Los problemas del Partido Dem¨®crata dan alas a Trump

Que Donald Trump llegar¨ªa al discurso del estado de la Uni¨®n en la noche del martes exonerado del impeachment, a falta de la votaci¨®n final este mi¨¦rcoles, era un hecho incontestable. Pero que se dirigir¨ªa al pleno del Congreso y a la naci¨®n en horario de m¨¢xima audiencia sinti¨¦ndose plet¨®rico y con el mejor pistoletazo de salida para su reelecci¨®n en 2020 se lo ha servido en bandeja el monumental caos en el recuento de votos dem¨®cratas en los caucus de Iowa.

No pod¨ªa estar m¨¢s colmado de satisfacci¨®n el presidente, cuando tras una noche de confusi¨®n y rid¨ªculo nacional del Partido Dem¨®crata, que trasnochaba para acabar acost¨¢ndose sin ganador, el mandatario se despachaba agusto en Twitter para decir que ¡°nada¡± funcionaba en el campo dem¨®crata. Si no sab¨ªan contar un pu?ado de votos, c¨®mo iban a poder dirigir una naci¨®n.

Frente a la anarqu¨ªa instaurada es ese peque?o Estado del medio oeste, una certeza descomunal: En Iowa hubo un solo ganador y ese hombre fue Donald Trump. Porque incluso cuando ya se conociera un ganador, quedar¨ªa r¨¢pidamente fagocitado por el siguiente ciclo de noticias: el discurso del estado de la Uni¨®n que el mandatario pronunciar¨ªa este mi¨¦rcoles noche.

Desbordante de letras may¨²sculas en su escritura en Twitter y exultante en los comentarios, el presidente de la naci¨®n se preguntaba sarc¨¢stico cu¨¢ndo comenzar¨ªan los dem¨®cratas a culpar a Rusia del fiasco en lugar de considerar su propia incompetencia, en una clara referencia a la interferencia de Mosc¨² en las presidenciales de 2016 que le dieron la victoria. ¡°No es culpa de Iowa¡±, tuiteaba el magnate, defendiendo que esos caucus sigan siendo los primeros de la naci¨®n y no pierdan ese estatus. La culpa es ¡°de los dem¨®cratas que no saben hacer nada¡±, prosegu¨ªa. ¡°Mientras yo siga siendo presidente, Iowa seguir¨¢ estando donde est¨¢. ?Importante tradici¨®n!¡±, anunciaba.

El anual discurso del estado de la Uni¨®n -el tercero de Trump ya que el de 2017 no se considera tal porque estaba reci¨¦n elegido- es el producto de muchos meses de trabajo. Y sin embargo, el t¨ªtulo de tal pareciera una premonici¨®n de lo que estaba sucediendo en la pol¨ªtica norteamericana. ¡°The Great American Comeback¡± es la definici¨®n de c¨®mo el mandatario y sus asesores ven su presidencia, de c¨®mo el Ave F¨¦nix resurge de unas cenizas no consumadas tras casi seis meses de juicio pol¨ªtico supuestamente llamado a escrutinar a Trump y su Administraci¨®n en relaci¨®n con el esc¨¢ndalo de Ucrania.

En la noche del martes, Trump estar¨ªa cara a cara con los dem¨®cratas que le han sentado en el virtual banquillo de los acusados pol¨ªticos. Se esperaban notables ausencias, como la de los senadores Bernie Sanders y Elizabeth Warren que estar¨ªan peinando el Estado de New Hampshire para ara?ar votos en aquellas primarias. A su espalda tendr¨¢ a la presidenta de la C¨¢mara de Representantes, Nancy Pelosi, la mujer que abr¨ªa la deshonrosa puerta para su (fallida) destituci¨®n a finales de septiembre.

Respecto a este impeachment que ofrecer¨ªa su cantado resultado final el mi¨¦rcoles, la portavoz de la Casa Blanca, Stephanie Grisham, aseguraba el martes que no cre¨ªa que Trump debiera referirse a ¨¦l. ¡°Creo que esto ya ha durado demasiado y, si nos fijamos en las encuestas, el pueblo americano est¨¢, francamente, aburrido de ello¡±. Los asesores de Trump no parecen tenerlas todas consigo. Y a pesar de que le han recomendado que se mantenga todo lo distante que pueda de referirse al impeachment, todo el mundo es consciente de que el presidente es impredecible y va por libre. Se preguntaba el senador republicano de Luisiana, Bill Cassidy: ¡°?Alguien imagina lo que el presidente Trump va a hacer¡±. ¡°Desde luego, yo no¡±, se respond¨ªa enf¨¢tico.

Si nos remontamos a la historia, Bill Clinton pronunci¨® su discurso del Estado de la Uni¨®n en 1999 el mismo d¨ªa en que su equipo legal comenz¨® su defensa frente al Senado. Durante su alocuci¨®n, que dur¨® algo m¨¢s de una hora, Clinton no mencion¨® ni una sola vez el impeachment. Quienes redactaban sus disertaciones aseguraron que ni por un segundo pensaron hacer lo contrario. El dem¨®crata se ci?¨® a las bonanzas del bipartidismo y se zambull¨® en temas optimistas con los que entusiasmar a sus ciudadanos.

Mientras que los republicanos imploraban en secreto por un acercamiento conciliador, algunos senadores dem¨®cratas tem¨ªan que Trump llegara al discurso m¨¢s importante y m¨¢s visto del a?o en modo total de campa?a, belicoso y fanfarr¨®n. ¡°Creo que una vez m¨¢s va a ser el presidente¡±, declar¨® el senador dem¨®crata de Montana, Jon Tester. Lo que esto signifique queda abierto a interpretaci¨®n.

Durante una conferencia con reporteros norteamericanos sobre cu¨¢les ser¨ªan las claves del discurso, un responsable de la Administraci¨®n declar¨® que el presidente se apoyar¨ªa en cinco ¨¢reas: 1) el gran desarrollo de la clase obrera que relaciona con sus negociaciones comerciales con China, M¨¦xico y Canad¨¢; 2) pol¨ªticas dom¨¦sticas para ayudar a las familias trabajadoras, con bajas laborales; 3) sanidad; 4) inmigraci¨®n ilegal; y 5) seguridad nacional.

¡°Vamos a dar un mensaje muy, muy positivo¡±, avanz¨® el mandatario durante el fin de semana. Y eso era cuando los caucus de Iowa todav¨ªa no se hab¨ªan despe?ado en la verg¨¹enza de un recuento catastr¨®fico de votos y Trump no acariciaba tanto su reelecci¨®n.