El ¡®impeachment¡¯ culmina la sumisi¨®n del Partido Republicano ante Trump
El Senado votar¨¢ el mi¨¦rcoles la previsible absoluci¨®n de Trump por el esc¨¢ndalo de Ucrania
Hace cuatro a?os, en el inicio de la era Trump, parec¨ªan dos galaxias distintas: de un lado, el establishment republicano del Grand Old Party; del otro, el magnate neoyorquino, un showman deslenguado que hab¨ªa ganado las primarias en llamas, de trifulca en trifulca, hasta la victoria final. Siendo ya su candidato presidencial, los popes se negaron a acompa?arle en la campa?a. Algunos, como el l¨ªder de los republicanos en el Congreso, Paul Ryan, lo anunciaron tal y cual y lo presentaron como una cuesti¨®n de principios; otros, simplemente se borraron de los m¨ªtines. En la convenci¨®n de aquel verano, en la que se coron¨® a Donald Trump como candidato, los Bush ni aparecieron. El senador texano Ted Cruz, que hab¨ªa sido uno de los aspirantes en las primarias, subi¨® al escenario y, en lugar de pedir el voto para el elegido, como es habitual, llam¨® a los estadounidenses a actuar ¡°con su conciencia¡±.
El Partido Republicano es hoy el Partido de Donald Trump. El juicio pol¨ªtico al presidente a ra¨ªz del esc¨¢ndalo de Ucrania, a tan solo siete meses de las elecciones presidenciales, ha culminado la sumisi¨®n del Senado hacia su l¨ªder. El viernes por la noche solo dos senadores republicanos ¡ªMitt Romney y Susan Collins¡ª apoyaron a la minor¨ªa dem¨®crata en su petici¨®n de que personajes clave del caso que se juzga acudan a declarar. La gran mayor¨ªa republicana (ocupan 53 de los 100 esca?os de esta C¨¢mara), rechaz¨® seguir el proceso con m¨¢s testimonios y documentos, y optaron dejar el caso visto para sentencia. El lunes se presentan los argumentos finales y el mi¨¦rcoles se votan los dos cargos que pesan sobre Trump, abuso de poder y obstrucci¨®n, con poco misterio: la absoluci¨®n est¨¢ asegurada.
Esta semana, Ted Cruz, aquel que desafi¨® a Trump en la misma noche de su coronaci¨®n en 2016, se despach¨® as¨ª en la cadena Fox: ¡°El circo del impeachment ya se ha terminado¡±. Y Marco Rubio, que en su d¨ªa llam¨® a Trump un ¡°artista del timo¡±, lleg¨® a esta conclusi¨®n el viernes: ¡°Solo porque las acciones [que se juzgan] lleguen al umbral de un impeachment no significa que destituir al presidente del cargo sea lo que m¨¢s interesa a un pa¨ªs¡±.
Otros con menos amnesia ya no se encuentran en el Senado: c¨®mo el difunto John McCain, que fue azote de Trump hasta el final, y en verano de 2017 lleg¨® a acudir a votar, ya muy enfermo de c¨¢ncer, en contra de la ley para liquidar Obamacare, dio un discurso llamando al di¨¢logo y al consenso que enmudeci¨® a la C¨¢mara. Muri¨® un a?o despu¨¦s. Hab¨ªa dejado dicho que no quer¨ªa al presidente en su entierro. Tambi¨¦n se ha retirado el cr¨ªtico Jeff Flake, que precisamente anunci¨® que no se presentar¨ªa a la reelecci¨®n asqueado por el mandatario. ¡°Tengo hijo y nietos. No ser¨¦ c¨®mplice de Trump¡±, dijo.
Sus sustitutos no rompieron filas con el partido el viernes.? Trump est¨¢ acusado de abuso de poder por sus supuestas coacciones a Ucrania para que la justicia de ese pa¨ªs anunciase investigaciones sobre los dem¨®cratas que le beneficiaban electoral, usando incluso la congelaci¨®n de ayudas militares como mecanismo de presi¨®n. Tambi¨¦n responde por un cargo de obstrucci¨®n al Congreso, al haber torpedeado la investigaci¨®n. De ambos quedar¨¢ libre.
Enfrentarse a Trump puede suponer un castigo en las urnas para los legisladores que buscan la reelecci¨®n. Tambi¨¦n supone un riesgo may¨²sculo ante las presidenciales. Apeados del control de la C¨¢mara de Representantes, los republicanos pueden perder tambi¨¦n la Casa Blanca. El l¨ªder del partido en el Senado, Mitch McConnell, que tambi¨¦n las tuvo en su d¨ªa con el mandatario, ha sido el principal arquitecto del muro de contenci¨®n. El pasado diciembre admiti¨® sin complejos que estaba ¡°coordinando¡± el procedimiento del juicio con la Casa Blanca. ¡°No soy un jurado imparcial. Este es un proceso pol¨ªtico¡±, se explic¨®.
Los ¨²nicos frentes
Los republicanos del Congreso s¨ª han llevado la contraria a Trump en algunas batallas, como la financiaci¨®n p¨²blica del pol¨¦mico muro que quiere construir en la frontera con M¨¦xico o algunas medidas de pol¨ªtica exterior, pero en el momento m¨¢s grave de esta presidencia, no han pedido siquiera escuchar lo que pod¨ªan decir el exconsejero de Seguridad John Bolton, que ha incriminado directamente a Trump, o al director de Presupuesto, Mick Mulvaney, con un papel cr¨ªtico en las acciones bajo sospecha.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.