La gerontocracia de Argelia resiste los embates de la mayor¨ªa joven
Un grupo de ancianos controla la c¨²pula militar y civil desde hace m¨¢s de seis d¨¦cadas en un pa¨ªs cuya media de edad es de 29 a?os
Las ansias de apertura democr¨¢tica de la juventud argelina chocan con un poder en manos de un pu?ado de l¨ªderes de avanzada edad que se resisten a los cambios. Abdelmayid Teb¨²n, el presidente de Argelia, tiene 75 a?os, y tras un mes ingresado por covid-19 en un hospital de Berl¨ªn, la presidencia anunci¨® este lunes que se encuentra restablecido y regresar¨¢ al pa¨ªs en los pr¨®ximos d¨ªas. La posibilidad de que el mandatario hubiese sucumbido al virus ha puesto de relieve el control de una c¨²pula formada por ancianos. As¨ª, el hombre designado por la Constituci¨®n para ejercer de presidente interino si falleciese Teb¨²n ser¨ªa el presidente del Senado, Salah Gudjil, que tiene 89 a?os, seis m¨¢s que Abdelaziz Buteflika, el hombre que presidi¨® el pa¨ªs durante las ¨²ltimas dos d¨¦cadas, hasta que fue obligado a dimitir en abril de 2019 tras seis semanas de protestas masivas.
La lista de personas mayores con poder contin¨²a con el primer ministro, Abdelaziz Yerad (66 a?os); el portavoz del Gobierno y ministro de Comunicaci¨®n, Ammar Belhimer (65); el ministro de Trabajo, Hachemi Dja?boub (65); el de Energ¨ªa, Abdelmadjid Attar (74), y el presidente de la Autoridad Nacional Independiente de las Elecciones (Anie), Mohamed Charfie (74). El verdadero hombre fuerte del pa¨ªs, el jefe del Estado Mayor, el general Said Chengrinha, tambi¨¦n tiene ya 75 a?os. Su antecesor, el general Ahmed Gaid Salah, muri¨® el pasado diciembre cuando estaba a punto de cumplir los 80. Adem¨¢s, la mayor¨ªa de los militares situados en los puestos m¨¢s relevantes, como los jefes de regi¨®n y los comandantes de las fuerzas a¨¦reas, navales y terrestres pasan ya de los 65. Esta gerontocracia controla un pa¨ªs de 43,8 millones de habitantes cuya media de edad es de 29 a?os. Muchos de ellos ocupan altos cargos desde que Argelia obtuvo su independencia en 1962, tras ocho a?os de guerra contra las tropas francesas.
Haizam Amirah Fern¨¢ndez, investigador del centro de an¨¢lisis Real Instituto Elcano, cree que el contraste entre la gerontocracia y la mayor¨ªa joven de la poblaci¨®n qued¨® reflejado en el refer¨¦ndum que el actual presidente organiz¨® el 1 de noviembre para reformar la Constituci¨®n. Aquella consulta, celebrada el d¨ªa del aniversario de la guerra de la independencia contra Francia (1954-1962), se sald¨® con la victoria del s¨ª a la propuesta promovida por el r¨¦gimen para ¡°fundar una nueva Argelia¡±, pero con una participaci¨®n de solo el 23,7%, la m¨¢s baja en la historia del pa¨ªs.
¡°La fecha elegida fue muy ilustrativa¡±, explica Amirah Fern¨¢ndez. ¡°Para la generaci¨®n de la ¨¦lite gobernante, el 1 de noviembre [aniversario de la revoluci¨®n argelina por la independencia] es un marchamo de poder. Pero para el 50% de la poblaci¨®n es un libro de historia con las p¨¢ginas amarillentas. Es la b¨²squeda de una legitimidad que queda bastante lejos. El poder intenta utilizar trucos que est¨¢n muy vistos; no consigue ni entusiasmar ni enga?ar a nadie. En el refer¨¦ndum solo votaron a favor el 13,7% de los inscritos¡±.
El hecho de que el presidente del pa¨ªs haya tenido que ingresar en Berl¨ªn en plena pandemia ilustra, seg¨²n el investigador, el fracaso de un modo de gobernar: ¡°Hay una sensaci¨®n en Argelia de fin de reinado. No de fin de una persona, sino de una generaci¨®n. Son unos ancianos que no quieren sobresaltos, que act¨²an con un mensaje paternalista con la poblaci¨®n; exigen obediencia con un estilo ya caduco. Y si algo demostr¨® la poblaci¨®n argelina con las protestas pac¨ªficas iniciadas en febrero de 2019 es su madurez pol¨ªtica¡±.
Revueltas estudiantiles
En contraste con el poder, los grandes impulsores del Hirak, el movimiento de protestas pac¨ªficas que comenz¨® el 22 de febrero de 2019 con la intenci¨®n de cambiar el r¨¦gimen, son estudiantes. Adem¨¢s, algunos de los referentes de las protestas, los que han pagado o est¨¢n pagando con su libertad la represi¨®n del r¨¦gimen, tambi¨¦n son de generaciones m¨¢s j¨®venes. As¨ª, el opositor Karim Tab¨², que ha pasado diez meses en la c¨¢rcel acusado de atentar contra la moral del Estado, tiene 47 a?os. Y el periodista que con m¨¢s atenci¨®n informaba de las manifestaciones es Khaled Drareni, tiene 40 a?os y se encuentra encarcelado desde marzo, acusado de incitar al Hirak y de atentar contra la integridad nacional. El Parlamento europeo hizo un llamamiento el 25 de noviembre para que Drareni sea liberado de forma incondicional e inmediata.
Entre aquellos muyahidines (combatientes defensores del islam) que lucharon contra Francia tambi¨¦n los hab¨ªa y los hay que salieron con los j¨®venes del Hirak a protestar en las calles, a pedir democracia y libertades. Uno de los m¨¢s queridos es Lakhdar Burega, de 87 a?os. Burega falleci¨® el mi¨¦rcoles 4 de noviembre a causa de la covid-19. Antes de morir estuvo siete meses en prisi¨®n, desde junio de 2019 hasta el pasado enero, por participar en las protestas pac¨ªficas.
El polit¨®logo Adlene Mohammedi se?ala desde Francia que no cree que exista tal divisi¨®n generacional: ¡°Muchos j¨®venes han sido amamantados con la ideolog¨ªa del poder y a menudo son peores que los otros cuando se les encuentra en el Gobierno o en el Parlamento. Y tambi¨¦n hay ancianos que act¨²an como locomotoras para el Hirak. Tienen cosas que decir y a veces saben algo m¨¢s que la mediocridad del poder¡±.
Un analista argelino que prefiere ocultar su nombre indica desde Argel: ¡°La edad a veces no est¨¢ en relaci¨®n con la cabeza. Joe Biden [el presidente electo de Estados Unidos] tiene 78 a?os. Pero no se le ocurre decir que el pago electr¨®nico es muy complicado, como se ha dicho aqu¨ª. Hay algo peor que no comprender a los j¨®venes y es no comprender el mundo, los desaf¨ªos econ¨®micos actuales. La mayor¨ªa de pa¨ªses petroleros han emprendido ya reformas para no depender del petr¨®leo. Aqu¨ª parece que estamos a¨²n en los a?os setenta¡±.
¡°El poder¡±, se?ala la misma fuente, ¡°habla de fomentar las start up [empresas j¨®venes enfocadas hacia el mundo digital], pero sin que haya un sistema bancario eficiente para trabajar con el pago electr¨®nico. Es como hacer helipuertos y ninguna carretera. Los ministros van a la Embajada de China para decir que exportamos, cuando todo el mundo sabe que no se exporta nada¡±. ¡°El problema¡±, concluye el citado analista, ¡°no es la edad, sino la falta de legitimidad de este poder. Cuando uno es un poco ¨ªntegro no quiere aceptar trabajar con ellos¡±.
En ese sentido se expresa tambi¨¦n desde T¨²nez el polit¨®logo argelino Raouf Farrah: ¡°En una Argelia donde la mitad de la poblaci¨®n tiene menos de 30 a?os, la gerontocracia del r¨¦gimen es una realidad dif¨ªcil de refutar. Pero creo que lo m¨¢s importante est¨¢ en otra parte. Desde 1962 [cuanto termina la guerra de la independencia], el r¨¦gimen argelino ha hecho de la legitimidad hist¨®rica una de las rentas del ejercicio del poder. Casi sesenta a?os despu¨¦s, los gerontes se convierten en garantes del templo; quieren perpetuar un sistema pol¨ªtico caduco, rechazado de manera ejemplar desde el movimiento popular del 22 de febrero. La gerontocracia es, pues, la expresi¨®n del car¨¢cter profundamente antidemocr¨¢tico del r¨¦gimen en el poder¡±.
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