El califato (virtual) relanza su amenaza sobre Europa
Los ataques en Francia con cuchillo y en Austria con armas de combate reavivan el temor a nuevos atentados
En plena pandemia, el terrorismo yihadista vuelve a atacar en Europa. Pero es muy distinto del que, hasta hace cuatro a?os, era capaz de provocar decenas de muertos con atentados sofisticados y perpetrados por hombres con experiencia en el campo de batalla en Oriente Pr¨®ximo y ligados a grupos internacionales. Un pakistan¨ª de 25 a?os que llevaba dos a?os en Francia. Un checheno de 18 a?os que hab¨ªa llegado a este pa¨ªs de peque?o y se hab¨ªa educado en la escuela francesa. Un tunecino de 21 a?os que acababa de desembarcar en el continente por la ruta de los migrantes en el Mediterr¨¢neo. Un austriaco de 20 a?os, hijo de albaneses de Macedonia del Norte, que hab¨ªa intentado ir a Siria, sin ¨¦xito.
Los autores de los atentados del ¨²ltimo mes y medio en Francia presentan un perfil com¨²n: actuaron en apariencia en solitario, no estaban fichados por los servicios de inteligencia y usaron cuchillos para atacar. En el caso austriaco es distinto: el terrorista llevaba armas de combate, entre ellas un fusil de asalto, un Kal¨¢shnikov recortado, y un machete. Y hab¨ªa pasado por la c¨¢rcel.
Los atentados recientes demuestran que, pese a la aniquilaci¨®n del califato levantado por el Estado Isl¨¢mico (ISIS, en sus siglas en ingl¨¦s) en el verano de 2014, la amenaza persiste en una batalla de las ideas que es el caldo de cultivo de muchos j¨®venes radicalizados. El califato f¨ªsico en Siria e Iraq ha quedado sustituido por un califato virtual.
¡°[Los seguidores del ISIS] nunca han desaparecido¡±, explica el investigador sueco Michael Krona, coautor de The Media World of ISIS (El mundo medi¨¢tico del ISIS), quien calcula que los seguidores del grupo terrorista est¨¢n presentes en alrededor de 100 plataformas online. ¡°Al contrario¡±, a?ade, ¡°hay indicios que sugieren que han crecido en n¨²mero en los ¨²ltimos tiempos. Desde 2018, la supervivencia y expansi¨®n de la marca ISIS se debe en gran medida a una mayor actividad de sus partidarios [en la Red]¡±.
Lo que ha cambiado es el tipo de ataques y su letalidad. En Francia, entre 2015 y 2016 ¡ªlos a?os de los atentados ligados al ISIS contra Charlie Hebdo y el supermercado jud¨ªo Hyper Cacher, del Batacl¨¢n y las terrazas de Par¨ªs y del paseo mar¨ªtimo de Niza¡ª murieron 239 personas. Desde 2017, han muerto 24.
¡°En Madrid, en 2004, en el Batacl¨¢n en 2015, en Barcelona en 2017 se trataba de grupos estructurados que dispon¨ªan de una cierta log¨ªstica. Todo esto se acab¨®¡±, explica Olivier Roy, profesor en el Instituto Universitario de Florencia y especialista en el islamismo. ¡°Ahora tenemos individuos salidos de la nada, sin formaci¨®n especial, con frecuencia no muy estables psicol¨®gicamente y que atacan con cuchillos de cocina. Los cuchillos de cocina son la prueba de que detr¨¢s no hay una red. Porque si uno quiere matar a mucha gente hace falta un Kal¨¢shnikov. El objetivo no es causar el m¨¢ximo de muertos sino matar y morir, porque todos mueren¡±.
Roy alude a los tres atentados en Francia en poco m¨¢s de un mes. El 25 de septiembre ante la antigua sede del semanario sat¨ªrico Charlie Hebdo, donde en enero de 2015, 12 personas murieron por un atentado yihadista, el paquistan¨ª Zaheer Hassan Mahmoud hiri¨® a dos personas antes de ser detenido. El 16 de octubre, Abdouallakh Anzorov, que hab¨ªa nacido en Mosc¨² en 2002 y hab¨ªa llegado a este pa¨ªs a los seis a?os, decapit¨® al profesor de escuela Samuel Paty por ense?ar en clase las caricaturas de Mahoma publicadas en Charlie Hebdo. Despu¨¦s muri¨® por los tiros de la polic¨ªa.
El 29 del mismo mes, Brahim Aouissaou, que a mediados de septiembre hab¨ªa abandonado T¨²nez y unos d¨ªas despu¨¦s hab¨ªa entrado en Europa por el Mediterr¨¢neo, degoll¨® y acuchill¨® hasta matarlas a tres personas en la bas¨ªlica de Notre-Dame, en Niza. Aouissaou se encuentra hospitalizado. El 2 de noviembre, Kujtim Fejzulai, que hab¨ªa salido en libertad en diciembre de 2019 tras un breve paso por prisi¨®n por querer unirse al ISIS en Siria, mat¨® a cuatro personas en las calles del centro de Viena donde los vieneses apuraban las ¨²ltimas horas antes de un nuevo confinamiento por el coronavirus. Fejzulai fue abatido tras el ataque.
La publicaci¨®n de nuevo, a principios de septiembre, de las caricaturas de Mahoma en Charlie Hebdo, coincidiendo con el inicio del juicio a los presuntos c¨®mplices de los atentados, ha circulado en estas redes como nuevo argumento de estos terroristas. A ello se sumaron, en las semanas posteriores, el discurso del presidente franc¨¦s, Emmanuel Macron, sobre el llamado ¡°separatismo islamista¡±; los llamamientos al boicot a Francia en pa¨ªses musulmanes, y el pulso geopol¨ªtico del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, con su hom¨®logo franc¨¦s.
Y todo esto, un a?o despu¨¦s de la muerte del califa Abubaker Al Bagdadi ¡ªal yihadismo le gusta la simbolog¨ªa y efem¨¦rides¡ª, con el ISIS resurgiendo entre Siria e Irak, y en un contexto de confinamiento global, tremendamente abierto a la radicalizaci¨®n de j¨®venes y el uso masivo de la Red.
¡°Los perfiles de los atacantes siguen siendo similares: musulmanes de ascendencia inmigrante enojados, llenos de odio despu¨¦s de absorber el contenido online de ISIS y, m¨¢s recientemente, tambi¨¦n impulsados por la reedici¨®n de las caricaturas de Mahoma, que los que llevan a cabo los ataques consideran una blasfemia y un discurso de odio¡±, dice Anne Speckhard, directora del Centro Internacional para el Estudio de la Violencia Extremista y profesora adem¨¢s de Psiquiatr¨ªa en la Universidad de Georgetown.
¡°El ISIS ha sido siempre flexible adaptando su relato a cada situaci¨®n¡±, se?ala el sueco Krona. ¡°La narrativa del victimismo y venganza se ha reavivado tras la muerte del profesor Samuel Paty y la republicaci¨®n de las caricaturas de Charlie Hebdo, con declaraciones de funcionarios franceses sobre Francia en guerra contra el islamismo, que han sido aprovechadas por los seguidores del ISIS para justificar m¨¢s ataques, algo muy preocupante¡±.
En proyecto yihadista nunca desapareci¨®, pese a las derrotas en Pr¨®ximo Oriente y al fracaso en su intento es sembrar la discordia civil en Europa con los atentados.
En Twitter, Facebook e incluso Instagram se sigue hablando de una guerra entre Occidente y el islam, con dos estandartes fijos, seg¨²n coinciden los expertos. Primero, venganza, por la ca¨ªda de ese califato f¨ªsico implantado entre Siria e Irak por Al Bagdadi y el encierro de miles de sus militantes en c¨¢rceles kurdas. Y segundo victimismo, por la supuesta agresi¨®n que sufre la religi¨®n de Mahoma. La perspectiva de la salida la salida a la calle de decenas de yihadistas que hoy se encuentran en prisiones francesas a?ade otra inc¨®gnita. Y persisten tambi¨¦n las circunstancias que han descrito a los yihadistas del ¨²ltimo lustro: la presencia en los barrios de un salafismo (islamismo rigorista) que coquetea con el yihadismo (violencia contra el infiel), y una generaci¨®n de veintea?eros con ra¨ªces ¨¢rabo-musulmanas en riesgo de marginaci¨®n.
Pero los terroristas son hoy distintos, seg¨²n Olivier Roy: la generaci¨®n que perpetr¨® los atentados entre los a?os noventa y 2015 ¡ªmagreb¨ªes de segunda generaci¨®n en Francia o pakistan¨ªes en Reino Unido¡ª abandona la escena. Ahora el origen es variado o hijos de nuevas llegadas de inmigrantes. ?Y en el futuro?
¡°Si mi hip¨®tesis es buena, habr¨¢ una radicalizaci¨®n de los j¨®venes de los Balcanes y de los chechenos, y quiz¨¢, en un momento dado, de turcos, porque hay algo extraordinario: la ausencia de turcos en el radicalismo terrorista en Europa¡±, responde Roy. ¡°Y despu¨¦s habr¨¢ globalizados, tipos que van de un lugar a otro, como el pakistan¨ª o el tunecino¡±.
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