Chile se lanza a la carrera por el refer¨¦ndum constitucional
Con actos masivos y recorridos puerta a puerta, los partidos pol¨ªticos inician una campa?a tan crucial como la que sell¨® el fin de la dictadura en 1988
Cuando el reloj marque la medianoche de este mi¨¦rcoles, dar¨¢ inicio?la cuenta atr¨¢s para el refer¨¦ndum con el que la clase pol¨ªtica buscar¨¢ una salida institucional a la crisis que vive Chile desde el pasado 18 de octubre, cuando comenz¨® un estallido social sin precedentes desde el retorno a la democracia, hace 30 a?os.?Los partidos pol¨ªticos, parlamentarios independientes y organizaciones sociales podr¨¢n desplegar propaganda electoral para promover sus posturas frente al plebiscito, previsto para el domingo 26 de abril.
M¨¢s de 14 millones de personas ¡ªentre ellos cerca de 60.000 chilenos que residen en el exterior¡ª podr¨¢n decidir si debe o no realizarse un proceso para elaborar una nueva Constituci¨®n, que ponga fin a la heredada de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990). Aunque el texto constitucional ha sido sometido a diversos cambios, la Constituci¨®n de 1980 es, para muchos, uno de los obst¨¢culos para dar respuesta a las demandas ciudadanas de mayor igualdad y presencia del Estado en servicios b¨¢sicos como la educaci¨®n, la salud y las pensiones a los jubilados.
En el plebiscito, adem¨¢s, los chilenos deber¨¢n responder con cu¨¢l mecanismo se redactar¨¢ la nueva Constituci¨®n en caso de que el cambio se apruebe. Para esto existen dos opciones: una Convenci¨®n Constitucional, integrada por ciudadanos electos, y que equivale a una Asamblea Constituyente; o bien, una Convenci¨®n Mixta, integrada en un 50% por parlamentarios designados por el Congreso. Cualquiera que sea la opci¨®n, esta tendr¨¢ un plazo m¨¢ximo de un a?o para presentar una propuesta. Luego, el texto ser¨¢ sometido a un plebiscito que ¡ªa diferencia del de abril¡ª ser¨¢ de voto obligatorio. En caso de que triunfe el rechazo, seguir¨¢ rigiendo el texto de 1980.
La antigua Concertaci¨®n ¡ªla alianza que gobern¨® el pa¨ªs durante 20 a?os tras el retorno a la democracia y hoy est¨¢ en la oposici¨®n¡ª promueve la nueva Constituci¨®n y la Convenci¨®n Constitucional. Lo mismo ocurre con el Frente Amplio, surgido tras las protestas estudiantiles de 2011 y que en la ¨²ltima elecci¨®n logr¨® consolidarse como la tercera fuerza pol¨ªtica. ¡°Para Chile est¨¢ en juego la posibilidad de tener por primera vez en nuestra historia una Constituci¨®n elaborada en democracia. Y para la oposici¨®n se juega parte de una soluci¨®n pol¨ªtica a la crisis¡±, se?ala Heraldo Mu?oz, excanciller y actual presidente del Partido por la Democracia (PPD).
En Chile Vamos, la coalici¨®n de centroderecha en el Gobierno, existen posturas encontradas. En Renovaci¨®n Nacional ¡ªel partido donde milit¨® Sebasti¨¢n Pi?era hasta el inicio de su primer mandato, en 2010¡ª se dio libertad de acci¨®n a sus miembros, aunque prevalece la opci¨®n de rechazar el cambio. El argumento es que los cambios se pueden realizar a trav¨¦s de reformas de la actual Constituci¨®n. En la UDI, partido de posiciones m¨¢s conservadoras, votar¨¢n en contra. En Ev¨®poli, tercera fuerza del oficialismo y de corte m¨¢s liberal, promueven un nuevo texto.
"Es tan relevante este proceso que decidimos dar libertad de acci¨®n", explic¨® el secretario general de RN Felipe Cisternas. Hasta ahora todos los sondeos de opini¨®n vaticinan un triunfo de la opci¨®n de redactar una nueva Constituci¨®n. La principal duda, sin embargo, est¨¢ en el mecanismo, donde cada vez existe menos diferencias entre las dos opciones.
Para la doctora en Ciencia Pol¨ªtica y acad¨¦mica de la Universidad de Chile Claudia Heiss, el plebiscito de abril es comparable al de 1988, cuando se decidi¨® el fin de la dictadura de Pinochet, ¡°en el sentido de que marca una ruptura con el sistema pol¨ªtico anterior". "Ser¨ªa el verdadero regreso a la democracia en Chile, porque hemos tenido una democracia que no se recuper¨® completamente con la transici¨®n¡±, a?ade.
En cambio, para el acad¨¦mico de la Universidad de Talca Mauricio Morales, el plebiscito de 1988 y el de 2020 no son comparables. "En 1988, los chilenos decid¨ªan en torno a un cambio en el r¨¦gimen pol¨ªtico. El pa¨ªs estaba gobernado por una dictadura y, por tanto, no hab¨ªa garant¨ªa de que el resultado fuese respetado. Adicionalmente, para ambas opciones (s¨ª y no) exist¨ªan liderazgos pol¨ªticos hist¨®ricos y diferencias program¨¢ticas evidentes".
Garantizar el orden p¨²blico
En el mundo pol¨ªtico se mira con preocupaci¨®n lo que pueda ocurrir en marzo, donde ya circulan por redes sociales llamamientos a manifestaciones y donde muchos apuestan por que la convocatoria del 8 de marzo por el D¨ªa Internacional de la Mujer se transforme en un punto de partida para un nuevo ciclo de movilizaciones.
La tensi¨®n social en la calle ha disminuido, pero la violencia est¨¢ latente. Una muestra de ello fueron los graves incidentes que acompa?aron el domingo el arranque del festival de Vi?a del Mar, un evento que cada a?o siguen 250 millones de personas en todo el mundo y que desde 1960 es orgullo de los chilenos. La polic¨ªa detuvo a 50 personas acusadas de incendiar autom¨®viles y de destruir el hotel O¡¯Higgins, donde se alojan productores, periodistas y personal de las bandas musicales. Los propietarios del hotel anunciaron el mi¨¦rcoles que por los destrozos cerrar¨¢n las puertas "indefinidamente".
El tema de la violencia fue abordado el lunes en una reuni¨®n del presidente Pi?era con su Gabinete. Tras la cita, Pi?era ¡ªquien tiene solo un 6% de respaldo de la poblaci¨®n, seg¨²n la ¨²ltima encuesta del Centro de Estudios P¨²blicos¡ª dijo que recuperar el orden p¨²blico ¡°es la prioridad n¨²mero uno¡±.
¡°El Gobierno no ha sido capaz de garantizar lo b¨¢sico: el orden p¨²blico. Esto puede traer severas consecuencias para la participaci¨®n¡±, advierte Morales. En tanto, para Heiss, ¡°la funci¨®n del Gobierno es garantizar condiciones para que el proceso se pueda realizar de la mejor manera y, por supuesto, que eso no es f¨¢cil en un contexto de alta convulsi¨®n social¡±.
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