Deb Haaland, una voz ind¨ªgena y verde en el Gobierno de EE UU
Biden cumple su promesa de formar un Gabinete diverso y plural al escoger a una representante de las naciones originarias para liderar Interior


El presidente electo Joe Biden hab¨ªa prometido un Gabinete que reflejase la diversidad del pa¨ªs y con la elecci¨®n de Deb Haaland como secretaria de Interior da la ¨²ltima pincelada al retrato multicolor de una Administraci¨®n en la que habr¨¢ m¨¢s mujeres, m¨¢s latinos, miembros de la comunidad LGTBI+ como Pete Buttigieg, secretario de Transporte, y, adem¨¢s, la primera ministra -el cargo equivalente al de secretaria de Estado- perteneciente a una de las 574 naciones originarias, en las que viven 1,9 millones de personas.
Si el Senado les confirma en sus puestos, el de Biden ser¨¢ el Ejecutivo m¨¢s plural de la historia de EE UU. Pero la elecci¨®n de la congresista por Nuevo M¨¦xico cumple otro cometido: es un claro gui?o al sector m¨¢s progresista de los dem¨®cratas, que hasta ahora no hab¨ªan visto cuajar sus aspiraciones de colocar peones en la futura Administraci¨®n, para influir en sus pol¨ªticas y paliar lo que muchos de ellos critican como establishment dem¨®crata; el n¨²cleo duro, conservador e inmovilista, del partido.
Huelga pensar que la elecci¨®n de la hasta ahora vicepresidenta del Comit¨¦ de Recursos Naturales de la C¨¢mara de Representantes obedece al obligado relleno de cuotas o los tan esperados gui?os a la izquierda, y mucho menos a la importancia hipot¨¦ticamente menor del negociado. Al contrario, Interior es una de las mayores agencias de la Administraci¨®n federal, con 70.000 empleados y supervisi¨®n directa sobre el 20% del territorio del pa¨ªs, y Haaland ser¨¢ la m¨¢xima responsable de la gesti¨®n de los recursos naturales, incluidos los parques naturales y los yacimientos de gas o petr¨®leo, as¨ª como el patrimonio cultural del pa¨ªs. Tambi¨¦n se encargar¨¢ de enderezar las tradicionalmente convulsas relaciones del departamento con los 574 pueblos reconocidos, que en el periodo de Trump llegaron al cl¨ªmax de desencuentros.
Haaland, de 60 a?os, madre soltera y sin domicilio fijo hasta hace solo 15 a?os, como reconoce en su web, fue en 2018 una de las dos primeras nativas en formar parte del Congreso, donde ha intentado mejorar las condiciones de vida de las comunidades originarias, como la asistencia durante la pandemia -los abor¨ªgenes han sufrido un impacto desproporcionado, y una de las tribus m¨¢s importantes, la Naci¨®n Navajo, presenta la mayor tasa de contagios per c¨¢pita del pa¨ªs-, as¨ª como a pol¨ªticas medioambientales y contra el cambio clim¨¢tico. Eso la convierte en pieza decisiva del gran programa verde de Biden, el Green New Deal, eje tambi¨¦n de la reconstrucci¨®n econ¨®mica tras la pandemia.
La naci¨®n a la que pertenece Haaland es la Laguna Pueblo, ubicada en Nuevo M¨¦xico, cerca de la ciudad de Alburqueque. ¡°Una voz como la m¨ªa nunca ha sido secretaria de Gabinete, ni ha estado al frente del Departamento de Interior¡±, escribi¨® en Twitter tras la designaci¨®n. ¡°Crecer en la casa de mi madre Pueblo me hizo fuerte. Ser¨¦ fuerte por todos nosotros, nuestro planeta y toda nuestra tierra protegida. Me siento honrada y lista para servir¡±. La nueva ministra planea aumentar la producci¨®n de energ¨ªa renovable en los territorios ind¨ªgenas para combatir el cambio clim¨¢tico, as¨ª como congelar la concesi¨®n de permisos para prospecciones de hidrocarburos o grandes proyectos hidr¨¢ulicos.
Su nombramiento contribuir¨¢ a revertir el maltrato experimentado por los territorios ind¨ªgenas durante la Administraci¨®n de Donald Trump, que ha ordenado la mayor reducci¨®n de reservas naturales en la historia del pa¨ªs para permitir la extracci¨®n de gas y petr¨®leo, la miner¨ªa o la tala, con proyectos como el controvertido oleoducto Dakota Access, rechazado vehementemente por nativos y ecologistas. El ¨²ltimo ejemplo es el de Oak Flat, una zona tribal de Arizona sobre la que planea un proyecto de mina de cobre que la Casa Blanca habr¨ªa intentado agilizar en los ¨²ltimos d¨ªas del republicano como presidente.
¡°Trump le fall¨® al poder ind¨ªgena y solo rompi¨® m¨¢s promesas¡±, escribi¨® Haaland el jueves en Twitter, poco antes de anunciarse su nombramiento. ¡°[Su actitud] se vio exacerbada por el rechazo de la Administraci¨®n a tomarse en serio esta pandemia. Deseando pasar p¨¢gina de este oscuro cap¨ªtulo¡±, avisaba la secretaria de Interior in p¨¦ctore.
En la elecci¨®n de Haaland, Biden ha sopesado los pros y los contras. El mayor riesgo es renunciar a una dem¨®crata en la C¨¢mara de Representantes en momentos en que la mayor¨ªa del partido pende de un hilo. Pero tampoco pod¨ªa hacer o¨ªdos sordos a la gran campa?a p¨²blica en apoyo de Haaland por parte de decenas de l¨ªderes tribales, que le pidieron que la incluyera en su gabinete. De la trayectoria de Haaland, hija de veteranos del Ej¨¦rcito y educada en la escuela p¨²blica, poco ha trascendido, m¨¢s all¨¢ de que logr¨® la reelecci¨®n como congresista en noviembre, que ha batallado con fiereza contra la pol¨ªtica migratoria de Trump, reivindicado la soberan¨ªa ind¨ªgena o subrayado la dimensi¨®n de la violencia de g¨¦nero en sus comunidades.
Antes de estudiar Derecho gracias a un cr¨¦dito -cuyas condiciones draconianas denuncia con insistencia Biden-, prob¨® fortuna con una pasteler¨ªa y un negocio de salsas, tuvo sola una hija, y recurri¨® a cupones de ayuda para darle una cena de Acci¨®n de Gracias cuando, sin domicilio, durmiendo en casas de amigos, ignoraba qu¨¦ les deparar¨ªa el d¨ªa siguiente. Al margen de su biograf¨ªa, de esas que imprimen car¨¢cter, su figura, como la de las poblaciones nativas americanas, se declina en plural, como la voz de una naci¨®n acallada durante siglos. Y en clave verde.
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