Francia promueve una ¡°reconciliaci¨®n de las memorias¡± con Argelia, pero no pedir¨¢ perd¨®n
Macron recibe del historiador Benjamin Stora un informe para afrontar las heridas en el presente de la guerra y la colonizaci¨®n
Francia no pedir¨¢ perd¨®n ni declarar¨¢ su arrepentimiento por la guerra de Argelia (1954-1962) y los 130 a?os de colonizaci¨®n del pa¨ªs norteafricano, un trauma que sigue marcando, adem¨¢s de la relaci¨®n entre ambos pa¨ªses, la propia sociedad francesa. Pero s¨ª promover¨¢ ¡°actos simb¨®licos¡± de reconciliaci¨®n, homenajes a las v¨ªctimas que han quedado olvidadas y medidas a ambas orillas del Mediterr¨¢neo para favorecer un mejor conocimiento del pasado.
El historiador Benjamin Stora, nacido en 1950 en la Argelia entonces francesa, entreg¨® el mi¨¦rcoles al presidente franc¨¦s, Emmanuel Macron, el informe que este le encarg¨® el pasado julio. Stora propone 22 medidas que van desde las conmemoraciones de masacres de argelinos en Francia o de los harkis ¡ªmusulmanes que combatieron con Francia contra la independencia¡ª hasta la localizaci¨®n de los restos de desaparecidos de ambos bandos durante la guerra. Una comisi¨®n ¡°de la memoria y la verdad¡± constituida por expertos de ambos pa¨ªses debe encargarse de impulsar las iniciativas para aclarar el pasado a ambas orillas del Mediterr¨¢neo y buscar un reconocimiento mutuo.
¡°Nadie propone escribir una historia com¨²n¡±, declar¨® Stora al diario Le Parisien. ¡°Mi misi¨®n es tender puentes, no para fusionar las memorias, sino para descompartimentarlas, porque se han convertido en memorias comunitarizadas (...). Mi objetivo es encontrar pasarelas concretas¡±.
Argelia es lo m¨¢s parecido, en la memoria de la Francia del siglo XXI, a su ¨²ltima guerra civil ¡ªArgelia pertenec¨ªa entonces a Francia y enfrent¨® a franceses contra franceses¡ª y a la guerra de Vietnam para EE UU: una potencia militar occidental sali¨® derrotada en una guerra que dej¨® heridas profundas. Macron ha hablado con frecuencia de la necesidad de ¡°reconciliar las memorias¡± que hoy, cuando est¨¢n a punto de cumplirse sesenta a?os del fin del conflicto y la independencia, siguen enfrentadas.
La historia de la colonizaci¨®n y de la guerra no se cuenta igual en Argel y en Par¨ªs, pero tampoco dentro de Francia existe un relato unificado sobre lo que signific¨® aquel periodo. No piensa igual el hijo o nieto de inmigrantes argelinos que llegaron a Europa despu¨¦s de la independencia que la familia de harkis que lucharon contra la independencia y tuvieron que exiliarse. Ni es la misma la visi¨®n de los pieds noirs, las familias de origen europeo, muchas de ellas espa?oles, que llevaban d¨¦cadas o m¨¢s de un siglo en el norte de ?frica, y que tuvieron que emigrar a Francia en 1962, donde no siempre se les recibi¨® con los brazos abiertos.
Es dif¨ªcil explicar la Francia actual sin contemplar este pasado. La V Rep¨²blica, el r¨¦gimen presidencialista vigente, se fund¨® en 1958, en plena guerra y tras un golpe de fuerza en Argel. No es raro que, entre las justificaciones que usan los terroristas islamistas franceses, se encuentren agravios que se remontan a la guerra. El Reagrupamiento Nacional, gran partido de la extrema derecha francesa, es hijo de un partido fundado por excombatientes y opositores a la independencia, y su base electoral hist¨®rica est¨¢ formada en gran parte por pieds noirs.
¡±Para el presidente¡±, ha dicho el historiador Stora, ¡°se trata de una cuesti¨®n del pasado franc¨¦s que no se ha resuelto, que realmente nadie ha querido afrontar ni mirar cara a cara¡±.
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