Renzi abre una crisis de Gobierno en Italia al retirar a sus ministras del Ejecutivo de Conte

El l¨ªder de Italia Viva, Matteo Renzi, ha cumplido finalmente con su amenaza y ha obligado a dimitir a las ministras de su partido del Gobierno de coalici¨®n italiano. El movimiento abre una crisis todav¨ªa sin una salida a la vista que provocar¨¢, con toda probabilidad, la dimisi¨®n del primer ministro Giuseppe Conte esta misma semana. Las inc¨®gnitas son muchas. Es incluso posible que el primer ministro sea nombrado de nuevo para encabezar un tercer Ejecutivo esta misma legislatura. Pero la situaci¨®n del pa¨ªs es de extrema fragilidad y el presidente de la Rep¨²blica, Sergio Mattarella, deber¨¢ ahora comenzar una ronda de consultas para encontrar una salida.

En 15 a?os, Alemania ha tenido a Angela Merkel al frente de todos los cambios. Italia, en cambio, ha sido capaz de poner en ¨®rbita a siete primeros ministros y a 10 Gobiernos distintos (va camino del tercero en esta legislatura). El pa¨ªs est¨¢ acostumbrado a gobernarse en una crisis perenne, ya lo escribi¨® Giulio Andreotti, siete veces primer ministro. Pero el movimiento de Renzi, que conduce a Italia a un nuevo escenario de cambio de Ejecutivo, llega en un momento delicad¨ªsimo que ni los italianos logran ya entender. En medio de una pandemia (el mi¨¦rcoles m¨¢s de 15.000 casos de coronavirus en el pa¨ªs y 507 fallecidos), justo cuando tiene que decidirse el destino de casi 230.000 millones de euros que llegar¨¢n de la Uni¨®n Europea para salir de la crisis, o cuando el pa¨ªs tiene que presidir el G-20, Italia se dispone a buscar la f¨®rmula para un probable tercer Gobierno en esta legislatura. ¡°La pandemia no puede ser el ¨²nico motivo por el que se mantiene en pie este Gobierno. Justamente porque hay pandemia se deben respetar las reglas democr¨¢ticas. La democracia no es un reality show¡±, sentenci¨® el l¨ªder de Italia Viva, el partido que fund¨® tras abandonar el PD y que hoy tiene apenas un 3% de apoyo en los sondeos.

Renzi compareci¨® junto a sus ministras con 45 minutos de retraso. Toda Italia esperaba su veredicto final. Hasta el ¨²ltimo minuto, el presidente de la Rep¨²blica trat¨® de mediar para que pudiera darse un acuerdo con el primer ministro. De hecho, Conte atendi¨® a la prensa en la calle dos horas antes y tendi¨® la mano para una posible reconciliaci¨®n y ofreci¨® un pacto de legislatura. Pero el discurso de Renzi, muy acelerado y vehemente, ha sido dur¨ªsimo y ha reprochado al Gobierno decenas de problemas que van mucho m¨¢s all¨¢ de lo que alegaba estos d¨ªas para romper. ¡°Este Ejecutivo no lee los documentos que aprueba¡±, lleg¨® a decir. El problema es que Renzi sabe que la mayor¨ªa, tal y como se pudo comprobar poco despu¨¦s, piensa que est¨¢ incendiando el pa¨ªs en una situaci¨®n de fragilidad extrema. Pero se defendi¨®: ¡°No estamos haciendo nada irresponsable, solo que si hay una crisis pol¨ªtica se afronta en las mesas pol¨ªticas y no en las redes sociales¡±.

?Qu¨¦ sucede ahora? Conte subi¨® la apuesta de Renzi el martes y asegur¨® que si el florentino derribaba el Gobierno, no volver¨ªan a formar uno juntos. La ruptura fue total, aunque luego haya intentado rebajar el tono. Nadie domina en Italia las partidas de ajedrez de palacio como el florentino, que ya se la jug¨® antes a Enrico Letta y a Matteo Salvini. Por eso el primer ministro no se f¨ªa de que pueda volver a apoyarle en un tercer Gobierno si dimite -tal y como dijo el l¨ªder de Italia Viva- y cree todav¨ªa que puede tener apoyo suficiente en el Senado para sustituir a los 18 parlamentarios de la formaci¨®n de Renzi. Necesita unos 15 votos, pero Mattarella no quiere que sean francotiradores y ha pedido que quienes acepten ese papel de ¡°responsables¡±, ya sean del grupo mixto o de la oposici¨®n, deben constituirse en una formaci¨®n cerrada y bajo una sigla. La f¨®rmula permitir¨ªa a Conte no tener ni siquiera que dimitir. Pero solo hay un precedente en la historia, cuando Berlusconi sobrevivi¨® en 2010 a la salida del Gobierno de su aliado Gianfranco Fini (Alianza Nacional).

La realidad es que ahora mismo no parece que exista ese n¨²mero de voluntarios para sostener a Conte. ¡°Pero si los encuentran, buena suerte y buen trabajo¡±, dijo Renzi. El ex primer ministro, adem¨¢s, no est¨¢ dispuesto a una simple remodelaci¨®n del Ejecutivo. ¡°Si las fuerzas pol¨ªticas quieren resolver los problemas que tienen sobre la mesa, que lo hagan ya, sin posponerlo. Alguien tiene que tener el coraje de decir que el rey est¨¢ desnudo. Y si hay que dimitir para eso, se hace¡±, dijo en rueda de prensa. De modo que el primer ministro, probablemente, tendr¨¢ que presentar su renuncia esta misma semana y el presidente de la Rep¨²blica iniciar¨¢ una ronda de consultas con los partidos para entender qu¨¦ f¨®rmula puede ser la m¨¢s oportuna: un tercer Gobierno con Conte al frente, un nuevo candidato, un Gobierno t¨¦cnico o unas elecciones (esta parece la m¨¢s remota).

El presidente de la Rep¨²blica est¨¢ muy decepcionado por c¨®mo han ido las cosas. Mattarella pidi¨® en su mensaje de Fin de A?o que se priorizase la unidad. Llam¨® expresamente a Renzi el pasado fin de semana para solicitarle que sus ministras no dimitiesen y subray¨® en varias ocasiones que, en ning¨²n caso, deb¨ªa abocarse al pa¨ªs a una crisis ciega. Nada de esto ha sido atendido y ahora Mattarella deber¨¢ entrar en juego.

Renzi ha asegurado que no participar¨¢ en un Gobierno en el que est¨¦ la derecha. ¡°No haremos ning¨²n acuerdo con la derecha, que tiene una mirada populista y soberanista sobre Europa¡±. Pero, en cambio, apoyar¨ªa a un Ejecutivo t¨¦cnico y estar¨ªa tambi¨¦n dispuesto a hacerlo de nuevo con Conte a cambio de una dimisi¨®n previa, pese a haberlo considerado inadecuado durante su rueda de prensa. Si eso sucediese, el actual primer ministro deber¨ªa volver a ser nombrado en las C¨¢maras y se crear¨ªa un Ejecutivo dise?ado desde cero. Esa siempre ha sido la opci¨®n preferida de Renzi. Especialmente porque le permitir¨ªa dar rienda suelta a su imaginaci¨®n y decidir en el ¨²ltimo momento si vuelve a dar su apoyo a Conte o, por el contrario, lo liquida.