La hora de Joe Biden

Atr¨¢s queda McLeod Plantation, tr¨¢gica historia congelada como recuerdo de otra ¨¦poca, de negros esclavos y blancos libres due?os de mares de algod¨®n. Comienza la carretera 171, que abandona la ciudad de Charleston para acabar en el oc¨¦ano Atl¨¢ntico. Saliendo y entrando de esa l¨ªnea de asfalto casi recta, en las zonas pobladas a los m¨¢rgenes de la 171, carteles electorales con un nombre a las puertas de las casas: Biden 2020. En Carolina del Sur, este s¨¢bado, para el compa?ero de viaje presidencial de Barack Obama, Joe Biden, 77 a?os, ser¨¢ morir o, quiz¨¢, cambiar el curso de esta inusual competici¨®n por la nominaci¨®n dem¨®crata en las primarias de este Estado.

Es la hora de Biden. Tras varias semanas de resultados pol¨ªticos lamentables, el hombre que lucha por que esta, su tercera apuesta por ser el candidato a la presidencia del Partido Dem¨®crata, sea la definitiva, se muestra tan optimista de cara a su futuro que casi parece un acto de fe m¨¢s que una visita a las urnas de sus seguidores. Preguntado hasta tres veces en el debate dem¨®crata de esta semana en Carolina del Sur si pensaba retirarse si el resultado que obten¨ªa no era bueno, por tres veces se mantuvo en su respuesta: ¡°Voy a ganar en Carolina del Sur¡±.

Las ¨²ltimas encuestas no le contradicen. Tras pasar muchos meses siendo el virtual ganador de las primarias en Carolina del Sur, cuando todav¨ªa Bernie Sanders no se hab¨ªa convertido en la fuerza arrolladora capaz de ser el hombre a luchar por el t¨ªtulo a la Casa Blanca frente a Donald Trump, los caucus de Iowa y las primarias de New Hampshire pincharon la burbuja demosc¨®pica de Biden y sus d¨ªgitos se hund¨ªan en el primer Estado del Sur en votar para la nominaci¨®n dem¨®crata.

Y sin embargo, Biden vive ahora una buena semana. Dos sondeos diferentes le dan un margen de victoria frente a Sanders de ocho y 18 puntos. Que uno de los pol¨ªticos dem¨®cratas negros m¨¢s prominentes del pa¨ªs, James Clyburn, le haya dado su apoyo parecer¨ªa allanarle el camino para la victoria en Carolina del Sur. Nada est¨¢ escrito.

Todo est¨¢ por ver. Pero el Sur no son las planicies de ma¨ªz de Iowa que eligieron al joven Pete Buttigieg ni los votantes independientes de New Hampshire que se decantaron por Bernie Sanders, pero que en 2016 votaron por otro candidato, quiz¨¢ Donald Trump. Tampoco la Nevada para¨ªso de inmigrantes que tambi¨¦n se volc¨® con el senador que se autodefine como ¡°socialista democr¨¢tico¡± de Vermont. Carolina del Sur otorg¨® m¨¢s del 55% del voto a Barack Obama en unas primarias hist¨®ricas en 2008. Aqu¨ª el voto negro cuenta, como dice el lema de un autob¨²s que lleva d¨ªas recorriendo el Estado bajo ese mismo mantra: ¡°Black voters matter [Las vidas de los negros importan]¡±.

M¨¢s informaci¨®n

Sanders pelea en Carolina del Sur por el voto negro que se le resisti¨® en 2016

Resultados de las primarias

Cerca del 30% de la poblaci¨®n del llamado Palmetto State es afroamericana. Y con ese sector de la poblaci¨®n Joe Biden tiene lazos que hay quien considera condescendientes, pero que juegan a su favor: haber sido el vicepresidente del primer presidente negro de la historia de Estados Unidos. Consciente de esa afinidad, Biden saca elegantemente r¨¦ditos de ella. En cada mitin, en cada reuni¨®n en un centro de mayores o en una iglesia, el exvicepresidente recuerda que ¨¦l estuvo all¨ª, al lado de ¡°un gran hombre, con coraje y una visi¨®n para Am¨¦rica¡±. ¡°Un hombre extraordinario cuyo legado pienso defender, proteger y ampliar cuando sea presidente¡±, proclama Biden levantando v¨ªtores de sus seguidores.

Biden habl¨® esta semana largo y tendido de su relaci¨®n con el que fuera senador de Carolina del Sur entre 1966 y 2005, Ernest F. Hollings, que fallec¨ªa el a?o pasado. Tras el brutal atentado perpetrado por un supremacista blanco en 2015 contra fieles afroamericanos en una iglesia de Charleston, el exvicepresidente ha seguido en cercano contacto con sus familias.

Lo que est¨¢ por ver ahora es si ganar en un territorio tan amigo como Carolina del Sur puede servir a Biden como est¨ªmulo a nivel nacional y ante la siguiente gran cita: el famoso Super Tuesday, donde est¨¢n en juego 14 Estados, entre ellos California y Texas. Carolina del Sur puede ser el principio que todav¨ªa no ha tenido Biden en esta carrera de 2020. O si las estad¨ªsticas fallan, el definitivo final.