¡°Tomar una posici¨®n clara y sin ambig¨¹edades en Turingia era lo correcto¡±
"En cada regi¨®n del pa¨ªs hay una gran mayor¨ªa fuera del AfD", dice el veterano pol¨ªtico de la CDU
Wolfgang Sch?uble (Friburgo, 77 a?os) es el presidente del Parlamento alem¨¢n. Es adem¨¢s un testigo excepcional de la historia reciente de la gran potencia europea, sacudida por turbulencias pol¨ªticas y econ¨®micas, en la transici¨®n previa a la salida de la canciller, Angela Merkel, prevista para el a?o que viene.
Sch?uble es un pol¨ªtico conservador al que se escucha con atenci¨®n y que goza de enorme popularidad en Alemania. Su posici¨®n en la c¨²spide del Bundestag le obliga a medir sus palabras, pero armado con una fina iron¨ªa, dispara dardos afilados cuando considera oportuno y hace gala de su reputaci¨®n de guardi¨¢n de la ortodoxia financiera y la austeridad.?
Sch?uble recibe a EL PA?S en su despacho del Parlamento en Berl¨ªn y muestra su preocupaci¨®n por la salud de una democracia que considera que no se debe dar por sentada. Frente a la ultraderecha, excluye cualquier tipo de pacto o cooperaci¨®n, en l¨ªnea con la posici¨®n de la direcci¨®n de su partido, la CDU.
Pregunta. Alemania asume la presidencia del Consejo de la Uni¨®n Europea en julio. ?Qu¨¦ puede esperar Europa?
Respuesta. Yo hablo por el Bundestag Alem¨¢n y no por el Gobierno federal. Tenemos que avanzar en la implementaci¨®n del gran compromiso respecto a la sostenibilidad ecol¨®gica, a la estabilizaci¨®n de la regi¨®n del Mediterr¨¢neo incluyendo a ?frica y a la cuesti¨®n migratoria. Y esperemos que la disputa sobre la planificaci¨®n financiera no tenga que resolverse tambi¨¦n bajo la Presidencia alemana.?
P. Con el final de la era Merkel, el peso de Alemania decrece y Francia, con Macron gana protagonismo. ?Qu¨¦ papel debe jugar Alemania a partir de ahora en Europa?
R. Alemania nunca se ha sentido muy feliz con el hecho de que otros quieran atribuirnos demasiado poder en Europa. Esta no es nuestra concepci¨®n y tampoco en absoluto la de la canciller, Angela Merkel. Europa es fuerte cuando todas las partes de Europa son fuertes. No me preocupo tanto por eso, pero s¨¦ que a otros les preocupa que en Alemania el crecimiento econ¨®mico pueda decaer. Seguimos siendo la econom¨ªa m¨¢s grande de Europa. Sabemos que tenemos una responsabilidad con toda Europa. Pero no nos ponemos celosos cuando otros se fortalecen y trabajan por el inter¨¦s com¨²n de Europa. Alemania ser¨¢ tambi¨¦n despu¨¦s del mandato de la canciller Merkel un socio fiable en Europa.
P. Aqu¨ª, en Alemania, el ingreso de Alternativa para Alemania (AfD) en el Bundestag alem¨¢n en 2017 marc¨® un punto de inflexi¨®n. El resto de partidos excluyen cualquier cooperaci¨®n. ?Defiende usted este cord¨®n sanitario, este boicot a la extrema derecha?
R. Yo no boicoteo a nadie.
P. Me refiero a la resoluci¨®n de la Uni¨®n Dem¨®crata Cristiana (CDU) de no cooperar ni formar coaliciones con AfD.
R. Creo que es correcto que la CDU no coopere con un partido que, tambi¨¦n seg¨²n el criterio de los dem¨¢s partidos, no traza una l¨ªnea divisoria clara con el extremismo de derecha. Como grupo parlamentario, al igual que cada uno de sus diputados, AfD goza de todos los derechos y deberes, y yo como presidente del Bundestag Alem¨¢n velo para que las reglas sean respetadas por todos.
P. ?Cree usted que esta pol¨ªtica de no cooperaci¨®n funciona? Me refiero a las recientes elecciones, como en Turingia, donde AfD obtuvo un enorme apoyo electoral.
R. No importa la fuerza que tenga AfD en determinadas regiones; en cada regi¨®n de Alemania hay una gran mayor¨ªa fuera de este partido. Debemos respetar la decisi¨®n de los electores y, por supuesto, tratar de obtener otros resultados electorales. Reitero: AfD tiene el problema de que, seg¨²n el criterio de los dem¨¢s partidos y yo comparto esta opini¨®n como miembro de la CDU, no marca distancia con aquellas ambiciones pol¨ªticas, personalidades y declaraciones que en Alemania no son aceptables. Si ante cada problema de pol¨ªtica interior, siempre se declara que los inmigrantes son la causa, uno no deber¨ªa sorprenderse si el resultado es que surge la xenofobia. Esta pol¨ªtica no es compatible con la Constituci¨®n, que en su art¨ªculo primero determina que la dignidad de cada ser humano es inviolable.
Esta entrevista fue realizada con anterioridad a la crisis desatada en el Estado de Turingia, donde un candidato liberal sali¨® elegido por primera vez gracias a los votos de AfD. Sch?uble contest¨® por correo electr¨®nico a una pregunta adicional sobre el tema:
P. El dique contra AfD se ha roto en Turingia. Los partidos, incluido el suyo, la CDU respondieron tajantes, pero el da?o est¨¢ hecho. ?Qu¨¦ significa para la pol¨ªtica alemana? ?Es el inicio de una nueva era donde la ultraderecha va a tener mayor capacidad de marcar la agenda pol¨ªtica?
R. Fue correcto y positivo que la CDU, tomara una posici¨®n tan clara y sin ambig¨¹edades en este asunto. Fue afortunado que la l¨ªder del partido [la presidenta, Annegret Kramp-Karrenbauer] tuviera la ocasi¨®n de expresar esa posici¨®n firme durante la sesi¨®n parlamentaria franco alemana en Estrasburgo y dar respuesta a las preocupaciones de nuestros socios.
P. No se trata solo de un fen¨®meno alem¨¢n. En Europa crece la polarizaci¨®n. ?Corre peligro la democracia tal y como la conocemos?
R. En su discurso de despedida como presidente de Estados Unidos, el presidente Barack Obama dijo: ¡°Nuestra democracia est¨¢ en peligro si la damos por sentada¡±. Es decir, si dejamos de comprometernos con la democracia. Nos enfrentamos grandes desaf¨ªos, en gran medida debido a la globalizaci¨®n, es decir, estamos expuestos a cambios en todo el mundo que las generaciones anteriores nunca conocieron. Eso tambi¨¦n asusta a muchas personas. A esto se le a?ade la transformaci¨®n de nuestra opini¨®n p¨²blica a trav¨¦s de los nuevos medios de comunicaci¨®n, lo que nos est¨¢ llevando a dividirnos cada vez m¨¢s en subgrupos. Sin una opini¨®n p¨²blica conjunta es terriblemente dif¨ªcil tener una democracia estable. Tenemos que encontrar mejores respuestas en Europa y en la comunidad occidental de valores. En todas partes, las instituciones democr¨¢ticas est¨¢n en crisis y bajo presi¨®n. Pero las crisis son oportunidades para mejorar.
P. Muchos investigadores creen tambi¨¦n que el populismo es una causa de la pol¨ªtica de austeridad. Parte de la poblaci¨®n se siente abandonada.
R. No lo creo, los hechos hablan en contra de esas suposiciones no acad¨¦micas. Seg¨²n todas las encuestas y estad¨ªsticas, a los alemanes les va mejor que nunca. As¨ª lo afirma una mayor¨ªa. ?Por qu¨¦ entonces las necesidades materiales deber¨ªan ser la causa del populismo creciente?
P. No solo en Alemania, tambi¨¦n en otras partes de Europa.
R. Yo creo que las causas son otras. Si uno se siente inseguro frente a las transformaciones globales, r¨¢pidamente corre el riesgo de culpar a otros de sus propios problemas. Hasta ahora no hemos encontrado una buena respuesta sobre c¨®mo asegurar las instituciones de la democracia contra la tentaci¨®n del populismo en la era de una opini¨®n p¨²blica totalmente cambiante. Los cient¨ªficos nos dicen que la distinci¨®n entre fake news y otras noticias ya no es decisiva, sino que la cuesti¨®n crucial es c¨®mo atraer la atenci¨®n. El resultado es un proceso que lleva a que la informaci¨®n m¨¢s escandalosa obtenga una difusi¨®n p¨²blica cada vez mayor. Todav¨ªa estamos buscando las respuestas correctas, y no deber¨ªamos tomar un camino f¨¢cil. Por supuesto que en el mundo de la globalizaci¨®n, a trav¨¦s de la interconexi¨®n de los mercados, las diferencias entre las personas pudientes y las menos pudientes se hacen m¨¢s visibles. Tambi¨¦n la posibilidad de enriquecerse muy r¨¢pidamente ha crecido de un modo descomunal en el mundo de los mercados globales, todo esto es cierto. Por eso hay que trabajar con mayor fuerza para las soluciones globales. Pero mientras, tenemos que mantener estable nuestra democracia.
P. El enfriamiento de la econom¨ªa alemana preocupa a muchos en Espa?a y Europa. ?C¨®mo de grave es la situaci¨®n?
R. La incertidumbre en la econom¨ªa mundial y la disputa comercial nos afecta especialmente. Por otra parte, la situaci¨®n econ¨®mica en Alemania es lo suficientemente s¨®lida como para que podamos sobrevivir a determinadas crisis en ciertos sectores sin un agravamiento dram¨¢tico. Los pron¨®sticos son razonablemente estables.
P. ?Cree que Alemania no necesita un plan de est¨ªmulo?
R. El ministro de Finanzas [el socialdem¨®crata Olaf Scholz] siempre dice, y yo comparto esta opini¨®n, que el problema no es que asignemos pocos recursos para la inversi¨®n en el Presupuesto, sino que los recursos no se emplean lo suficientemente r¨¢pido. El elevado super¨¢vit presupuestario del a?o pasado no estaba previsto en absoluto. Los alemanes somos un poco lentos en cuestiones como las de orden burocr¨¢tico y vinculadas con los procedimientos de aprobaci¨®n y proyectos de compras. El debate sobre elevar los est¨ªmulos a trav¨¦s de mayores recursos presupuestarios est¨¢ relativamente lejos de la realidad.
P. Pero aqu¨ª en Alemania hay un intenso debate en torno a los presupuestos de d¨¦ficit cero y sobre el llamado freno de la deuda.
R. Esto no cambia en absoluto el hecho de que los debates que no tienen nada que ver con la realidad no resuelven el problema. Por lo dem¨¢s, el freno al endeudamiento no es un invento m¨ªo. Como ministro de Finanzas, a causa de la crisis econ¨®mica y financiera, tuve que implementar una pol¨ªtica presupuestaria que ha reducido gradualmente el excesivo nivel de endeudamiento.
P. Pero la situaci¨®n actual es diferente, con bajos intereses.
R. Claro, pero si ahora el Bundestag incluye 20.000 millones o 100.000 en inversiones en el presupuesto y al final del a?o no se han gastado, entonces los expertos de algunas instituciones internacionales se sentir¨¢n satisfechos, pero la realidad no habr¨ªa cambiado en absoluto. Por eso no me canso de advertirlo, incluso ante las voces cr¨ªticas a nivel internacional.
P. ?Se refiere usted al FMI?
R. A quien sea. Quien critica, antes que nada, tiene que aceptar la realidad. Es muy f¨¢cil sostener una opini¨®n desde el atril sin conocer la realidad, pero entonces esta opini¨®n no es importante.
P. Tambi¨¦n Los Verdes y el SPD lo exigen, no solo desde el extranjero.
R. El nuevo presidente del SPD [Norbert Walter-Borjans, copresidente junto a Saskia Esken] fue durante algunos a?os ministro de Finanzas en un Estado Federado y parece tener una particular experiencia para contraer deudas. Por cierto, esto no solo es as¨ª en Alemania. Durante la crisis del euro, en los pa¨ªses del Mediterr¨¢neo, Italia o Grecia, la falta de inversiones nunca se debi¨® a la falta de fondos para la inversi¨®n, sino al hecho de que los fondos no fluyeron.
P. La Comisi¨®n Europea habla ahora de un salario m¨ªnimo europeo y de un seguro de desempleo europeo. ?Usted tambi¨¦n lo defiende?
R. Eso depende de c¨®mo se configuren los pormenores. Por supuesto que en Europa tenemos que ser solidarios. Pero las transferencias no deben perder de vista el problema del riesgo moral. Un salario m¨ªnimo europeo en relaci¨®n con el nivel de las prestaciones sociales y las remuneraciones de cada uno de los pa¨ªses miembros... no creo que Alemania tenga un problema con eso, pero esa es una cuesti¨®n que debe decidir el Gobierno. No vamos a lograr m¨¢s crecimiento a trav¨¦s de mayores prestaciones sociales, sino principalmente a trav¨¦s de mayores inversiones, mayor innovaci¨®n.
P. La econom¨ªa espa?ola crece desde la crisis del euro, pero el desempleo todav¨ªa es elevado y la divisi¨®n social es muy profunda. ?Se debi¨® hacer de otra manera?
R. No lo s¨¦. Y si lo supiera, no lo dir¨ªa p¨²blicamente. Queremos una Europa fuerte y capaz, y sabemos que en Espa?a siempre hemos tenido y tendremos un socio fiable. En 2020 conmemoramos 30 a?os de la reunificaci¨®n de Alemania. Todav¨ªa tengo un buen recuerdo de que en aquel momento el socio m¨¢s fiable del canciller Kohl fuese quiz¨¢s el presidente espa?ol. Siempre recordaremos a Espa?a y a Felipe Gonz¨¢lez por eso.
P. Ahora tenemos un gobierno nuevo. Hay quien lo considera una amenaza para la estabilidad de Espa?a y Europa.
R. En Europa tenemos por principio respetar las decisiones de los electores y los parlamentos. Si Espa?a tiene ahora un gobierno nuevo, entonces, como en el pasado, depositamos todas nuestras esperanzas en una estrecha y buena cooperaci¨®n con Espa?a.
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