La tormenta tropical Eta deja al menos 60 muertos en su paso por Centroam¨¦rica
Las lluvias torrenciales y los deslizamientos de tierra han ocasionado miles de damnificados en la regi¨®n
El paso del cicl¨®n Eta en Centroam¨¦rica ha sido mortal. El fen¨®meno meteorol¨®gico ha causado m¨¢s de 60 muertos, miles de damnificados y una persistente lluvia que mantiene en alerta roja a Nicaragua, Honduras, El Salvador y Guatemala. La tormenta tropical avanza con lentitud sobre Honduras y Guatemala, un comportamiento parecido al desastroso Mitch en 1998, cuando se degrad¨® a tormenta y se estanc¨® en la regi¨®n. Al igual que Mitch, las lluvias del cicl¨®n no cesan y la saturaci¨®n del suelo ha causado inundaciones y deslaves.
En Guatemala, el presidente Alejandro Giammattei inform¨® de que al menos unas 50 personas fallecieron este jueves en un par de deslizamientos de tierra en los departamentos Alta Verapaz y Huehuetenango, en el norte del pa¨ªs. ¡°Entre los aludes que se est¨¢n dando en el ¨¢rea de Huehuetenango y en el ¨¢rea de San Crist¨®bal Verapaz (del departamento de Alta Verapaz) donde estamos tratando de llegar a la aldea Quej¨¢, ah¨ª se estiman 25 casas soterradas por el alud¡±, detall¨® el mandatario.
Toda la precariedad que vive Centroam¨¦rica ha salido a la luz con la presencia del cicl¨®n Eta. Honduras es uno de los pa¨ªses m¨¢s afectados por las inundaciones. El Gobierno report¨® hasta este jueves 11 personas fallecidas, m¨¢s de mil familias damnificadas, 578 familias evacuadas y cerca de 2. 788 personas asistidas en 41 albergues. La alerta roja ha quedado prendida de manera indefinida, seg¨²n el presidente Juan Orlando Hern¨¢ndez. Por ahora, los aeropuertos hondure?os han sido cerrados, y la pista internacional Ram¨®n Villeda Morales de San Pedro Sula est¨¢ bajo agua.
Al mismo tiempo, los da?os materiales son considerables en Honduras. En las ciudades de San Pedro Sula y La Lima, departamento de Cort¨¦s, se han registrado escenas dram¨¢ticas de pobladores atrapados por las inundaciones. Algunos de los habitantes afectados han decidido subirse a los techos de su casa y esperar a ser rescatados. ¡°No sacamos nada porque no nos dio chance, cuando vinieron los carros ya no se pod¨ªa entrar. De repente se vino el bombazo de agua, como si fuera una ola¡±, dijo el damnificado Alexis Padilla al medio hondure?o Contracorriente. En Cort¨¦s tambi¨¦n se desbord¨® el R¨ªo Ul¨²a y tumb¨® el hist¨®rico puente Pimienta.
Aunque la tormenta tropical no pas¨® cerca de Costa Rica, ha causado da?os indirectos en ese pa¨ªs. La Comisi¨®n Nacional de Emergencias (CNE) costarricense alert¨® de r¨ªos crecidos. Unas 1.361 personas han sido reubicadas en 28 albergues en las provincias de Guanacaste y de Puntarenas, situadas en la costa del Pac¨ªfico.
El Gobierno de Ortega minimiza los estragos de la tormenta
En Nicaragua no ha parado de llover. El litoral del pa¨ªs fue la primera regi¨®n centroamericana en recibir al hurac¨¢n Eta como categor¨ªa 4. El cicl¨®n ocasion¨® lluvias torrenciales y r¨¢fagas de vientos de m¨¢s de 230 kil¨®metros por hora que arrasaron comunidades enteras como Wawa Bar. Aun cuando se degrad¨® a tormenta tropical cuando se intern¨® en el litoral caribe?o nicarag¨¹ense, el fen¨®meno meteorol¨®gico ha seguido causando inundaciones y deslaves en el centro del pa¨ªs, por ejemplo, en los departamentos de Jinotega y Nueva Segovia. Hasta el momento, el Gobierno de Nicaragua ha contabilizado 30.000 refugiados en el pa¨ªs, la ¨²nica cifra oficial con la que se cuenta del r¨¦gimen de Daniel Ortega.
Ni el presidente ni la vicepresidenta Rosario Murillo han dado la cara p¨²blicamente desde el martes pasado, cuando Eta golpe¨®. En Bilwi y en otras comunidades ind¨ªgenas los pobladores se quejan por la baja asistencia gubernamental. A trav¨¦s de sus medios de comunicaci¨®n, la vicepresidenta Murillo dio ¡°gracias a Dios¡± porque Eta no fue ¡°tan catastr¨®fico en t¨¦rminos de da?os materiales¡±. En Bilwi, los da?os son cuantiosos: casas sin techo, muros ca¨ªdos, iglesias y hospitales da?ados. En las comunidades ind¨ªgenas el inventario de estragos no han podido ser contabilizadas debido a su lejan¨ªa e inaccesibilidad.
En cambio, en su alocuci¨®n de este jueves, la vicepresidenta Murillo aprovech¨® el contexto para calificar a los opositores de ¡°hurac¨¢n diab¨®lico¡±, pero sigui¨® sin ofrecer mayores detalles sobre el balance que dej¨® el cicl¨®n. La ¨²nica referencia de la tambi¨¦n primera dama a Eta fue la celebraci¨®n de nacimientos registrados en el Caribe Norte durante el azote del cicl¨®n.
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