Las clases llegan en ¡®rickshaw¡¯ hasta una tribu remota

Cuando la pandemia oblig¨® a cerrar los colegios en Filipinas, un grupo de profesores que viv¨ªa cerca de los ind¨ªgenas aeta se quedaron tan preocupados sobre el impacto en los ni?os de esa comunidad aislada que ingeniaron un modo de ayudarlos: ense?arles en rickshaw, el medio de transporte, normalmente a tracci¨®n humana, t¨ªpico de varios pa¨ªses asi¨¢ticos.

Muchos estudiantes del pa¨ªs han podido seguir sus clases a trav¨¦s de Internet, pero la mayor¨ªa de los aeta, que viven en una zona monta?osa al norte de Manila, no disfruta de acceso, ni siquiera de televisi¨®n, para suplir la educaci¨®n presencial.

"Tuvimos que pensar en una manera alternativa de acercar las lecciones a los ni?os", asegura Christopher Semsem, uno de los profesores que ha impulsado el proyecto, en el colegio integrado Villa Mar¨ªa. Usando viejas estanter¨ªas y tablones de madera, improvisaron un centro de ense?anza completo con una gran pantalla montada encima de un rickshaw y tirado por una motocicleta, para as¨ª acercar la ense?anza a los pueblos de la provincia rural de Pampanga.

Los profesores grabaron previamente v¨ªdeos con sus tel¨¦fonos m¨®viles, v¨ªdeos que luego se reproducen en el monitor para ayudar en sus clases, y solventar de este modo la necesidad del contacto presencial con los ni?os. Hasta ahora, los estudiantes aeta han respondido con entusiasmo a las lecciones y sus padres se sienten aliviados por que hayan vuelto las clases, aseguran los profesores.?

Existe un debate entre los antrop¨®logos sobre el origen de los aeta, muchos de cuyos miembros se han sedentarizado despu¨¦s de que la deforestaci¨®n acabase con su tradicional modo de vida, n¨®mada. La directora de la escuela, Marizen Tolentino, asegura que la iniciativa del rickshaw ha resultado vital para ayudar a asimilar los contenidos del programa.?

Desde que se inici¨® el proyecto, a principios de este mes, unos 500 alumnos, desde primaria a secundaria de cinco pueblos han recibido la visita del rickshaw, dos o tres veces por semana. El proyecto de los profesores es voluntario, aunque el Gobierno local los provey¨® con el veh¨ªculo y les facilit¨® un conductor.