La estrategia televisiva de Iv¨¢n Duque se marchita
El programa que le permiti¨® al presidente de Colombia levantar fugazmente su imagen ha perdido relevancia y provoca cr¨ªticas sobre su uso propagand¨ªstico
El set es pr¨¢cticamente el mismo desde que el programa arranc¨® a finales de marzo, con una peque?a bandera y un frasco de desinfectante sobre la mesa. Los colombianos ya no est¨¢n sometidos a la estricta cuarentena nacional que se prolong¨® por cerca de un semestre, pero todas las tardes, al final de la jornada, el presidente Iv¨¢n Duque a¨²n recita las estad¨ªsticas sobre el coronavirus en el pa¨ªs y en el mundo al inicio de Prevenci¨®n y Acci¨®n, el especial televisivo de una hora que presenta a las 18.00 horas y se transmite por las plataformas de la Presidencia de la Rep¨²blica y varios canales. Menciona el n¨²mero de pruebas, nuevos casos, pacientes recuperados y fallecidos. Se le nota c¨®modo, desenvuelto, y se ha convertido en su espacio favorito para hacer todo tipo de anuncios, que suele enunciar mirando fijamente a la c¨¢mara sin nadie que lo interpele.
¡°Hemos cerrado las negociaciones bilaterales con dos compa?¨ªas farmac¨¦uticas¡±, Pfizer y AstraZeneca, anunci¨® complacido a mediados de mes, al revelar que Colombia ha asegurado dosis de vacunas para 20 de sus 50 millones de habitantes. Esa emisi¨®n, precedida por la expectativa que no suele acompa?ar al espacio, record¨® su prop¨®sito original: atender la in¨¦dita crisis sanitaria. De all¨ª su nombre, pero con el paso de los meses se ha desdibujado hasta convertirse en una suerte de programa de variedades sobre el Gobierno. El mandatario entrevista a alcaldes, gobernadores, expertos, dirigentes gremiales o miembros de su Gabinete. El ministro de Salud, Fernando Ruiz, ha sido un invitado casi permanente. En un primer momento, siempre se originaba desde la Casa de Nari?o ¨Cla sede presidencial¨C pero Duque reactiv¨® sus viajes hace meses y lo sigue presentando desde donde se encuentre.
Ha transmitido desde la isla caribe?a de San Andr¨¦s para mostrar la respuesta a los estragos causados por el hurac¨¢n Iota y ha llevado militares para hablar sobre operativos. Tambi¨¦n ha anunciado decisiones variopintas que van desde prohibir la pesca de tiburones hasta su terna de candidatos para formar parte de la Corte Constitucional. En varias ocasiones ha contado con invitados internacionales. Este diciembre, estuvo acompa?ado por el presidente Sebasti¨¢n Pi?era en una emisi¨®n desde Santiago de Chile, a donde viaj¨® para asumir a nombre de Colombia la presidencia rotativa de la Alianza del Pac¨ªfico. Tambi¨¦n invit¨® al l¨ªder opositor venezolano Leopoldo L¨®pez, de visita a Bogot¨¢, lo que reaviv¨® el debate sobre la pertinencia de esa elevad¨ªsima exposici¨®n medi¨¢tica y su aprovechamiento para temas ajenos a la salud p¨²blica.
Antes de que irrumpiera la covid-19 para trastocar la agenda pol¨ªtica, Duque atravesaba una prolongada crisis de popularidad y los analistas coincid¨ªan en que su Gobierno carec¨ªa de rumbo definido. El mandatario, que acab¨® el 2019 asesiado por la oleada de protestas que sacudi¨® al pa¨ªs, encontr¨® ox¨ªgeno en la gesti¨®n de la pandemia. El escenario de crisis le permiti¨® construir una narrativa de Gobierno, multiplicar sus apariciones y levantar su imagen. Con Prevenci¨®n y Acci¨®n al aire, Duque repunt¨® en abril hasta el 52 % de aprobaci¨®n por 39 % de desaprobaci¨®n en la medici¨®n bimensual de Gallup. Pero ese idilio televisivo fue fugaz, y regres¨® pronto a los n¨²meros rojos. Para octubre registr¨® 31% de aprobaci¨®n y 61% de desaprobaci¨®n, unas cifras m¨¢s en l¨ªnea con las que mostraba antes del coronavirus.
¡°Cuando un presidente habla todos los d¨ªas, como lo est¨¢ haciendo Duque, genera varias consecuencias nefastas para ¨¦l en t¨¦rminos de imagen¡±, apunta Eug¨¦nie Richard, docente experta en comunicaci¨®n y marketing pol¨ªtico de la Universidad Externado de Colombia. Las intervenciones de un mandatario deben mantener cierta aura y solemnidad, se?ala, estar reservadas a grandes momentos en los que hay que convocar a la naci¨®n. ¡°Esta saturaci¨®n del espacio medi¨¢tico hace que la palabra presidencial pierda su importancia. Y eso es grave en t¨¦rminos de reputaci¨®n¡±.
Durante la fase m¨¢s aguda de la crisis, el mandatario colombiano, de corte conservador, comunic¨® mucho pero no mostraba acciones concretas, advierte la experta. M¨¢s que un escenario de rendici¨®n de cuentas, su programa se siente como un mon¨®logo. Y desde que Hugo Ch¨¢vez hizo alarde de su ret¨®rica en las marat¨®nicas emisiones de Al¨® Presidente, en Am¨¦rica Latina eso ha tendido a asociarse con l¨ªderes populistas de izquierda. ¡°Duque toma el riesgo de ser comparado a un Ch¨¢vez, un [Nicol¨¢s] Maduro o un AMLO [Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador]¡±, valora Richard. ¡°El programa perdi¨® su finalidad y empieza a tomar tintes de propaganda, que no es el tipo de comunicaci¨®n que los colombianos est¨¢n esperando de su Gobierno¡±, concluye.
Prevenci¨®n y Acci¨®n, que se acerca a 200 emisiones a lo largo de 10 meses, se ha convertido en parte del paisaje: ha perdido audiencia, acusa el desgaste y la oposici¨®n lo considera, entre otras, una maniobra para evitar las r¨¦plicas. Regres¨® este lunes despu¨¦s de unos d¨ªas de pausa navide?a. Duque pretende ¡°ejercer un control cada vez m¨¢s fuerte sobre la informaci¨®n que circula sobre su Gobierno¡±, apunta un reciente an¨¢lisis de La Silla Vac¨ªa, el portal pol¨ªtico de referencia en Colombia, que lo describe como un espacio televisivo ¡°donde cuenta lo que ¨¦l quiera, sin someterse a las preguntas de los periodistas ni a la edici¨®n de los medios de comunicaci¨®n¡±. Sin contar entrevistas exclusivas, el presidente ha hecho solo siete ruedas de prensa en este 2020. La ¨²ltima fue el 19 marzo, d¨ªas antes de que el Ejecutivo decretara las estrictas medidas de confinamiento que se desmontaron gradualmente, se?ala La Silla en su recuento.
En el ¨²ltimo a?o ha quedado muy claro que la estrategia ha consistido en alejar al presidente de la prensa, limitarlo a espacios c¨®modos y concertados, y mantener un control sobre la narrativa oficial, apunta Jonathan Bock, director de la Fundaci¨®n para la Libertad de Prensa (Flip). Esa imposibilidad de contrapreguntar, verificar, validar o ampliar la informaci¨®n ¡°empieza a generar una pared con los periodistas¡±, valora, una tendencia agravada por cierta propensi¨®n a considerarlos como oposici¨®n. ¡°Esto de cara al 2021, un a?o previo a elecciones, cuando no han dado se?ales de que el programa vaya a interrumpirse, es preocupante¡±.
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