B¨²squeda internacional del grafitero m¨¢s perezoso y persistente
Italia y Portugal persiguen a ¡®Geco¡¯, que se dedica a colocar por todas partes pegatinas con su nombre
Qu¨¦ mayor tortura escolar que escribir diez, cien veces la misma frase. Sin embargo, hay a quien le gusta, no ya cien sino miles de veces escribir su propio nombre o, al menos, el art¨ªstico, Geco, un personaje misterioso que se dedica a adornar o ensuciar las paredes y las se?ales de tr¨¢fico de ciudades de medio mundo, preferentemente de Roma y Lisboa.
Geco, a juzgar por su pintura sin ancestros familiares con el genio griego del siglo XVI, ha alcanzado la fama policial y urbana manchando mobiliario p¨²blico y patrimonio art¨ªstico. Es un incordio internacional, que empez¨® en Italia (Roma, Florencia, G¨¦nova...) y ahora parece que mora en Portugal.
As¨ª se entiende, ya que la polic¨ªa de Roma se ha dirigido a Vecinos en Lisboa para que le proporcione?informaci¨®n sobre el artista. La polic¨ªa italiana solicita a esta asociaci¨®n detalles de los da?os que haya podido realizar en el patrimonio portugu¨¦s y qu¨¦ est¨¢n haciendo las autoridades para detenerlo.
El tal grafitero an¨®nimo lleva a?os en las calles, pero su mensaje no cambia, simplemente escribe Geco. A veces lo caligraf¨ªa hasta en colores, pero ya hace un tiempo que se ha vuelto m¨¢s perezoso ¡ªo pr¨¢ctico¡ª y se ha confeccionado pegatinas con su nombre que va colocando en se?ales de tr¨¢fico, anuncios, callejeros, paradas de transporte... En fin, un incordio internacional, nacional y vecinal.
La polic¨ªa italiana no anda descaminada en sus pesquisas, pues hace dos a?os que la asociaci¨®n Vecinos de Lisboa present¨® en los tribunales una denuncia contra el grafitero por los perjuicios econ¨®micos que causa a los servicios de limpieza de la ciudad. Adjunt¨® documentaci¨®n de un centenar de gecos en un solo barrio de Lisboa, Areeiro, de donde se deduce que vive o viv¨ªa all¨ª. Incluso aporta un par de fotograf¨ªas en el que se le ve in fraganti, escribiendo con un rotulador su nombre a la luz del d¨ªa.
Las pruebas parece que no eran suficientes y, un a?o despu¨¦s, el ministerio fiscal archiv¨® la causa, pues no pudo ¡°obtener indicios suficientes de quienes fueron los agentes del delito denunciado, ya que nadie presenci¨® su ejecuci¨®n¡±. Para la seguridad del pa¨ªs, esperemos que todos los ladrones y asesinos act¨²en ante los focos de alg¨²n reality show. La asociaci¨®n de vecinos fue sancionada con 714 euros por realizar labores del Estado.
El genov¨¦s Geco va camino de cumplir los 30 a?os. Hace dos a?os lleg¨® a Lisboa y dio una entrevista al semanal digital O Corvo,?feliz de lo tranquilo que trabajaba en esta ciudad. ¡°Vengo de Roma y all¨ª es m¨¢s dif¨ªcil pintar, solo salgo a la calle de noche o de madrugada. Siento m¨¢s presi¨®n y voy con m¨¢s cuidado en las calles. Aqu¨ª los polic¨ªas son m¨¢s permisivos, no tienen tanto odio a los grafiteros¡±.
Geco reconoce que su caso ¡°llega a ser una verdadera megaloman¨ªa. Quiero atraer la atenci¨®n de todos y provocar un sentimiento de amor u odio. Lo ¨²nico que no quiero es pasar inadvertido¡±. Hombre, objetivo cumplido, ya.
Lea m¨¢s temas de blogs y s¨ªganos en Flipboard.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.