Un oso ataca y mata a una mujer que buscaba cobertura para su tel¨¦fono

Stephanie Blais se hab¨ªa alejado de la civilizaci¨®n para pasar las vacaciones. Junto a su marido y a sus dos hijos, un ni?o de nueve a?os y una ni?a de dos, se alojaban en una caba?a de su propiedad, ubicada en la ribera de lago McKie, en una zona de dif¨ªcil acceso en el norte de la provincia de Saskatchewan (Canad¨¢), donde no hay cobertura de m¨®vil. Blais llevaba consigo un tel¨¦fono por sat¨¦lite, pero no siempre lograba conectar con ¨¦l. Ten¨ªa que alejarse de la casa. El pasado d¨ªa 20 sali¨® con el aparato para hablar con su padre. Fue lo ¨²ltimo que hizo.?

Hubert Esquirol, el padre de Stephanie Blais, cont¨® lo sucedido a la cadena de televisi¨®n CBC. Ese d¨ªa, a las 17.40 de la tarde (23.40 hora peninsular espa?ola), recibi¨® una llamada de su hija. Una llamada m¨¢s para contar la tranquila vida en plena naturaleza, y de paso comentar que ten¨ªan un problema con la bomba de agua con la que abastec¨ªan la caba?a. La calidad del sonido no era buena, y la mujer pidi¨® a su hijo que volviera a la caba?a a buscar una antena mejor para instalarla en el tel¨¦fono. Mientras, padre e hija segu¨ªan conversando, pero de pronto Esquirol dej¨® de escuchar la voz de su interlocutora. "O¨ª un ruido extra?o, como un gru?ido", apunt¨® el hombre. "Trat¨¦ de hablarle a mi hija, la llamaba por su nombre, pero ya no me respond¨ªa", a?adi¨®.

Una nueva llamada, pocos minutos despu¨¦s, solvent¨® dram¨¢ticamente sus dudas. Era de su yerno, Curtis Blais. Lo llamaba para darle una noticia funesta. "Me dijo que se encontraba en la cocina [de la caba?a], a unos 30 metros de donde estaba Stephanie". La hab¨ªa atacado un oso. El marido roci¨® al animal con gas pimienta, pero solo consigui¨® ponerlo m¨¢s agresivo. Volvi¨® a a la caba?a a buscar un rifle y lo abati¨® a tiros.?¡°Curtis se dio cuenta que Stephanie ya no ten¨ªa pulso. Trat¨® de reanimarla boca a boca, pero sus heridas eran demasiado graves¡±, agreg¨®.

La Polic¨ªa Montada de Canad¨¢ dio la noticia de la muerte de la mujer, profesora de 44 a?os. A¨²n con vida, pero gravemente herida, uno de los contados residentes de la zona la transport¨® en su hidroavi¨®n a la localidad de Buffalo Narrows (1.100 habitantes), 150 kil¨®metros al sur del lugar del ataque. Para cuando los servicios de emergencia pudieron atenderla, constataron que ya hab¨ªa muerto.?

El drama de la familia ha conmocionado a buena parte de Canad¨¢, en especial al escuchar el testimonio del padre que escuch¨® por tel¨¦fono, sin saber de qu¨¦ se trataba, al animal que acab¨® con la vida de su hija.?

El anterior ataque mortal de un oso en la provincia de Saskatchewan, un vasto territorio con una densidad de apenas 1,9 personas por kil¨®metro cuadrado, se remonta a 1983, pero Stephanie Blais ha sido la segunda persona en 2020 que muere en Canad¨¢ en estas circunstancias. El pasado 20 de julio, Peter Franczak, un hombre de 67 a?os, muri¨® por las heridas infligidas por un oso negro en en Red Lake (Ontario).

La polic¨ªa anunci¨® que la oficina del forense investigar¨¢ el caso y practicar¨¢ una necropsia al cuerpo del animal. Tambi¨¦n el Ministerio de Medio Ambiente de Saskatchewan,?abrir¨¢ una investigaci¨®n paralela, al tratarse de un ataque de un animal salvaje.?