El Brexit m¨¢s solitario de Johnson
El primer ministro brit¨¢nico afronta sin aliados ni animadores la responsabilidad de salir de la UE sin un acuerdo
Antes de que la pandemia arrasara la realidad, hubo un largo tiempo en que el Brexit pertenec¨ªa a todos los pol¨ªticos del Reino Unido. Para glorificarlo o denostarlo. La salida de la UE monopolizaba el debate p¨²blico brit¨¢nico. ¡°Este es el Brexit de Boris [Johnson]. Es de su propiedad exclusiva. En lo que a m¨ª respecta, yo ya logr¨¦ mi objetivo¡±. Quien as¨ª hablaba el pasado jueves era Steve Baker. El cerebro gris del European Research Group. El hombre que moviliz¨® a los conservadores euroesc¨¦pticos para hacer la vida imposible a la ex primera ministra, Theresa May. El exingeniero de la Royal Air Force (Fuerzas A¨¦reas Reales) y exanalista financiero, hoy diputado en la C¨¢mara de los Comunes, que organiz¨® los apoyos necesarios para aupar a Boris Johnson hasta Downing Street. Los tel¨¦fonos de su oficina no dejaban de sonar, con llamadas de votantes de su circunscripci¨®n y de parlamentarios aliados en su nueva causa: el combate contra las duras restricciones que el Gobierno pretende imponer para poner freno a la segunda ola del virus. Ni rastro del Brexit.
El Reino Unido se asoma al precipicio de una salida definitiva de la UE sin acuerdo el pr¨®ximo 31 de diciembre, cuando finaliza el periodo de transici¨®n acordado con Bruselas. Johnson ha decidido lanzar su ¨²ltimo ¨®rdago y levantarse de la mesa de negociaci¨®n. Ha anunciado a sus conciudadanos y a las empresas brit¨¢nicas que se vayan preparando para la idea de una salida a las bravas de la UE. Pero esta vez, nadie ha jaleado su tono ¨¦pico -"prosperaremos poderosamente como una naci¨®n comercial libre e independiente", dec¨ªa-. Ni siquiera ha habido maniobras parlamentarias para forzarle a seguir conversando con Bruselas, como ocurri¨® el a?o pasado. La verdad detr¨¢s de la estrategia de Downing Street, que oficialmente ha insistido en todo momento en que deseaba un acuerdo con Bruselas aunque se haya encaminado en la pr¨¢ctica hacia el resultado contrario, la conocen apenas Johnson, su asesor estrella, Dominic Cummings, y pocos m¨¢s. ¡°Los diputados conservadores est¨¢n tan preocupados con el coronavirus que ahora mismo resulta dificil¨ªsimo calcular cu¨¢ntos de ellos estar¨ªan a favor o en contra de un Brexit sin acuerdo, y la forma final que tenga esta historia permanece como algo oscuro en cualquier caso¡±, admite Paul Goodman. Que el director del portal ConservativeHome, de lectura obligada para saber lo que se cuece dentro del Partido Conservador brit¨¢nico, admita que el Brexit es un cap¨ªtulo pasado que ha entrado en un t¨²nel oscuro da una idea de la soledad de Johnson.
Despu¨¦s del batacazo electoral de Jeremy Corbyn del pasado diciembre, la oposici¨®n del Partido Laborista ha elegido un nuevo l¨ªder. Keir Starmer ha entendido que su formaci¨®n deb¨ªa salir de la trampa que le hab¨ªa sumido en una guerra interna durante tres largos a?os. Ha asumido como una realidad inevitable la salida de la UE. Y se limita a esperar y ver si Johnson cumple -o no- su promesa de lograr un acuerdo con las instituciones comunitarias. En el contexto actual, con el Reino Unido sumido en una profunda crisis econ¨®mica por la pandemia, un Brexit desordenado a?adir¨ªa sal a la herida y jugar¨ªa a favor de un pol¨ªtico como Starmer, quien ha comenzado a ganar una imagen de seriedad y rigor (de primer ministro) frente a un atrabiliario Johnson.
¡°El primer ministro afirma que no habr¨¢ ning¨²n problema con un Brexit sin acuerdo, que el Reino Unido puede alejarse sin problemas de la UE. Pero el Partido Conservador es el partido de los empresarios, y los empresarios no est¨¢n de acuerdo con ese planteamiento¡±, afirma John Kerr. El exdiplom¨¢tico y pol¨ªtico escoc¨¦s, hoy en la C¨¢mara de los Lores, particip¨® en la Convenci¨®n Europea que elabor¨® el borrador de lo que luego acabar¨ªa siendo el Tratado de Lisboa. Suya es la autor¨ªa, en gran parte, del Art¨ªculo 50, que contemplaba el protocolo de salida de alg¨²n Estado miembro que, nunca pens¨®, acabar¨ªa siendo el Reino Unido. ¡°Le toca complacer a sus seguidores o a sus colegas de partido. No puede agradar a ambos a la vez, ni puede esquivar la decisi¨®n m¨¢s tiempo. Y la oposici¨®n no va a ayudarle, porque recuerda claramente la m¨¢xima de Napole¨®n: nunca intervengas cuando tu rival est¨¢ cometiendo un error¡±.
Para agravar a¨²n m¨¢s la situaci¨®n, los conservadores comienzan a observar con preocupaci¨®n el creciente sentimiento independentista de Escocia. La ¨²ltima encuesta realizada por Ipsos Mori, publicada el pasado mi¨¦rcoles, refleja el mayor apoyo al separatismo obtenido nunca en un sondeo p¨²blico. Un 58% de los posibles votantes respaldar¨ªa la ruptura con el resto del pa¨ªs, frente a un 42% que respaldar¨ªa la permanencia. ¡°Resulta incre¨ªble que, en medio de una pandemia global y de una profunda recesi¨®n, el primer ministro le est¨¦ diciendo a Escocia que se vaya preparando para un desastroso Brexit sin acuerdo¡±, dijo Nicola Sturgeon, la ministra principal escocesa, nada m¨¢s escuchar a Johnson anunciar su desaf¨ªo a la UE el pasado viernes. ¡°Le pido que retire esa amenaza¡±, dijo.
Durante el pasado congreso del Partido Conservador, realizado de forma virtual y desangelada por culpa del virus, pocos prestaron atenci¨®n a la llamada de atenci¨®n del diputado escoc¨¦s, que reprochaba al Gobierno de Johnson su desinter¨¦s hacia lo que estaba ocurriendo en el norte del Reino Unido. ¡°No me produce ninguna satisfacci¨®n tener que decir esto, pero la causa a favor del separatismo se est¨¢ construyendo de un modo mucho m¨¢s eficaz en Londres que en Edimburgo¡±.
Johnson se dirigi¨® en ese congreso a los suyos desde un solitario estudio televisivo, sin aplausos ni v¨ªtores. Esboz¨® un futuro pretendidamente optimista en el que el Brexit apenas tuvo hueco en el discurso. ¡°Ya no es el Brexit de Theresa May. Es el suyo. Por el que hizo una campa?a plagada de fanfarroner¨ªa que le permiti¨® esquivar la cruda verdad. Hasta ahora¡±, apunta Kerr. ¡°Y no puede esperar mucha simpat¨ªa de la opini¨®n p¨²blica, despu¨¦s de su nefasta gesti¨®n de la covid-19. Si a todo le sumas el auge del independentismo en Escocia... perder una uni¨®n, la Uni¨®n Europea, puede tener un pase, ?pero perder una segunda uni¨®n, la del Reino Unido?¡±, se pregunta.
En la recta final de la larga historia del Brexit, Johnson se ha quedado en exclusiva con la bandera que construy¨® su -hasta ahora- exitosa carrera pol¨ªtica, y tambi¨¦n con la responsabilidad plena del ¨¦xito o fracaso de una aventura a la que los ciudadanos ya solo prestar¨¢n atenci¨®n si acaba siendo una agravante de la dura realidad actual.
Los empresarios brit¨¢nicos exigen un acuerdo con la UE
La patronal m¨¢s importante del Reino Unido, CBI (en sus siglas en ingl¨¦s) ha unido sus fuerzas con otras 71 asociaciones sectoriales para reclamar al Gobierno de Johnson que no renuncie a un Brexit con acuerdo. En representaci¨®n de m¨¢s de 190.000 empresas, que dan empleo a siete millones de trabajadores, las organizaciones han emitido este domingo un comunicado conjunto en el que piden al Ejecutivo brit¨¢nico que muestre m¨¢s liderazgo. "Este es el momento del liderazgo pol¨ªtico. Con compromiso y tenacidad, puede lograrse un acuerdo. Los empresarios pedimos a ambas partes que busquen una ruta de salida. La certidumbre que traer¨ªa consigo un acuerdo ambicioso tendr¨ªa un impacto inmediato en los esfuerzos que llevan a cabo las empresas para prepararse. Ayudar¨ªa a la inversi¨®n, al eliminar la amenaza de tarifas y aranceles", dice el texto. Los empresarios brit¨¢nicos se han convertido en la ¨²nica fuente de presi¨®n para evitar que Downing Street acaba impulsando una salida desordenada de la UE, una vez que el debate en torno al Brexit ha dejado de estar presente en la agenda pol¨ªtica. El jefe de Gabinete de Johnson, Michael Gove (un puesto equivalente al del Ministerio de la Presidencia espa?ol) ha defendido en The Sunday Times la idea de un no-acuerdo, despu¨¦s de ser uno de los mayores defensores en el seno del Gobierno de la necesidad de cerrar un pacto con Bruselas. Gove acusa ahora a la UE de haberse echado atr¨¢s en su compromiso de ofrecer al Reino Unido un tratado similar al que tiene con Canad¨¢, la aspiraci¨®n del Gobierno de Johnson. "Ahora resulta que lo que pueden dar a la Columbia Brit¨¢nica es demasiado bueno para el pueblo brit¨¢nico", reprocha Gove.
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