Maduro busca un bal¨®n de ox¨ªgeno con una apertura econ¨®mica desordenada
La dolarizaci¨®n de facto del pa¨ªs mitiga los estragos de la hiperinflaci¨®n y genera una burbuja de consumo, aunque el Gobierno sigue sin un plan estructural
La dolarizaci¨®n de facto de Venezuela ha alentado en las ¨²ltimas semanas una reactivaci¨®n del consumo que proyecta una sensaci¨®n de falsa normalidad en el comercio. Las operaciones en divisas extranjeras suponen ya al menos dos terceras partes del total, seg¨²n varias estimaciones del sector financiero. Y Nicol¨¢s Maduro, asfixiado por la desbocada hiperinflaci¨®n del bol¨ªvar y las sanciones, ha dado un giro a su pol¨ªtica, optando por permitir la circulaci¨®n no regulada de d¨®lares en busca de un bal¨®n de ox¨ªgeno.?
El Portugu¨¦s lleva d¨¦cadas vendiendo carne, conservas y quesos en Petare, el barrio popular m¨¢s extenso de Caracas. Hubo temporadas en las que para comprar un kilo de ternera sus clientes solo pod¨ªan pagar con tarjeta o entregarle bolsas repletas de bol¨ªvares. Desde el mostrador de su carnicer¨ªa, Jos¨¦ Florentino ha sido testigo de la destrucci¨®n de la econom¨ªa venezolana. El poder adquisitivo de millones de personas toc¨® suelo el a?o pasado tras una tendencia hiperinflacionista que dispar¨® un 80% el precio de los alimentos b¨¢sicos, seg¨²n reconoci¨® el Banco Central. Y hoy El Portugu¨¦s vende un kilo de carne por cuatro d¨®lares.?
Sin decretos y sin una estrategia que haya sido enunciada en p¨²blico, el Gobierno est¨¢ dejando hacer y Maduro hasta lleg¨® a afirmar que no ve nada malo en esta apertura. En la pr¨¢ctica, se trata de un intento de salvar su proyecto pol¨ªtico apoy¨¢ndose en la econom¨ªa de mercado para evitar el colapso y bajarle la presi¨®n al descontento social. A la dolarizaci¨®n se suman las desregulaciones cambiarias y las simplificaciones para importar bienes. Este giro se palpa sobre todo en los comercios, donde la oferta de productos tiene un nivel m¨¢s pr¨®ximo a la normalidad. Aunque el salario m¨ªnimo no supera los seis d¨®lares, las remesas de millones de venezolanos que migraron para huir de la grav¨ªsima crisis social han aliviado, al menos de forma transitoria, el consumo.
"La dolarizaci¨®n es un fen¨®meno espont¨¢neo de la sociedad, casi de defensa", expica Henkel Garc¨ªa, director de Econom¨¦trica, una consultora financiera. "Una de las herramientas que tom¨® el Gobierno para controlar la hiperinflaci¨®n fue destruir el cr¨¦dito y todo pa¨ªs sin cr¨¦dito es un pa¨ªs desmonetizado. Era imposible vivir como se viv¨ªa y esa referencia en el caso venezolano ha sido el d¨®lar", contin¨²a. Su origen fue la hiperinflaci¨®n, como ocurri¨® en Per¨² tras la devastadora crisis de los a?os ochenta. En ese pa¨ªs esa tendencia se revirti¨®, pero los expertos dudan de que Venezuela siga por el mismo camino. De hecho, el d¨®lar, que en los ¨²ltimos a?os siempre ha circulado en las principales ciudades, comenz¨® a afianzarse como divisa de uso cotidiano en marzo de 2019, en medio del colapso del sistema el¨¦ctrico.? "Con los apagones, la ¨²nica v¨ªa de pago era d¨®lar en efectivo y se aceler¨® entonces. En ese momento hubo negocios que se animaron a recibir d¨®lares". ?
En menos de doce meses, la circulaci¨®n de la moneda estadounidense se ha multiplicado. Del 9 al 14 de febrero, seg¨²n los datos presentados por Econanal¨ªtica, destacada firma de an¨¢lisis econ¨®mico, el 64,3% de las operaciones comerciales se hicieron en d¨®lares (55,7%), pesos colombianos (6,3%) o euros (1,3%). Y ya a finales de 2019 el director de esta consultora, Asdr¨²bal Oliveros, cifraba la circulaci¨®n de efectivo en divisa estadounidense entre 2.500 y 3.000 millones. Este comportamiento del comercio, sin embargo, no es suficiente para hacer frente a la crisis. El Gobierno sigue sin contar con un plan econ¨®mico estructural y no tiene acceso al financiamiento de organismos internacionales como el Banco Mundial o el FMI.?
"Estamos viendo un proceso de estabilizaci¨®n en la miseria, esta no es una recuperaci¨®n econ¨®mica", agrega Garc¨ªa, que recalca la espontaneidad del fen¨®meno. "Hay un elemento que es social, es decir, la gente se cans¨® se esperar. Yo tengo que seguir adelante, con mi vida, tengo que tratar de alcanzar el m¨¢ximo que puedo". Y eso pasa por los d¨®lares. Queda por ver cu¨¢les ser¨¢n los efectos de este proceso a medio plazo. Un informe del banco de inversi¨®n Torino Capital destaca que para sostener una dolarizaci¨®n el Gobierno deber¨ªa primero recuperar el aparato productivo. Adem¨¢s, el quiebre de las relaciones con Washington y Bruselas hace inviable alcanzar acuerdos para que sus monedas se conviertan en la divisa oficial.
Acorralado por los efectos de las sanciones, sin embargo, Maduro busca capitales para reactivar los pozos petroleros.? Al mismo tiempo, el chavismo ha pactado secretamente una suerte de paz con los productores y el capital nacional todav¨ªa existente en el pa¨ªs. Muy especialmente con Lorenzo Mendoza, presidente de Empresas Polar, l¨ªder del sector cervecero y la corporaci¨®n privada nacional m¨¢s grande del pa¨ªs, a qui¨¦n de manera reiterada el chavismo ha responsabilizado de la escasez reinante en Venezuela en esos a?os.?
Otros, como Alberto Vollmer (Santa Teresa) y Horacio Velutini (Fondo de Valores Inmobliliarios)est¨¢n a la cabeza de un grupo empresarios que se denominan ¡°optimistas an¨®nimos¡± y afirman estarse preparando para una inevitable apertura econ¨®mica en Venezuela en la cual se tome como par¨¢metro el modelo chino. Vollmer ha invertido, con buenos resultados, en la Bolsa de Valores de Caracas, en los a?os 90 la quinta en tama?o en Am¨¦rica Latina, hoy reducida a la insignificancia
Omar Zambrano, Profesor de la Universidad Cat¨®lica Andr¨¦s Bello y formado en desarrollo econ¨®mico en la Universidad de Harvard, coincide: ¡°En el ¨²ltimo a?o, como no, se ha producido un giro pragm¨¢tico en el manejo de la econom¨ªa venezolana. M¨¢s ¡°de facto¡± que ¡°de jure¡±. El aparato regulatorio chavista sigue en pie; no se ha modificado nada. Las normas actuales no se est¨¢n ejecutando, pero siguen. Parte del problema tiene que ver con el fracaso del bol¨ªvar, su virtual desaparici¨®n como moneda de curso legal".
¡°Lo que hemos visto hasta ahora tiene que ver, sobre todo, en el circuito econ¨®mico m¨¢s superficial, la esfera comercial de la econom¨ªa, la venta de bienes de consumo final. Hay una peque?a reactivaci¨®n, sin v¨ªnculos con la producci¨®n. El tejido productivo, industrial, manufacturero, se sigue contrayendo. El alivio toca a zonas de la econom¨ªa que no generan demasiado empleo", contin¨²a.? ¡°La situaci¨®n ha mejorado si la comparamos con lo que se viv¨ªa en Venezuela hace dos a?os. Pero claro que esto no va a resolver nada; la econom¨ªa no se va a recuperar porque veamos ahora bodegones y d¨®lares en las calles".
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