¡°No vamos a anular los juicios, nos vamos a defender¡±
El dirigente boliviano, compa?ero del presidente Evo Morales durante los 13 a?os de Gobierno del MAS, habla con el EL PA?S desde su exilio en Buenos Aires
?lvaro Garc¨ªa Linera (Cochabamba, 1962) fue vicepresidente de Bolivia hasta el 10 de noviembre de 2019, cuando acompa?¨® a Evo Morales a su exilio forzado en M¨¦xico. Hoy reside en Argentina con estatus de refugiado. Vive como profesor universitario, pero no ha perdido lazos pol¨ªticos con el expresidente, tambi¨¦n exiliado en Buenos Aires, y sigue a diario el armado electoral con que el MAS buscar¨¢ recuperar el poder en las elecciones del 18 de octubre. En esta entrevista con EL PA?S, realizada por videoconferencia por las restricciones de la pandemia, dice que el principal desaf¨ªo de su partido es recuperar el apoyo de las clases medias populares que emergieron durante su Gobierno.
Pregunta: ?C¨®mo resumir¨ªa la situaci¨®n pol¨ªtica en Bolivia?
Respuesta: Hay que ubicar las elecciones en un esfuerzo colectivo por reencauzar la vida pol¨ªtica en Bolivia a un a?o del golpe, de destrucci¨®n del Estado y de abandono estatal de la poblaci¨®n ante la pandemia. El ¨¢mbito electoral no es el lugar donde se va a definir el regreso pleno a la democracia, pero es el primer paso. Por un lado, tienes el proyecto del MAS, con crecimiento, distribuci¨®n e inclusi¨®n. Por el otro, tienes un modelo de rechazo a la igualdad, de escarmiento y de xenofobia. Y lo dicen ellos: ¡°Nosotros somos anti MAS¡±. Esto es lo que pasa: la confrontaci¨®n de un proyecto con un anteproyecto de rechazo y resistencia, muy violento y de revancha.
P. ?No teme que ese rechazo perdure?
R. Siempre existe la posibilidad de que este revanchismo de las clases sociales medias y tradicionales perduren en el tiempo. Ese es el reto que tiene el MAS para fortalecer su agenda de transformaci¨®n social. El a?o pasado tuvimos un golpe de Estado de fuerzas policiales y militares. Pero tambi¨¦n hubo un sector social que ha salido a las marchas, una clase media que se ha visto desplazada en sus privilegios por la emergencia de una nueva clase media de origen popular.
P. ?Toda esta nueva clase media popular a la que se refiere apoya al MAS?
P. Un pedazo de esta clase media emergente popular, durante la ¨²ltima d¨¦cada, logr¨® acceder a distintos puestos de gesti¨®n del Estado, que fruto del crecimiento econ¨®mico ten¨ªa recursos. As¨ª se articul¨® con el crecimiento. Otra parte logr¨® el ascenso social v¨ªa educaci¨®n, negocios o comercio. Una parte defendi¨® el proceso, se mantuvo con nosotros, pero hubo un sector que no se sinti¨® reconocido por nuestro discurso, porque nuestro discurso segu¨ªa recogiendo la demanda muy de abajo, como hace 15 a?os. En esos a?os, una parte de los que estaban abajo subieron al centro, y para ellos no ten¨ªamos un discurso integrador.
P. ?Lo dice como una autocr¨ªtica?
R. El proyecto del MAS ha sido para los m¨¢s pobres, pero necesitamos ampliar las medidas de integraci¨®n hacia esos sectores de clase media popular, la clase media que est¨¦ con riesgo de caer y la clase media profesional que en el a?o 2014 vot¨® por nosotros y en 2019 no vot¨® por nosotros. Debemos recoger sus expectativas y plantearles mecanismos para que ellos puedan mejorar sus condiciones de vida. En parte, esta nueva clase media de origen popular es fruto del proceso del MAS. Tenemos la responsabilidad hist¨®rica de su ascenso y ahora debemos evitar que descienda. Debemos adem¨¢s saber sus nuevas expectativas, porque sus expectativas como clase media son distinta.
P. ?Los sorprendi¨® la revuelta?
R. Ya hab¨ªa se?ales de malestar entre la clase media tradicional, que en vez de buscar pol¨ªticas de fusi¨®n con las nuevas clases medias populares plantearon una pol¨ªtica de exclusi¨®n y radicalizaron su discurso racista. Hablaban de indios que vienen a nuestros shopping, a nuestros barrios, a nuestros cines. En 2016, hubo una movilizaci¨®n de m¨¦dicos, s¨ªntoma de que en un sector de la clase media se estaba gestando algo. Cuando todo estalla en 2019 era modulable, pero dej¨® de serlo cuando tienes que enfrentarte a aviones y tanques. Esa variable no la hab¨ªamos calculado con Evo.
P. Tampoco hubo grandes movilizaciones de apoyo a Morales¡
R. La renuncia de Evo fue para evitar que salga la gente. Nosotros no pod¨ªamos pedir ¡®vamos a enfrentarnos a los tanques¡¯ y a ver qu¨¦ pasa. La presi¨®n social la vimos y hab¨ªamos apostado a la neutralidad de la polic¨ªa y los militares. Frente al cambio de fuerzas estaba la decisi¨®n de enfrentarlo, con el riesgo de muertes, o la renuncia. Despu¨¦s del golpe apostaron por destruir al MAS. Eso es, matar a Evo y si no se pod¨ªa matar a Evo era provocar una di¨¢spora. La situaci¨®n de nuestra organizaci¨®n no es normal, hay una persecuci¨®n estructural y sistem¨¢tica, marcada por dirigentes detenidos, perseguidos, por juicios abiertos como si se repartiesen volantes. Y habr¨¢ m¨¢s hasta el d¨ªa viernes previo a la elecci¨®n. Pese a todo ese proceso de amedrentamiento, la gente va a ir a votar.
P. ?Por qu¨¦ el candidato Carlos Mesa aclara que no har¨¢ una alianza con el MAS?
R. Es un esfuerzo desesperado del candidato por capturar el voto enojado, el voto duro de los sectores m¨¢s conservadores. Y, por otro lado, es una confesi¨®n de la complicidad de Mesa con todo lo que ha sucedido. Mesa es uno de los que aplaudieron cuando [la presidenta Jeanine] A?ez lleg¨® con su Biblia al Palacio de Gobierno, cuando los polic¨ªas quemaron wiphalas, cuando se persigui¨® dirigentes y se dec¨ªa que eso era la democracia. Si has apoyado un golpe no puedes despu¨¦s de un a?o acordar con los que derrocaste.
P. ?Duda, entonces, de que el Gobierno reconozca un eventual triunfo del MAS?
P. El golpe ya ha sufrido una derrota hist¨®rica, que es que el MAS lidera las encuestas. En todos los lugares donde se desplaza a un partido de gobierno, ese partido no se levanta. En nuestra historia hay experiencias de partidos que tardaron 10, 15 a?os en rearmarse. A eso apuntaron, y m¨¢s all¨¢ del resultado electoral, que confiamos nos ser¨¢ favorable, ahora, ya, hay una derrota de ese proyecto hist¨®rico de querer pulverizar la idea de lo nacional y popular en Bolivia. Una victoria del MAS reafirmar¨ªa esa derrota, pero creo que ya se ha dado.
P. ?Regresar¨¢ Bolivia si su partido gana las elecciones?
R. Eso es secundario. Lo que quiero hacer es formaci¨®n pol¨ªtica. Necesitamos revitalizar los v¨ªnculos org¨¢nicos de un pensamiento cr¨ªtico, de una m¨ªstica integrista de izquierda en las nuevas generaciones. Me veo, ganemos o no, participando en procesos de formaci¨®n pol¨ªtica e ideol¨®gica. En 14 a?os en el Gobierno he aprendido algunas cosas que quiero transmitir a las nuevas generaciones.
P. ?Y a Evo Morales d¨®nde lo ve?
R. Lo veo haciendo lo que sabe hacer muy bien, que es una articulaci¨®n de lo popular. Es un hombre del mundo sindical y comunitario y necesitamos reconstruir los tejidos de lo popular, que est¨¢n golpeados y debilitado.
P. Si llegan al gobierno, ?qu¨¦ pasar¨¢ con las causas judiciales contra los dirigentes del MAS?
R. Est¨¢n las acusaciones y hay que dar la cara ante ellas, est¨¦n bien hechas o est¨¦n mal hechas. No vamos a buscar que se anulen los juicios; nos vamos a defender, pero como corresponde.
P. El escenario regional no es el que acompa?¨® al MAS de sus primeros a?os. ?Lo considera ahora m¨¢s hostil?
R. El escenario latinoamericano est¨¢ complicado para todos. Para las clases progresistas, porque su presencia mayoritaria ha pr¨¢cticamente desaparecido. Pero las fuerzas conservadoras la tienen muy complicado tambi¨¦n. Estos gobiernos conservadores ?qu¨¦ horizonte de largo plazo ofrecen a su sociedad, con el FMI y el Banco Mundial recomendando impuestos a los m¨¢s ricos para bajar la pobreza? ?No era que el Estado era inservible? Las fuerzas conservadoras ya no son portadoras de un proyecto capaz de enamorar a largo plazo, con un sentido de la historia que deposite esperanzas. Se les acab¨® el relato, y lo que tenemos ahora son hegemon¨ªas que funcionan exacerbando el resentimiento y el autoritarismo. Las fuerzas progresistas, en cambio, saben lo que hay que hacer, porque ya lo han hecho en el pasado.
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