Movilizaci¨®n en Ir¨¢n para evitar que se les amputen las manos a siete ladrones

Tres nuevas condenas a la amputaci¨®n de la mano por robo, en Ir¨¢n, han hecho saltar las alarmas de los defensores de derechos humanos locales. Las sentencias, dos de las cuales ya han sido confirmadas por el Tribunal Supremo, se suman a otras cuatro ratificadas el mes pasado. Todas ellas se han pronunciado en la ciudad de Urm¨ªa, al noroeste del pa¨ªs. Los activistas temen que se est¨¦ recuperando un castigo que, aunque recogido en la legislaci¨®n penal iran¨ª, hab¨ªa ca¨ªdo en desuso por su car¨¢cter inhumano y las cr¨ªticas que suscita.

¡°Se trata de cuatro veredictos diferentes, el primero de los cuales se remonta a 2017, pero ha sido a lo largo de este a?o cuando el Tribunal Supremo los ha ratificado, a excepci¨®n del ¨²ltimo que est¨¢ pendiente¡±, explica a EL PA?S Rebin Rahmani, de la Kurdistan Human Rights Network (KHRN), la organizaci¨®n no gubernamental que ha difundido el asunto.

Las sentencias disponen que a los reos ¡°se les corten completamente cuatro dedos de la mano derecha, de modo que solo les quede la palma y el pulgar¡±, de acuerdo con el art¨ªculo 278 del C¨®digo Penal iran¨ª. La Shar¨ªa (ley isl¨¢mica), en la que se fundamenta ese corpus legal, estipula que el castigo de amputaci¨®n debe limitarse a delitos graves. En primera instancia, se amputa la mano derecha y en caso de reincidencia, el pie izquierdo.

¡°La amputaci¨®n se basa en la jurisprudencia isl¨¢mica, lo que significa que diferentes jueces pueden aplicarla para diferentes circunstancias; lo que hemos notado es que en los ¨²ltimos a?os son sobre todo los tribunales de Azerbaiy¨¢n Occidental los que han recurrido a este castigo¡±, se?ala Rahmani. Todos los casos denunciados por KHRN, un grupo sin ¨¢nimo de lucro que se ocupa de los derechos humanos en las regiones kurdas de Ir¨¢n, han salido del Juzgado de lo Penal de Urm¨ªa, la capital de esa provincia iran¨ª.

Los tres ¨²ltimos se han conocido a mediados de octubre, cuando trascendi¨® que Arash Ali Akbari, de 32 a?os, hab¨ªa sido condenado en agosto a que se le amputaran ¡°los cuatro dedos de la mano derecha¡±. Se supo entonces que, aunque su recurso est¨¢ pendiente ante el Supremo, este tribunal hab¨ªa desestimado la apelaci¨®n de los hermanos Shahad y Mehrdad Taimuri contra una pena similar dictada en abril del a?o pasado.

¡°Su sentencia puede llevarse a cabo en cualquier momento¡±, alerta Leili, el pseud¨®nimo de una activista que se muestra convencida de que ¡°la presi¨®n de los medios y de las organizaciones de derechos humanos [internacionales] puede frenarla¡±. Por el contrario, teme que ¡°ignorar este crimen lleve a la normalizaci¨®n de esos castigos¡±.

Aunque no hay datos oficiales, fuentes de derechos humanos documentaron 215 sentencias de amputaci¨®n entre 2007 y 2017, de las que se llevaron a cabo 125, incluidas al menos seis en p¨²blico. No est¨¢ claro si desde entonces se han hecho m¨¢s infrecuentes o si las autoridades, que las defienden como la mejor disuasi¨®n contra el robo, han evitado que trasciendan para evitarse las cr¨ªticas que suscitan. Las dos ¨²ltimas amputaciones conocidas se produjeron en octubre del a?o pasado en la provincia de Mazandar¨¢n y enero de 2018 en la de Joras¨¢n.

Shahad y Mehrdad, de 35 y 30 a?os, respectivamente, no son los ¨²nicos que han agotado todos los recursos. Hace apenas un mes que los activistas alertaron de que el Alto Tribunal hab¨ªa dado su visto bueno a otras cuatro amputaciones. En mayo, confirm¨® las de Hadi Rostami, de 33 a?os, Mehdi Sharifian, de 37, y Medhi Shahiwand, de 42, condenados en noviembre de 2019. Tambi¨¦n refrend¨® la misma pena impuesta dos a?os antes a Kasra Karaami, de 40 a?os.

¡°Llevar a cabo castigos tan inhumanos no es justicia y subraya la crueldad del sistema penal iran¨ª. La amputaci¨®n constituye tortura, que es un delito seg¨²n el derecho internacional, y una abominable agresi¨®n a la dignidad humana¡±, dijo Diana Eltahawy, directora regional adjunta para Oriente Medio y ?frica del Norte de Amnist¨ªa Internacional (AI), al conocerse esos casos en septiembre.

Adem¨¢s de hacer un llamamiento a las autoridades iran¨ªes para que pongan fin a las amputaciones, AI denunci¨® la falta de garant¨ªas de los juicios. Seg¨²n la organizaci¨®n, a los reos ¡°se les neg¨® acceso a un abogado¡± y sus condenas se basaron en confesiones obtenidas bajo tortura. Al menos uno de los hombres, Hadi Rostami, se retract¨® ante el tribunal sin que se considerara su denuncia.