Italia estalla en una ola de protestas violentas contra las restricciones por el coronavirus
La oposici¨®n y los socios de gobierno presionan al primer ministro Conte tras la ¨²ltimas medidas anticovid
Las nuevas restricciones para frenar los contagios de Covid-19, entre ellas, el cierre a las seis de la tarde de bares, restaurantes y lugares dedicados a la cultura, han provocado una ola de protestas en Italia que se extiende ya por varias ciudades, de norte a sur del pa¨ªs, y que ha colocado el nivel de descontento social en unos umbrales inauditos en los ¨²ltimos tiempos. La pasada primavera, la poblaci¨®n acat¨® con resignaci¨®n y obediencia el confinamiento severo, salvo episodios aislados, fundamentalmente en el sur de Italia, donde es muy elevado el n¨²mero de trabajadores que cobran sus sueldos en negro, y por tanto, no pueden acceder a las ayudas oficiales. Este lunes se registraron 17.012 nuevos contagios y hubo 141 fallecidos. Con una econom¨ªa cada vez m¨¢s deteriorada, una creciente rabia e incertidumbre que se da en muchos sectores, y con la sombra de un nuevo cierre general, el malestar social amenaza con convertirse en un polvor¨ªn para el Gobierno italiano.
En algunos lugares, como Roma, N¨¢poles o Trieste, comerciantes y trabajadores de los sectores m¨¢s castigados, como son los taxistas, los empleados de la hosteler¨ªa, de centros deportivos o comerciantes han salido a la calle estos d¨ªas para protestar pac¨ªficamente contra la clausura de cines, teatros y gimnasios. Tambi¨¦n contra el cierre de bares y restaurantes a las seis de la tarde. Pero en varias ocasiones las manifestaciones han desembocado en disturbios violentos con choques con la polic¨ªa, saqueos a negocios, quema de contenedores, lanzamientos de c¨®cteles molotov. Hay al menos una decena de detenidos.
En Mil¨¢n, este lunes varios centenares de personas se manifestaron contra las restricciones y algunos grupos lanzaron bengalas y petardos contra la polic¨ªa. Algunos manifestantes, la mayor¨ªa con el rostro tapado, llegaron hasta el edificio de la sede del Gobierno regional de Lombard¨ªa y lanzaron piedras, botellas, petardos. Tambi¨¦n volcaron varios contenedores de basura que se encontraron a su paso. Durante los enfrentamientos result¨® herido un polic¨ªa y dos manifestantes fueron detenidos, seg¨²n apuntan los medios locales.
En Tur¨ªn, un grupo de ultras encapuchados lanz¨® bengalas y petardos contra las fuerzas del orden en la c¨¦ntrica Plaza Castello, destroz¨® a pedradas los cristales de los escaparates de varias tiendas de los alrededores e hirieron a un fot¨®grafo. La polic¨ªa utiliz¨® gas lacrim¨®geno para dispersar a los violentos.
En la norte?a Trieste, donde salieron a la calle asociaciones de peque?os empresarios y comerciantes, tambi¨¦n se vivieron momentos de tensi¨®n cuando varios manifestantes lanzaron objetos en direcci¨®n al edificio de sede de la Delegaci¨®n del Gobierno.
¡°?Libertad, libertad, queremos trabajar!¡±, es el principal grito que se repite en las protestas. Este tipo de manifestaci¨®n prendi¨® en N¨¢poles este fin de semana y desde all¨ª se ha ido extendiendo a otros puntos del pa¨ªs.
El ministerio de Interior ha alertado de la infiltraci¨®n en las protestas de clanes criminales y de grupos de extrema derecha, a los que se suman tambi¨¦n negacionistas del virus, con el objetivo de provocar el caos. El primer ministro, Giuseppe Conte trat¨® de llamar a la calma el pasado domingo, cuando anunci¨® las nuevas restricciones e inform¨® sobre las medidas de apoyo econ¨®mico para los damnificados. ¡°Si yo estuviera del otro lado, probablemente tambi¨¦n sentir¨ªa rabia contra el Gobierno¡± dijo.
Un primer ministro cada vez m¨¢s acorralado
La oposici¨®n se desmarca de los disturbios, pero se suma a la ola del descontento presionando al Gobierno para que apruebe nuevas ayudas para los colectivos m¨¢s castigados. No es la primera vez que los ultraderechistas Matteo Salvini, de la Liga y Giorgia Meloni, de Hermanos de Italia, que ya han organizado protestas pac¨ªficas y flashmobs en las plazas, tratan de sacar r¨¦dito pol¨ªtico a las revueltas en las calles.
Giuseppe Conte, que dispar¨® su popularidad dentro y fuera de Italia con su gesti¨®n de la primera ola de la pandemia, cada vez se encuentra m¨¢s solo, entre los ataques de la oposici¨®n, de sus propios aliados de la coalici¨®n y con cada vez m¨¢s sectores en contra. Como la patronal, los sindicatos, los trabajadores del mundo de la cultura, el espect¨¢culo o los restauradores y comerciantes.
Matteo Renzi, de Italia Viva, uno de sus socios en el Gobierno, le ha pedido que cambie su ¨²ltimo decreto y ha deslizado que de lo contrario podr¨ªa desmarcarse de la coalici¨®n y dejar caer al Ejecutivo. ¡°Cerrando bares y restaurantes a las 18.00 y los lugares de cultura no disminuyen los contagios, aumentan los desocupados¡±, ha declarado. Algunos flancos del Movimiento 5 Estrellas, el partido que alz¨® a Conte como primer ministro, tambi¨¦n han clamado contra las nuevas medidas. Pero el premier no piensa en aflojar las restricciones. Su convicci¨®n es aguantar este mes de cierre parcial para tratar de salvar la Navidad.
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