El presunto terrorista de Londres pidi¨® a su novia que decapitara a sus padres
El Gobierno de Johnson endurece el acceso a beneficios penitenciarios
Sudesh Amman llam¨® la atenci¨®n de la polic¨ªa brit¨¢nica hace dos a?os, cuando comenz¨® a compartir propaganda extremista de Al Qaeda y el ISIS en un grupo familiar de WhatsApp y otras redes sociales. M¨¢s tarde descubrieron que ve¨ªa y enviaba v¨ªdeos de decapitaciones de prisioneros de esas organizaciones terroristas. Algunos se los mostr¨® a su novia, seg¨²n han publicado diversos medios, y le insist¨ªa en que hiciera lo mismo con sus padres. Eran, seg¨²n le dec¨ªa, unos kafir?(infieles). Ten¨ªa entonces 18 a?os. Fue condenado en 2018 a tres a?os y cuatro meses de prisi¨®n por diversos delitos relacionados con el terrorismo. Sali¨® a los dos a?os. Este domingo, agentes armados y de paisano lo mataron a tiros en Streatham, al sur de Londres.
Se escuda el Gobierno de Johnson en que la ley no permit¨ªa otra opci¨®n que su temprana puesta en libertad y ha prometido una revisi¨®n de la normativa penal y penitenciaria para que un caso como el de Amman no vuelva a suceder. O como el de Usman Khan, que se lanz¨® tambi¨¦n a acuchillar personas indiscriminadamente el pasado diciembre, en medio de la campa?a electoral, y acab¨® tambi¨¦n abatido a tiros por agentes armados en las inmediaciones del Puente de Londres. Tambi¨¦n ¨¦l sali¨® de la c¨¢rcel a los siete a?os. Hab¨ªa sido condenado a prisi¨®n permanente revisable.
El ministro brit¨¢nico de Justicia, Robert Buckland, ha anunciado este mismo lunes en la C¨¢mara de los Comunes planes de emergencia para evitar que los condenados por un delito de terrorismo puedan salir autom¨¢ticamente de prisi¨®n, cumplida la mitad de la pena, sin una revisi¨®n previa de sus circunstancias. "No podemos encontrarnos con el caso, como comprobamos ayer tr¨¢gicamente, de que un criminal que supone un riesgo conocido para ciudadanos inocentes sea puesto en libertad de modo autom¨¢tico sin que haya una revisi¨®n previa de la junta penitenciaria", ha dicho.
Downing Street responde as¨ª a la presi¨®n p¨²blica, pero es consciente, como admit¨ªa el propio Buckland, de que la nueva medida presenta serias dudas jur¨ªdicas. En concreto, puede suponer una contravenci¨®n de la obligada irretroactividad de las leyes punitivas. El ministro ha querido establecer una distinci¨®n entre el tipo o duraci¨®n de una sentencia y su administraci¨®n (es decir, la aplicaci¨®n o no de beneficios penitenciarios), y ha asegurado que se llegar¨¢ a una conclusi¨®n "razonable".
La pol¨¦mica sobre la duraci¨®n de las penas de los condenados por terrorismo puede tener sentido, pero act¨²a adem¨¢s como cortina de humo para camuflar otras inc¨®gnitas igual de preocupantes. Porque en el caso del presunto terrorista de Streatham no solo se decidi¨® mantener sobre ¨¦l cierta vigilancia despu¨¦s de su salida de prisi¨®n. Fue muerto a tiros apenas comenz¨® a acuchillar viandantes, porque agentes de paisano segu¨ªan su rastro en lo que la polic¨ªa se limit¨® a definir como "una operaci¨®n antiterrorista encubierta proactiva". Poco m¨¢s se ha explicado sobre el objetivo ¨²ltimo de esa operaci¨®n. Seg¨²n cuenta el diario The Guardian, Amman sali¨® de la prisi¨®n de Belmarsh el 23 de enero de modo casi autom¨¢tico, sin que nadie evaluara su grado de arrepentimiento o rehabilitaci¨®n. Fue el servicio contraterrorista de Scotland Yard el que decidi¨® seguir sus pasos desde ese d¨ªa y orden¨® poco despu¨¦s a los agentes encargados, seg¨²n este peri¨®dico, que portaran sus armas reglamentarias.
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