La muerte de la soldado Vanessa Guill¨¦n lleva al Congreso de EE UU la lacra del acoso en el Ej¨¦rcito
La joven militar hab¨ªa contado que sufr¨ªa el acoso sexual en Fort Hood (Texas). Tras dos meses desaparecida, su cuerpo apareci¨® quemado. Al menos nueve personas han muerto en circunstancias extra?as en ese mismo cuartel en lo que va de a?o
Vanessa Guill¨¦n le cont¨® a su madre en febrero que un hombre la acosaba sexualmente en el trabajo. Guill¨¦n, de 20 a?os, era una soldado que inspeccionaba y limpiaba armamento en la base militar de Fort Hood (Texas). All¨ª fue vista por ¨²ltima vez en abril, cuando termin¨® su jornada laboral. Su desaparici¨®n encendi¨® todas las alarmas en el Ej¨¦rcito de Estados Unidos y comenz¨® una fren¨¦tica b¨²squeda. La soldado fue hallada muerta dos meses despu¨¦s cerca de la instalaci¨®n militar y al lado del un r¨ªo. Su cuerpo estaba parcialmente quemado y destrozado. ¡°Le insist¨ª en que denunciara pero no quiso, me dijo: ¡®Mami, voy a hablar cuando salga del Ej¨¦rcito en junio¡¯, pero me la mataron antes¡±, cuenta a EL PA?S entre l¨¢grimas su madre, Gloria Guill¨¦n. El caso ha sido llevado hasta el Congreso para proponer una ley que permita la creaci¨®n de una agencia para denunciar acoso y abuso sexual en las Fuerzas Armadas.
La decisi¨®n de enlistarse en el Ej¨¦rcito se materializ¨® en 2018, cuando Vanessa comenz¨® su entrenamiento en una instalaci¨®n militar en Carolina del Sur. Su familia, inquieta, hab¨ªa aceptado su deseo de convertirse en soldado. Unos meses m¨¢s tarde fue transferida al Estado de Virginia y despu¨¦s a Texas. Su hermana Mayra cuenta que la soldado llamaba a casa para contar sus haza?as durante el entrenamiento, pero que cuando lleg¨® a Texas su emoci¨®n simplemente se apag¨®. ¡°Ya no ten¨ªa el mismo entusiasmo que en el primer a?o¡±, recuerda. Desde su llegada a Fort Hood, la soldado visitaba los fines de semana a su familia en Houston y ellos en cada ocasi¨®n notaban m¨¢s su pesadumbre. ¡°La mir¨¦ rara, no estaba bien, estaba flaca y casi no com¨ªa. Le empec¨¦ a preguntar qu¨¦ ten¨ªa y despu¨¦s como de ocho meses me dijo ¡®mami no estoy a gusto en la base¡¯¡±, cuenta su madre.
Las se?ales de que algo no estaba bien no fueron suficientes. El 22 de abril fue vista con vida por ¨²ltima vez por sus compa?eros en el aparcamiento de la base militar. Estaba fumando un cigarro. Un par de d¨ªas despu¨¦s comenz¨® la b¨²squeda. Las autoridades encontraron las llaves de su coche y su cartera en su puesto de trabajo. Su destino fue un misterio hasta que el 30 de junio una brigada de b¨²squeda encontr¨® su cuerpo quemado, lacerado y en trozos. Las primeras investigaciones apuntaron hacia su compa?ero Aaron Robinson, de 20 a?os, ya que hab¨ªa sido la ¨²ltima persona a la que la soldado hab¨ªa contactado por tel¨¦fono. Las autoridades lo interrogaron tras la desaparici¨®n de Guill¨¦n y dijo que hab¨ªa hablado con ella el d¨ªa de su desaparici¨®n para concretar el papeleo de una serie de armas, pero que despu¨¦s se hab¨ªa marchado.
Dos testigos aseguraron que Robinson sali¨® de su ¨¢rea de trabajo cargando una caja de grandes dimensiones esa tarde. Tras el hallazgo del cuerpo de Guill¨¦n, los investigadores fueron a buscar al soldado nuevamente y este se suicid¨® de un tiro en la cabeza antes de que le detuvieran. En la lista de sospechosos estaba la novia de Robinson, Cecily Aguilar, que tras su arresto revel¨® que el soldado la hab¨ªa llamado esa noche para contarle que hab¨ªa asesinado a Guill¨¦n. Seg¨²n su relato, Robinson la golpe¨® en la cabeza con un mazo hasta que muri¨®, luego sac¨® el cuerpo en una caja y lo llev¨® a las afueras de la ciudad. Aguilar ha reconocido que le ayud¨® a deshacerse del cuerpo, por lo que enfrentar¨¢ cargos por homicidio que podr¨ªan costarle hasta 20 a?os en prisi¨®n.
A pesar de que se conocen algunos detalles de la desaparici¨®n y el homicidio de la soldado, a¨²n quedan abiertas diversas inc¨®gnitas. La familia Guill¨¦n se?ala que el Ej¨¦rcito se ha negado a entregar las im¨¢genes de diversas c¨¢maras de seguridad que explicar¨ªan el trayecto de la soldado el d¨ªa de su desaparici¨®n. Tampoco han quedado claros los motivos por los que Robinson la asesin¨® y si otros soldados en la base militar estaban al tanto del acoso sexual al que Guill¨¦n fue sometida. Robinson no era su superior y tampoco pertenec¨ªa a su cadena de mando, pero la soldado hab¨ªa asegurado a su madre que si denunciaba el acoso afectar¨ªa el futuro de su carrera militar y se acogi¨® a una frase popular en las Fuerzas Armadas estadounidenses: lo que pasa en el Ej¨¦rcito se queda en ¨¦l.
El caso de la soldado Guill¨¦n ha revivido una demanda a?eja para evitar que los casos de acoso y abuso sexual en las Fuerzas Armadas no sean denunciados y queden impunes. Un grupo de congresistas republicanos y dem¨®cratas han llevado al Congreso una propuesta para crear una agencia independiente que reciba las denuncias y las investigue. Seg¨²n el Pent¨¢gono, en 2019, hubo 7.825 reportes de abuso sexual ¨Cun 3% m¨¢s que en el a?o anterior¨C y unos 2.126 denunciantes desistieron de comenzar una investigaci¨®n oficial de sus casos, un 17% m¨¢s que en 2018. Las mismas cifras indican que 1.021 militares denunciaron acoso sexual, un 10% m¨¢s que en el a?o previo.
La muerte de la soldado tambi¨¦n ha despertado algunos cuestionamientos sobre el ambiente de trabajo en la base de Fort Hood. En lo que va del a?o, al menos nueve militares han muerto en circunstancias extra?as. El ¨²ltimo de ellos fue el soldado Elder Fernandes, que desapareci¨® el pasado agosto y tambi¨¦n fue hallado muerto. Fernandes hab¨ªa denunciado formalmente que hab¨ªa sido acosado sexualmente por un superior. Tras su caso, el general Scott Efflandt, l¨ªder de la instalaci¨®n militar ¨Ccon m¨¢s de 80.000 efectivos y una de las m¨¢s grandes de EE UU¨C ha sido separado de su cargo. El Caucus Hispano en el Congreso de Estados Unidos estima que un tercio de las mujeres en Fort Hood han sido acosadas sexualmente y han emprendido una investigaci¨®n sobre las condiciones en la base.
La congresista dem¨®crata Jackie Speier ha explicado que si la ley se aprueba, comenzar¨ªa el dise?o de un organismo externo a las instituciones militares donde se har¨ªan investigaciones independientes y con un sistema confidencial que evitar¨ªa el miedo a las represalias. ¡°Este es el momento Me Too del Ej¨¦rcito¡±, coment¨®. Seg¨²n la organizaci¨®n no gubernamental Protect Our Defenders, el 59% de las v¨ªctimas de acoso y abuso sexual en las Fuerzas Armadas se?alan a alguien de mayor rango que abus¨® de su autoridad, mientras que en un 24% de los casos el atacante es un miembro de la cadena de mando del militar. ¡°A m¨ª ya nada me va a devolver a mi hija, pero ella ya es historia porque lo que pas¨® va a servir para salvar la vida de otros soldados¡±, dice la madre de Vanessa Guill¨¦n sobre la propuesta legislativa.
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