Gibraltar, la pesca y los derechos de los ciudadanos desplazados, l¨ªneas rojas espa?olas tras el Brexit

Espa?a ha trazado ya sus l¨ªneas rojas para la ambiciosa negociaci¨®n sobre la relaci¨®n futura entre la UE y el Reino Unido, que comenzar¨¢ inmediatamente despu¨¦s de que se consume el Brexit este viernes 31 de enero. El negociador jefe de Bruselas, Michel Barnier, visitar¨¢ este jueves al presidente del Gobierno, Pedro S¨¢nchez, para conocer las prioridades espa?olas ante esta nueva etapa. Salvaguardar los derechos de los ciudadanos desplazados, crear una red estrecha en seguridad y defensa con Londres y garantizar el acceso de los pescadores espa?oles a las aguas brit¨¢nicas figuran entre las principales demandas, explican a EL PA?S fuentes gubernamentales.

Barnier viaja a Madrid la v¨ªspera del divorcio brit¨¢nico para conocer de primera mano el planteamiento de Espa?a ante la fase m¨¢s compleja, que se abre a continuaci¨®n: el dise?o de la relaci¨®n futura. Este encuentro se ha ido aplazando porque coincid¨ªa con la formaci¨®n de Gobierno y finalmente se producir¨¢ a escasas horas de que el Reino Unido deje de ser miembro de la UE. S¨¢nchez celebrar¨¢ un almuerzo de trabajo con Barnier en La Moncloa, seg¨²n explican dos fuentes gubernamentales. Previamente el negociador europeo se citar¨¢ con la ministra de Exteriores, Arancha Gonz¨¢lez Laya, que tambi¨¦n se sumar¨¢ al encuentro en La Moncloa. La vicepresidenta y ministra de Econom¨ªa, Nadia Calvi?o, participar¨¢ igualmente en las conversaciones.

Aunque se trata de reuniones exploratorias, el Ejecutivo espa?ol comunicar¨¢ ya a Barnier cu¨¢les son sus principales intereses e inquietudes ante esa nueva relaci¨®n que debe comenzar una vez finalizado el periodo de transici¨®n. Por los fuertes lazos comerciales, de ciudadan¨ªa y de turismo, entre otros, Espa?a aspira a una relaci¨®n muy estrecha, siempre y cuando el Reino Unido no haga competencia desleal a sus exsocios europeos rebajando los est¨¢ndares que hasta ahora ha tenido que cumplir como miembro de la UE.

El Ejecutivo plantear¨¢ la importancia de cooperar en seguridad ¡ªinterna y externa¡ª y en defensa. El Reino Unido es una gran potencia en este terreno y la cooperaci¨®n con Espa?a resulta fruct¨ªfera. Al salir de la UE, la colaboraci¨®n y el intercambio de datos ya no ser¨¢n autom¨¢ticos y Espa?a insta a crear un marco com¨²n con Londres, m¨¢s all¨¢ de la relaci¨®n comercial.

S¨¢nchez pedir¨¢ a Barnier que sea vigilante ante posibles incumplimientos en el apartado de los derechos de ciudadan¨ªa. Se trata de un aspecto ¡°muy sensible¡±, seg¨²n las fuentes consultadas, porque Espa?a alberga a la mayor comunidad de brit¨¢nicos desplazados (unas 370.000 personas) y hay m¨¢s de 180.000 espa?oles residiendo en el Reino Unido. M¨¢s del 90% de este ¨²ltimo colectivo ya se han registrado, seg¨²n datos oficiales del sistema brit¨¢nico. La Moncloa pedir¨¢ un seguimiento exhaustivo de esta poblaci¨®n para evitar que en el futuro se menoscaben sus derechos, que en principio deber¨ªan seguir vigentes como si el Reino Unido nunca hubiera abandonado la UE.

Espa?a plantea demandas comerciales (por ejemplo, defender las denominaciones de origen), pero insiste especialmente en el acceso al mercado de servicios. Con la salida brit¨¢nica del mercado ¨²nico europeo, el acceso de empresas espa?olas, por ejemplo, a contrataciones p¨²blicas quedar¨¢ limitado y el Ejecutivo quiere garantizar una situaci¨®n de apertura en el futuro acuerdo entre Londres y Bruselas. Se trata de una meta complicada porque estas negociaciones requieren tiempo y el primer ministro brit¨¢nico, Boris Johnson, ha advertido de que habr¨¢ 11 meses escasos. Johnson pretende abandonar la etapa de transici¨®n ¡ªcon acuerdo futuro o sin ¨¦l¡ª el 1 de enero de 2021. La prestaci¨®n de servicios financieros en el Reino Unido tambi¨¦n interesa especialmente a Espa?a. Ferrovial, con su presencia en los aeropuertos brit¨¢nicos, y el Santander, en el ¨¢mbito financiero, constituyen dos buenos ejemplos de la exposici¨®n espa?ola al Brexit.

Otra ¨¢rea de especial atenci¨®n es la pesca. En la actualidad la presencia de barcos espa?oles en aguas brit¨¢nicas ¡ªsin trabas, porque los dos pa¨ªses pertenecen al ¨¢mbito comunitario¡ª genera unos 10.000 empleos indirectos. Con la salida de la UE, ese acceso a los caladeros deber¨¢ negociarse. Los responsables espa?oles condicionar¨¢n el acceso sin aranceles a los productos pesqueros a que el Reino Unido permita que los pescadores sigan faenando en sus aguas. La negociaci¨®n de un acuerdo de transporte a¨¦reo que garantice ¡°la conectividad absoluta¡± con el Reino Unido ¡ª18 millones de turistas brit¨¢nicos se desplazan cada a?o a Espa?a¡ª y el transporte por carretera completan la lista de demandas espa?olas.

Gibraltar

En el cap¨ªtulo m¨¢s espec¨ªfico que tiene Espa?a en el Brexit, la relaci¨®n con Gibraltar, los mensajes ser¨¢n escuetos. S¨¢nchez tiene intenci¨®n de dejar claro a Barnier que se debe respetar lo que estipulan los acuerdos de salida: que cualquier extensi¨®n a Gibraltar del pacto futuro entre Bruselas y Londres depende de Espa?a, que puede vetar esa entrada de la colonia brit¨¢nica en el marco de relaci¨®n si la considera lesiva.

El Ejecutivo espa?ol aspira a lograr ¡°un ¨¢rea de prosperidad compartida¡± entre el Pe?¨®n, uno de los territorios con m¨¢s renta per c¨¢pita del mundo, y el Campo de Gibraltar, un ¨¢rea muy marcada por el paro y las dificultades econ¨®micas. S¨¢nchez relatar¨¢ a Barnier que de momento la voluntad es de entendimiento y que hay un di¨¢logo en marcha con Londres para identificar posibles dificultades en este periodo de transici¨®n.