¡°La nueva Constituci¨®n chilena debe resolver la exclusi¨®n pol¨ªtica del pueblo mapuche¡±

Chile se prepara para el plebiscito constitucional del 25 de octubre, cuando determinar¨¢ si reemplaza o no la Constituci¨®n vigente desde 1980, redactada durante la dictadura de Augusto Pinochet. Los m¨¢s de 14 millones de ciudadanos habilitados para votar, adem¨¢s, decidir¨¢n qui¨¦nes la redactar¨¢n: si 155 personas especialmente elegidas o una convenci¨®n mixta, compuesta tambi¨¦n por parlamentarios. A menos de dos meses del refer¨¦ndum, existe un asunto central que todav¨ªa no ha sido resuelto por el Parlamento chileno: si los pueblos ind¨ªgenas, que representan el 13% de la poblaci¨®n, tendr¨¢n o no esca?os reservados en el ¨®rgano de decisi¨®n. Justamente cuando en la Araucan¨ªa se vive una nueva escalada de violencia ¨Ccon camioneros protestando por seguridad, bloqueando rutas y poniendo en peligro el abastecimiento¨C, la representaci¨®n de los mapuches en una posible asamblea es un aspecto de especial relevancia para quienes apuntan a desactivar el conflicto atacando una de sus causas remotas: la exclusi¨®n pol¨ªtica.

Es lo que explica el abogado mapuche Salvador Millaleo (Talca, 1973), uno de los m¨¢s reconocidos expertos en asuntos ind¨ªgenas, integrante de diversos grupos que ya debaten sobre los contenidos de una eventual nueva Constituci¨®n. Militante socialista, acad¨¦mico de Derecho de la Universidad de Chile con doctorado en Sociolog¨ªa en Bielefeld, Alemania, indica que de los 155 convencionales de la eventual convenci¨®n constitucional ¨Cla opci¨®n que ganar¨ªa, de acuerdo a las encuestas¨C, deben sumarse 23 representantes de los nueve pueblos originarios.

¡°Lo central es que se asegure la participaci¨®n a trav¨¦s de un principio de justicia pol¨ªtica. La de las mujeres fue asegurada por la paridad, porque representan la mitad de la sociedad. En el caso de los pueblos ind¨ªgenas, por lo tanto, debe corresponder a su proporci¨®n demogr¨¢fica, el 13%¡±, explica Millaleo, al tel¨¦fono desde su casa en el municipio de La Florida, en la zona sur de la capital, Santiago. ¡°El problema es que en Chile nos han acostumbrado a pensar que los pueblos ind¨ªgenas son el 2% o 3%, porque vivimos en una sociedad que quiere pensarse a s¨ª misma como no ind¨ªgena. Pero es un porcentaje muy relevante, parecido al de M¨¦xico, que est¨¢ en algo m¨¢s del 15%¡±, reflexiona.

Si no es as¨ª, el proceso constituyente quedar¨ªa ¡°bastante cojo¡±, seg¨²n Millaleo, que informa que del 13% de poblaci¨®n ind¨ªgena que tiene Chile, un 10% es mapuche (es decir, unos 1,7 millones de personas). ¡°Uno de los motivos declarados del estallido social de octubre pasado en Chile fue la exclusi¨®n de los pueblos ind¨ªgenas. En las calles, la bandera mapuche fue la m¨¢s usada, el s¨ªmbolo de todo el resto de las injusticias. Por lo tanto, ser¨ªa poco explicable que en una nueva Constituci¨®n ¨Cun proceso que se abri¨® justamente a causa de este movimiento? de protesta¨C, no hubiese una preocupaci¨®n central por la representaci¨®n de los pueblos originarios¡±. Para el abogado, que integra como consejero el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH), en octubre ¡°se produjo una suerte de empat¨ªa¡± entre los chilenos y las etnias originarias: ¡°Todo lo que denunciaban ?los mapuches ¨Clas agresiones por parte de carabineros, las violaciones de los DD.HH., la represi¨®n innecesaria¨C los manifestantes lo vivieron en carne propia en el estallido social¡±.

Ciudadanos de segunda categor¨ªa

El abogado hace historia y se remonta a la formaci¨®n del Estado. Explica que se trata de ¡°un problema pol¨ªtico, de poder, entre la sociedad chilena y el pueblo mapuche y que, por lo tanto, debe resolverse como tal¡±. De acuerdo con Millaleo, lo que ha ocurrido hasta ahora es m¨¢s bien una exclusi¨®n de los pueblos ind¨ªgenas: ¡°Nominalmente son ciudadanos, pero la forma en que se construy¨® el Estado determina que son de segunda categor¨ªa y que para ser plenamente chilenos, tienen que dejar de pertenecer a su pueblo¡±. Es un asunto que est¨¢ en la ra¨ªz de todos los conflictos, seg¨²n el acad¨¦mico: ¡°Si bien hay pobreza y violencia ¨¦tnica, ambas han sido m¨¢s bien una consecuencia de la exclusi¨®n pol¨ªtica. Por ello, la nueva Constituci¨®n chilena debe resolver la exclusi¨®n pol¨ªtica del pueblo mapuche y de los otros pueblos originarios¡±.

Chile tuvo una historia com¨²n con otros Estados coloniales. Pero a diferencia de otros pa¨ªses como Estados Unidos y muchos latinoamericanos, ¡°Chile no logr¨® consolidar un momento para empezar a revertir esta historia¡±. Por el contrario, se?ala Millaleo: ¡°Los pa¨ªses democr¨¢ticos comenzaron a compensar a los pueblos ind¨ªgenas, a restaurar sus instituciones, a respetar sus culturas y ¨Csi bien en todas partes hay desigualdad¨C, los Estados han generado pol¨ªticas inclusivas¡±. Sucedi¨® en Latinoam¨¦rica desde los a?os ochenta, cuando Nicaragua debut¨® con una Constituci¨®n avanzada respecto de sus etnias. En paralelo, sin embargo, en Chile hace cuarenta a?os nac¨ªa la Carta Fundamental vigente. ¡°La Constituci¨®n de 1980 fue mucho m¨¢s r¨ªgida que todas las otras constituciones y no ha permitido hasta hoy un reconocimiento institucional de los pueblos ind¨ªgenas. Su modelo neoliberal ha profundizado la p¨¦rdida de tierras y el empobrecimiento¡±.

Millaleo se refiere al modelo econ¨®mico extractivo que empuj¨® la dictadura militar y a la instalaci¨®n de las forestales, mineras, salmoneras, pesqueras que, desreguladas, generan desarrollo econ¨®mico, pero muy desigual: ¡°Perjudican a muchas comunidades y al entorno natural y profundiza un conflicto de ra¨ªces hist¨®ricas profundas¡±, cuya expresi¨®n m¨¢s visible en los ¨²ltimos a?os es la lucha por las tierras, dice. El abogado reconoce que los gobiernos de la democracia realizaron avances desde 1990, pero que ¡°la elite no ha tenido la decisi¨®n de terminar con la exclusi¨®n¡±. ¡°Si se afirma querer erradicar la violencia, el sistema pol¨ªtico chileno debe abrir un camino a una soluci¨®n genuina, porque los que ha abierto hasta ahora, en lugar de resolver el conflicto, lo escala a¨²n m¨¢s¡±, indica.

Hacia un Estado plurinacional

En el camino constituyente que con probabilidad se abrir¨¢ en Chile se debatir¨¢ sobre el tipo de reconocimiento a los pueblos ind¨ªgenas, su alcance y contenidos b¨¢sicos. Algunos sectores y expertos, como el propio Millaleo, indican que Chile deber¨ªa definirse como un Estado plurinacional, es decir, ¡°un Estado donde conviven con igual tratamiento las distintas naciones¡±. ¡°Pero no se trata de repetir la misma experiencia de Bolivia y Ecuador. Chile puede tener su propia ruta hacia la plurinacionalidad¡±, reflexiona. De triunfar esta posici¨®n, los pueblos ind¨ªgenas ser¨ªan reconocidos como sujetos colectivos distintos y el Estado deber¨ªa generar condiciones para que formen parte del proceso pol¨ªtico. Podr¨ªan establecerse derechos como la autodeterminaci¨®n interna, que implicar¨ªa que puedan resolver sus propios asuntos y definir su estatus pol¨ªtico dentro del Estado. Este derecho tiene distintas expresiones: representaci¨®n especial en los centros de poder, reg¨ªmenes auton¨®micos o derechos colectivos que tengan relaci¨®n a la salud, educaci¨®n o lengua.

¡°Pero no est¨¢ en riesgo la integridad territorial ni la unidad del Estado chileno¡±, aclara el abogado mapuche en relaci¨®n a uno de los principales temores de los detractores de esta iniciativa. ¡°Significa reorganizar y redistribuir el poder con los pueblos ind¨ªgenas, no que se puedan separar¡±, a?ade.

En Chile existen agrupaciones ind¨ªgenas radicales que buscan un quiebre constitucional con el Estado, como la Coordinadora Arauco Malleco (CAM), que desde fines de los noventa protagoniza acciones violentas para alcanzar su proyecto pol¨ªtico. ¡°Pero son grupos minoritarios. La mayor¨ªa del pueblo mapuche cree en la necesidad de un cambio de estatus dentro del Estado de Chile¡±, se?ala Millaleo. El abogado dice que no tiene ¡°ninguna duda¡± de que esta es la visi¨®n que predomina: ¡°La mayor parte de las organizaciones ind¨ªgenas est¨¢ entrando al proceso constituyente y la mayor parte del pueblo mapuche, adem¨¢s, rechaza la violencia¡±.