La nueva verja invisible
Gibraltar y su entorno viven con tristeza y resignaci¨®n las ¨²ltimas horas antes de que el Pe?¨®n consume su Brexit
Solo un milagro habr¨ªa evitado que en la medianoche de este viernes la bandera europea dejara de ondear en Gibraltar. Despu¨¦s de tres a?os y medio de idas y venidas, de aplazamientos y elecciones que hicieron a los gibraltare?os acariciar la idea de que el temido Brexit quiz¨¢s no llegaba a producirse, solo quedaba encomendarse a la providencia. Y ni eso ha servido en las ¨²ltimas horas de un divorcio entre los habitantes del Pe?¨®n y sus ciudades gaditanas cercanas, vivido entre la resignaci¨®n y la profunda tristeza de saberse testigos de un momento hist¨®rico.
¡°Llevamos un d¨ªa muy triste, para qu¨¦ negarlo¡±, confiesa Manuel M¨¢rquez, un trabajador transfronterizo en La Roca que ahora revive aquella noche del 15 de noviembre de 1978 en la que, desesperado, salt¨® esa frontera cerrada durante el franquismo para acudir al entierro de su padre. Hoy, ¨¦l vive en La L¨ªnea de la Concepci¨®n y su hermana Eustaquia, en Gibraltar, donde obtuvo la nacionalidad brit¨¢nica y desde donde este viernes vivi¨® el divorcio con la UE. ¡°Si la quiero ver, cojo la moto y voy, pero la incertidumbre est¨¢ en qu¨¦ pasar¨¢. Ahora revivimos que nos intenten dividir de esta forma. Aunque nos tranquilizan de que no, el temor es que todo se ponga peor¡±, reconoce M¨¢rquez apesadumbrado.
El empresario linense Loren Peri¨¢?ez pasar¨¢ a la historia como el presidente del Grupo Transfronterizo en el momento del Brexit y ya est¨¢ acostumbrado a escuchar estos sentimientos a ambos lados de la frontera. Y ¨¦l explica, entre la tristeza y la resignaci¨®n, lo que ya solo los m¨¢s despistados en la zona desconocen: ¡°A partir de ahora comienzan 11 meses de transici¨®n en los que nada va a cambiar. Podremos entrar y salir en las mismas condiciones. En la aduana comercial tampoco cambiar¨¢ nada¡±.
Esta ausencia de cambios emana de unos acuerdos transitorios que dan un bal¨®n de ox¨ªgeno a los 34.500 ciudadanos gibraltare?os, que con frecuencia pasan a Espa?a, y a los 15.000 empleados transfronterizos ¡ª9.000 espa?oles, seg¨²n estimaciones del Gobierno gibraltare?o¡ª que cada d¨ªa cruzan la frontera. La clave vendr¨¢ de la negociaci¨®n que ahora se abre y en la que Espa?a y el Reino Unido tendr¨¢n que definir c¨®mo gestionan sus relaciones en Gibraltar, donde nunca lleg¨® a aplicarse el espacio Schengen para los pasajeros ni la libre circulaci¨®n de mercanc¨ªas. Todo ello en una ciudad que importa de Espa?a 1.500 millones de euros en mercanc¨ªas al a?o (seg¨²n c¨¢lculos de Gibraltar).
La mesa de negociaci¨®n sobre Gibraltar y su entorno tiene menos de un a?o para acordar c¨®mo ser¨¢ el tr¨¢nsito en la frontera, la situaci¨®n de los transfronterizos o la colaboraci¨®n fiscal
¡°La ansiedad empezar¨¢ de nuevo estos d¨ªas, despu¨¦s de la noche¡±, asegura Daniel Massias, empresario y gestor de una franquicia de Eroski en el Pe?¨®n. Su hermano y socio Solomon va m¨¢s all¨¢: ¡°Si no firman acuerdo, total o limitado, vendr¨¢n los l¨ªos¡±. La mesa de negociaci¨®n sobre Gibraltar y su entorno tiene menos de un a?o para acordar c¨®mo ser¨¢ el tr¨¢nsito en la frontera, la situaci¨®n de los transfronterizos o la colaboraci¨®n fiscal, entre otras muchas cuestiones. Pero eso tocar¨¢ tras el divorcio. Este viernes apenas hab¨ªa hueco en el sentir general para algo que no fuese ¡°la tristeza y el coraz¨®n apesadumbrado¡±, seg¨²n ha asegurado Fabi¨¢n Picardo, ministro principal de Gibraltar, en un discurso en la televisi¨®n local GBC. ¡°No pretendamos ser felices. Dejemos claro que esta no es nuestra elecci¨®n¡±, ha zanjado.
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