Los 12 d¨ªas que mantuvieron al mundo en vilo
La mayor escalada entre Estados Unidos e Ir¨¢n en d¨¦cadas se gest¨® entre el ataque en que muri¨® un int¨¦rprete en diciembre y el bombardeo a dos bases iraqu¨ªes esta semana
Cuatro ataques. Un asalto a una embajada. Decenas de misiles. M¨¢s de 30 muertos, sin contar con los 176 pasajeros del avi¨®n que Ir¨¢n reconoce haber derribado el mi¨¦rcoles con un misil en un ¡°desastroso error¡±. El tenso equilibrio que hab¨ªa reinado en los ¨²ltimos a?os entre Estados Unidos e Ir¨¢n salt¨® definitivamente por los aires en una escalada b¨¦lica de 12 d¨ªas que mantuvo al mundo en vilo. Esta es una reconstrucci¨®n de lo sucedido.
1. Un piso en Sacramento (California). Noor Alkahalili sinti¨® que algo iba mal cuando su marido dej¨® de responder a sus mensajes de texto. Los malos augurios se confirmaron poco despu¨¦s, cuando llamaron a la puerta de su apartamento de un dormitorio en un humilde edificio de viviendas de alquiler en Arden Arcade, vecindario de Sacramento (California). All¨ª fuera, en la moqueta gris del estrecho pasillo, estaba un representante de Valiant Servicios Integrados, la ¨²nica persona de la empresa para la que trabajaba su marido a la que Alkahalli conoc¨ªa. Tra¨ªa noticias terribles. El 27 de diciembre su marido, Nawres Waleed Hamid, de 33 a?os, hab¨ªa fallecido en un ataque con misiles a la base militar K1 cerca de Kirkuk, en Irak, donde trabajaba de int¨¦rprete para el Comando de Seguridad e Inteligencia del Ej¨¦rcito estadounidense. Washington acus¨® a la milicia Kateeb Hezbol¨¢, facci¨®n paramilitar apoyada por Ir¨¢n. ¡°Sigue sin parecerme real. Ha sido dif¨ªcil aceptar que ya no seguir¨¢ aqu¨ª¡±, declar¨® Alkhalli esta semana en el Sacramento Bee.
La mujer cont¨® la noticia a sus dos hijos, de ocho y dos a?os. Estaba embarazada del mayor cuando se mud¨® con su marido de Irak a Estados Unidos. El pasado s¨¢bado enterraron a Hamid en el cementerio musulm¨¢n de Sacramento. En la ceremonia, a la que asistieron miembros de la creciente comunidad de inmigrantes iraqu¨ªes en el sur de California, no se mencion¨® la naturaleza de su muerte. Pero esta, para entonces, ya hab¨ªa detonado la que ser¨ªa la escalada b¨¦lica m¨¢s importante de las ¨²ltimas d¨¦cadas entre Ir¨¢n y Estados Unidos.
2. Una villa a orillas del Tigris (Irak). A mediados de octubre, en una villa junto al r¨ªo Tigris, al sur de Bagdad, el general Qasem Soleimani, de 62 a?os, considerado la segunda figura m¨¢s poderosa de Ir¨¢n despu¨¦s del ayatol¨¢ Al¨ª Jamenei, celebraba una reuni¨®n con l¨ªderes milicianos chi¨ªes. All¨ª estaba, entre otros, Abu Mahdi al Muhandis, el principal aliado del general iran¨ª.
Soleimani hab¨ªa convocado la reuni¨®n para planear una estrategia de ataques a intereses estadounidenses en Irak utilizando sofisticado armamento proporcionado por Ir¨¢n, seg¨²n explicaron comandantes milicianos y fuentes de inteligencia a Reuters. Las protestas contra los manejos de Teher¨¢n ganaban peso en las calles de Irak, y Soleimani, arquitecto de las operaciones exteriores iran¨ªes, buscaba provocar una respuesta estadounidense que redirigiera el foco de la furia popular hacia Washington, el otro principal pilar del Gobierno iraqu¨ª que se disputaba con Teher¨¢n la influencia en la regi¨®n.
Soleimani, siempre seg¨²n Reuters, propuso a los comandantes milicianos congregados formar una nueva facci¨®n paramilitar de bajo perfil, fuera del radar de la inteligencia norteamericana, que pudiera llevar a cabo ataques contra tropas estadounidenses alojadas en bases iraqu¨ªes. Kataeb Hezbol¨¢, milicia fundada por Muhandis en 2003, durante la segunda guerra del Golfo, ser¨ªa la encargada de coordinar el plan.
En los dos meses siguientes, las milicias proiran¨ªes lanzaron 11 ataques a bases que alojan a militares o civiles estadounidenses, seg¨²n un oficial citado por The New York Times. El 27 de diciembre, uno con m¨¢s de 30 cohetes mat¨® al int¨¦rprete Hamid. Fue la gota que colm¨® el vaso.
3. Una habitaci¨®n sin vistas en Mar-a-Lago (Palm Beach, Florida). El s¨¢bado 28, altos cargos del Pent¨¢gono informaron de la situaci¨®n al presidente Donald Trump, que se encontraba de vacaciones en su residencia de Mar-a-Lago, en Florida, y le explicaron las opciones de respuesta. La m¨¢s extrema era la ejecuci¨®n del general Soleimani, opci¨®n que, seg¨²n The New York Times, fue a?adida para que las otras parecieran m¨¢s razonables. Trump la rechaz¨® y autoriz¨®, en cambio, una serie de bombardeos. Al d¨ªa siguiente, cazas F-15E golpeaban cinco objetivos, tres en Irak y dos en Siria, controlados por la milicia Kateeb Hezbol¨¢. Su portavoz dijo que los ataques produjeron al menos 25 muertos y medio centenar de heridos.
El domingo por la tarde, el secretario de Estado, Mike Pompeo, y el de Defensa, Mark Esper, as¨ª como el general Mark Milley, presidente del Estado Mayor Conjunto, volaron desde Washington a West Palm Beach. Aterrizaron a las 16.00, seg¨²n la CNN, y fueron directamente a Mar-a-Lago para reunirse con el presidente. El c¨®nclave se celebr¨® en una sala sin ventanas, que Trump mand¨® construir en los s¨®tanos del resort vacacional para albergar reuniones clasificadas. Le informaron en detalle sobre los ataques llevados a cabo en Irak y Siria, le explicaron las amenazas continuadas de Teher¨¢n y volvieron a repasar las diferentes opciones.
4. Embajada de Estados Unidos (Bagdad). El martes 31 de diciembre, tras los funerales por los milicianos muertos en los ataques estadounidenses, una multitud encolerizada se dirigi¨® hacia la Embajada de Estados Unidos al grito de ¡°Muerte a Am¨¦rica¡±. Las fuerzas de seguridad iraqu¨ªes no hicieron ning¨²n esfuerzo por frenar a los manifestantes, permiti¨¦ndoles atravesar un control de seguridad que lleva a la Zona Verde, el ¨¢rea fuertemente protegida de la capital donde se concentra la presencia occidental.
Los manifestantes, cerca de 10.000 en el momento ¨¢lgido de la protesta, muchos de ellos milicianos, llegaron hasta el per¨ªmetro de la fortificada legaci¨®n diplom¨¢tica. Lanzaron piedras, prendieron fuego a tres tr¨¢ileres utilizados por los vigilantes de seguridad, destrozaron una zona de recepci¨®n. Docenas lograron incluso a irrumpir en el per¨ªmetro, qued¨¢ndose a 200 metros del edificio de la embajada. Parte del personal fue evacuado por una puerta trasera, seg¨²n cont¨® un empleado a Associated Press, otros abandonaron el lugar en helic¨®pteros, y el resto se qued¨® en zonas seguras del complejo. El embajador estaba fuera, seg¨²n el Departamento de Estado, en un viaje personal.
El presidente Trump, en Mar-a-Lago, ve¨ªa las humillantes im¨¢genes en televisi¨®n. El mi¨¦rcoles, las protestas ante la embajada se hab¨ªan disuelto. En la tarde del jueves, para estupefacci¨®n de algunos oficiales del Pent¨¢gono, Trump orden¨® matar a Soleimani. La decisi¨®n, insiste la Administraci¨®n, obedeci¨® a la ¡°amenaza inminente¡± de un ataque contra intereses estadounidenses en la regi¨®n. Tambi¨¦n, como desvelar¨ªa este viernes The Washington Post, se orden¨® otra operaci¨®n en Yemen para acabar con Abdul Reza Shahlai, comandante de la fuerza Al Quds de la Guardia Revolucionaria, pero esta no prosper¨®.
5. Aeropuerto Internacional de Bagdad. El general Soleimani aterrizaba el viernes 3 en un avi¨®n procedente de Damasco. El Comando de Operaciones Especiales estadounidense esperaba su aterrizaje. La decisi¨®n de atacar depender¨ªa de qui¨¦n acud¨ªa a recibirlo. Si iba alguien del Gobierno iraqu¨ª, se abortar¨ªa la operaci¨®n. Pero result¨® que acudieron a recibirlo miembros de Kateed Hezbol¨¢, incluido su l¨ªder, Abu Mahdi al-Muhandis, que le recibi¨® en la pista. Se metieron en dos coches y, cuando sal¨ªa del aeropuerto, el convoy fue alcanzado por misiles disparados desde un dron MQ-9 Reaper. Soleimani y Al Muhandis fallec¨ªan. Comenzaba la ag¨®nica espera a la represalia de Ir¨¢n.
6. Sala de emergencias de la Casa Blanca (Washington). El martes era el d¨ªa. As¨ª lo indicaban los movimientos de los arsenales de misiles iran¨ªes captados por los sat¨¦lites esp¨ªa estadounidenses y las comunicaciones entre los l¨ªderes militares interceptadas por la Agencia de Seguridad Nacional. Hubo varios reportes de amenazas, seg¨²n The New York Times, pero eran lo suficientemente vagos como para no interrumpir la agenda del presidente, ya de vuelta de Mar-a-Lago, que inclu¨ªa una reuni¨®n con el primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis.
Poco despu¨¦s de las dos de la tarde lleg¨® un aviso urgente de los servicios de inteligencia, lo que se conoce en la jerga como un ¡°graznido¡±, que alertaba de un ataque inminente a tropas estadounidenses en Irak. La especificidad de este ¨²ltimo llev¨® al vicepresidente Pence y a Robert O¡¯Brien, consejero de Seguridad Nacional, a bajar a la sala de emergencias de la Casa Blanca, en los s¨®tanos del Ala Oeste, donde se empezaban a congregar los altos oficiales. Trump se uni¨® al concluir su comparecencia con Mitsotakis en el Despacho Oval. Tres horas despu¨¦s, 16 misiles Fateh 110 y Shahab lanzados desde tres puntos en Ir¨¢n impactaban en dos bases iraqu¨ªes que acog¨ªan a fuerzas estadounidenses: la de Al Sad, en el oeste del pa¨ªs, y la de Erbil, en el Kurdist¨¢n iraqu¨ª.
La alerta permiti¨® evacuar las bases: los cohetes apenas destrozaron hangares de aviones vac¨ªos, un helic¨®ptero Black Hawk, un dron de reconocimiento, partes de una torre de control y varias tiendas de campa?a. No hubo da?os personales.
Trump y Pence realizaron una ronda de llamadas a l¨ªderes del Congreso. Incluso los m¨¢s halcones suger¨ªan contenci¨®n. Se habl¨® de la conveniencia de que Trump dirigiera un mensaje a la naci¨®n. Circularon m¨¢s de media docena borradores, seg¨²n The New York Times, en los que trabajaron, entre otros, Pence y Jared Kushner, yerno del presidente. A las 11.25 del mi¨¦rcoles, el presidente pronunciaba su mensaje a la naci¨®n. "El pueblo estadounidense deber¨ªa estar agradecido y contento. No hubo ning¨²n herido, no sufrimos v¨ªctimas, y solo un m¨ªnimo da?o en nuestras bases militares", dec¨ªa. "Ir¨¢n parece estar retir¨¢ndose y eso es una buena cosa para Estados Unidos y para el mundo". El mundo, al menos por el momento, respiraba.
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