China declara la guerra al timo de fingir accidentes de tr¨¢fico

Corr¨ªa el a?o 2013 y el se?or Wang conduc¨ªa por las calles de Pek¨ªn cuando otro veh¨ªculo impact¨® contra el suyo, rayando su carrocer¨ªa. Para no involucrar a la polic¨ªa ni al seguro, el conductor trat¨® de apaciguarle por medio de una suma de dinero muy superior a los da?os causados. As¨ª fue como Wang descubri¨® una nueva vocaci¨®n profesional.

La octava acepci¨®n de la voz "chino,na" que recoge la Real Academia Espa?ola hace referencia a la porcelana, tal es la vinculaci¨®n entre este material cer¨¢mico y el pa¨ªs asi¨¢tico donde se populariz¨®. Ahora bien, no solo es tradici¨®n crearla: tambi¨¦n romperla. As¨ª, pengci [romper la porcelana], es como se conoce la actividad de timadores como Wang, especializados en fingir accidentes de tr¨¢fico para luego extorsionar a las v¨ªctimas.

Wang fue perfeccionando su modus operandi con el paso del tiempo. Una vez que identificaba a un coche tratando de cambiar de carril se colocaba a su altura y adecuaba su velocidad, acelerando o frenando seg¨²n fuera conveniente, hasta provocar el choque. Entonces sal¨ªa al exterior llev¨¢ndose las manos a la cabeza.

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Sus aspavientos encontraban apoyo en las normas de seguridad vial, las cuales estipulan que quien se incorpora debe ceder el paso. En el peor de los casos, el seguro le daba la raz¨®n y cubr¨ªa los arreglos. La mayor¨ªa de las v¨ªctimas, sin embargo, sacaban la cartera para zanjar la cuesti¨®n; en particular los conductores de taxis y autobuses, para quienes una infracci¨®n repercutir¨ªa en su sueldo. En el mejor de los casos, Wang se embolsaba hasta 4.000 yuanes (507 euros).

Esta extendida pr¨¢ctica provoca que muchos testigos oculares de accidentes se nieguen a involucrarse o desaparezcan raudos del lugar de los hechos para salvaguardar la integridad de sus bolsillos. Tanto es as¨ª que las autoridades se han visto obligadas a actuar. Hace dos semanas, el Ministerio de Seguridad P¨²blica, la Corte Suprema y el Procurador publicaban un protocolo conjunto, el primero del pa¨ªs, para perseguir a los timadores. ¡°En la pr¨¢ctica, el pengci puede ser perpetrado de muchos modos e involucrar varias acusaciones criminales¡±, explic¨® durante la rueda de prensa el portavoz del ministerio, Sun Maoli, haciendo hincapi¨¦ en la necesidad de una definici¨®n general y un¨ªvoca.

Este nuevo marco jur¨ªdico define al pengci como ¡°cualquier acto en el que una persona finja de manera deliberada un accidente para luego pedir compensaci¨®n por medio de fraude o extorsi¨®n¡±, y establece penas de c¨¢rcel espec¨ªficas. Wang ya se sabe la lecci¨®n. A finales de 2017, las autoridades de circulaci¨®n del distrito de Haidian descubrieron su particular oficio. Para entonces, el hombre ya hab¨ªa provocado m¨¢s de 300 accidentes de tr¨¢fico, en ocasiones hasta tres en un mismo d¨ªa. Wang fue castigado con nueve meses entre rejas y una multa de 10.000 yuanes (1.267 euros): nada que unas pocas piezas de porcelana no pueda arreglar.