El descontento de los venezolanos sale de Caracas y crece en las regiones
Decenas de manifestaciones se registran en todo el interior de Venezuela para protestar contra la crisis econ¨®mica y pol¨ªtica
Las calles de Venezuela se agitan. Esta semana, se registraron multitudinarias protestas en varias ciudades del interior del pa¨ªs. Las condiciones de vida empeoran cada y el hast¨ªo comienza a desbordar a¨²n en medio de la pandemia. Lo que comenz¨® como una convocatoria de la Alternativa Popular Revolucionaria (APR), que agrupa a partidos de izquierda deslindados del chavismo y de su alianza electoral para el 6 de diciembre, funcion¨® como mecha. Una situaci¨®n insospechada en medio de la inercia y la falta de conexi¨®n de la actual dirigencia opositora, que lleva casi dos a?os empujando una transici¨®n pol¨ªtica.
La mayor parte de las manifestaciones se produjo en el Estado Yaracuy, en la regi¨®n centro-occidental del pa¨ªs. Centenares de personas, todos con tapabocas y guardando cierta distancia, marcharon el martes en el pueblo de Urachiche, bajo la organizaci¨®n de la APR. El reclamo por la falta de agua, electricidad, gas para cocinar y gasolina deriv¨® en exigencias de un cambio de gobierno. A esta manifestaci¨®n han seguido otras en distintos municipios. En los videos difundidos por las redes sociales el mensaje era el de una vida mejor y libertad. Los pueblos de Chivacoa, Nirgua, Aroa, Yaritagua y San Felipe se mantuvieron encendidos, con gente en la calle. Pronto se sum¨® la represi¨®n de los cuerpos de seguridad. Se contaron al menos 15 detenciones durante las jornadas de calle. La polic¨ªa tambi¨¦n dispers¨® a los manifestantes con bombas lacrim¨®genas y perdigones.
Eduardo Torres, defensor de derechos humanos en la regi¨®n, cont¨® que este s¨¢bado, en la manifestaci¨®n m¨¢s grande de la semana que lleg¨® a la capital del estado, fueron emboscados por militares de la Guardia Nacional, la Polic¨ªa Bolivariana y agentes de los llamados colectivos, grupos parapoliciales armados, un patr¨®n de actuaci¨®n que se repite desde 2014 y que ha sido denunciado en los informes de la Alta Comisionada de Derechos Humanos, Michelle Bachelet. ¡°La represi¨®n fue brutal. Nos escondimos en las casas de algunos vecinos y desde ah¨ª vimos como el propio comandante de la polic¨ªa estatal lanzaba bombas dentro de las viviendas¡±, denuncia el investigador del Centro del Derechos Humanos de la Universidad Central de Venezuela y de Provea.
¡°El pueblo no se ha dejado, la poblaci¨®n no se ha cansado. El que ha fallado es el liderazgo¡±, analiza Torres sobre esta inesperada ebullici¨®n. El activista se?ala que las redes sociales y la mensajer¨ªa por WhatsApp fueron fundamentales para la organizaci¨®n de la sociedad civil en una regi¨®n donde el ¨²nico peri¨®dico local que circulaba dej¨® de hacerlo esta semana por falta de gasolina. Agrega que las fracturas del chavismo impulsaron la protesta a comienzos de la semana, pero las consignas no remiten a los partidos pol¨ªticos sino a todos los padecimientos de los venezolanos. ¡°La consigna es por el agua, por los cortes luz, el salario. Yaracuy es uno de los estados m¨¢s golpeados por la crisis, el sector campesino no tiene semillas para sembrar. Se juntaron muchas cosas¡±, explica.
En agosto se registraron al menos 748 protestas, la mayor parte de ellas por la escasez de combustible, con 30 detenidos. De acuerdo con el Observatorio Venezolano de Conflictividad Social, en septiembre las manifestaciones se incrementaron en todo el pa¨ªs. El viernes, hubo 47 protestas masivas y organizadas en 17 de los 24 estados del pa¨ªs. El gobierno despleg¨® veh¨ªculos militares para la contenci¨®n. En Caracas, la capital, relativamente mejor abastecida y mucho m¨¢s controlada por las fuerzas de seguridad, no se han registrado jornadas como las vistas en el interior.
El gobierno de Nicol¨¢s Maduro todav¨ªa intenta enderezarse tras el duro golpe que signific¨® el informe de la Misi¨®n de Determinaci¨®n de Hechos de las Naciones Unidas, que revel¨® violaciones de derechos humanos consideradas delitos de lesa humanidad. Ahora intenta cabalgar hasta unas elecciones parlamentarias convocadas para el 6 de diciembre ¡ªen las que la mayor parte de los partidos opositores se ha negado participar por falta garant¨ªas¡ª, que le permitan renovar a la opositora Asamblea Nacional. La pesadilla de la cotidianidad del venezolano, que debe lidiar con fallas de todos los servicios b¨¢sicos, escasez de alimentos y medicinas, una grave crisis econ¨®mica ¡ªcon una perspectiva de contracci¨®n del 20% del PIB para 2020¡ª y una galopante hiperinflaci¨®n que llev¨® el salario m¨ªnimo a menos de un d¨®lar esta semana, son otros de los factores que han avivado el descontento.
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