado viernes minimizaba el alcance del fuego.

Kamalvandi confirm¨® que el recinto da?ado estaba dise?ado para las ¨²ltimas fases y el montaje de las centrifugadoras, los aparatos utilizados para enriquecer uranio y lograr el combustible que sirve tanto para las centrales nucleares como para las armas at¨®micas. ¡°Hab¨ªa equipos avanzados e instrumentos de precisi¨®n que resultaron destruidos o da?ados¡±, explic¨® antes de asegurar que ¡°Ir¨¢n va a remplazar el edificio con uno mayor y con equipo m¨¢s moderno¡±.

La instalaci¨®n de centrifugadoras avanzadas es un paso crucial para el avance de sus ambiciones at¨®micas. Aunque Ir¨¢n siempre ha defendido su objetivo civil, la falta de transparencia y el descubrimiento de algunos puntos oscuros llevaron a sospechar de un proyecto militar clandestino y le granjearon importantes sanciones internacionales. Con el objetivo de librarse de estas, acept¨® l¨ªmites a su programa y firm¨® el acuerdo nuclear de 2015. Pero empez¨® a reducir sus compromisos a ra¨ªz de que Estados Unidos abandonara unilateralmente el pacto y le reimpusiera sanciones hace dos a?os.

Desde entonces, Teher¨¢n y Washington se hallan inmersas en un pulso geoestrat¨¦gico que ha estado a punto de desembocar en conflicto abierto en varias ocasiones. El pasado enero, un dron estadounidense mat¨® a un prominente general iran¨ª en Bagdad (Irak) y medio a?o antes, el presidente norteamericano, Donald Trump, lleg¨® a aprobar un bombardeo contra la Guardia Revolucionaria, en represalia por el derribo de un aparato de reconocimiento, pero lo cancel¨® en el ¨²ltimo momento. Ambos casos han estado precedidos de ataques a intereses de EE UU o sus aliados tras los que estos han visto la mano de Ir¨¢n.

Ese contexto y el que el incendio de Natanz no haya sido un hecho aislado dan credibilidad a la posibilidad de un sabotaje. Apenas seis d¨ªas antes, hubo una explosi¨®n en el centro de desarrollo de misiles bal¨ªsticos de Khojir, a las afueras de Teher¨¢n, que las autoridades atribuyeron a unos dep¨®sitos de gas. Y desde el jueves ha habido otras dos en sendas centrales el¨¦ctricas y una fuga de cloro en una planta qu¨ªmica. Como decenas de otros sucesos similares en los ¨²ltimos meses, las autoridades los han catalogado de accidentes. El intento por encubrir el derribo de un avi¨®n de pasajeros el pasado enero no ayuda a que los iran¨ªes crean la versi¨®n oficial.

El diario The New York Times cita a ¡°un funcionario de inteligencia de Oriente Pr¨®ximo con conocimiento del asunto¡± que responsabiliza a Israel y asegura que en el ataque de Natanz se utiliz¨® una potente bomba. No ser¨ªa la primera vez, pero como es habitual, sus dirigentes ni lo confirman ni lo desmienten. Si lo sucedido en ese complejo nuclear ha sido realmente un sabotaje, va a agravarse la sicosis de vulnerabilidad que ya tiene el r¨¦gimen iran¨ª arrinconado por las sanciones y con crecientes dificultades econ¨®micas. Tambi¨¦n es previsible que Teher¨¢n acelere sus planes para ocultar bajo tierra sus instalaciones m¨¢s delicadas.

En ese contexto resulta significativo que justo ahora el jefe de la Marina de la Guardia Revolucionaria haya revelado la existencia de ¡°ciudades de misiles¡± subterr¨¢neas a lo largo de la costa del golfo P¨¦rsico. Su advertencia de ¡°una pesadilla para los enemigos de Ir¨¢n¡± s¨®lo puede tener como destinatarios a sus vecinos ¨¢rabes. Arabia Saud¨ª y Emiratos ?rabes Unidos secundaron la semana pasada el llamamiento de Estados Unidos para que el Consejo de Seguridad de la ONU extienda la prohibici¨®n de que Teher¨¢n importe o exporte armas convencionales que vence el pr¨®ximo octubre.