El cambio que proyecta Biden hacia Cuba suscita esperanzas en la isla

Cuba observa con cautela, pero tambi¨¦n con cierto optimismo, el aterrizaje de Joe Biden en Washington, aunque las autoridades de la isla son conscientes de que desmontar las m¨¢s de 200 sanciones adoptadas por Donald Trump y retomar la pol¨ªtica de acercamiento de Obama, como dijo el nuevo presidente que har¨ªa, no ser¨¢ sencillo ni r¨¢pido. El pasado jueves, la Administraci¨®n estadounidense asegur¨® que ¡°revisar¨¢¡± las pol¨ªticas de Trump hacia Cuba, entre otros asuntos internacionales. Ese prop¨®sito declarado indica que se abre un camino de oportunidades, aunque la normalizaci¨®n ser¨¢ pausada y trabajosa.

A falta de reacci¨®n oficial cubana a lo dicho por la portavoz del nuevo mandatario, las palabras del presidente cubano, Miguel D¨ªaz-Canel, al conocerse el triunfo de Biden dan pistas sobre la actitud. Fue un breve mensaje que contiene la hoja de ruta cubana en sus relaciones con Washington: ¡°Creemos en la posibilidad de una relaci¨®n bilateral constructiva y respetuosa de las diferencias¡±.

Esta postura implica, por un lado, que la isla est¨¢ dispuesta a trabajar con Estados Unidos aun cuando siga vigente el embargo econ¨®mico y otras sanciones lesivas y, por otro, establece que EE UU no puede esperar de Cuba concesiones ni tomas y dacas para avanzar en la normalizaci¨®n. El lugar que ocupar¨¢ Cuba dentro de las prioridades de la nueva Administraci¨®n estadounidense es una inc¨®gnita. Tambi¨¦n lo es hasta d¨®nde est¨¢ dispuesto a llegar Biden en la recuperaci¨®n de la pol¨ªtica de Obama, a quien La Habana reconoce el m¨¦rito de haber ¡°tumbado una puerta¡± en las relaciones bilaterales, pues hasta ese momento la oposici¨®n al di¨¢logo con Cuba era tanto de republicanos como de dem¨®cratas.

El juego pol¨ªtico en el Congreso y el Senado de EE UU, donde la mayor¨ªa dem¨®crata es exigua y existe un lobby cubanoamericano muy activo, ser¨¢ clave en los pr¨®ximos movimientos de Washington. Pero seg¨²n se?alan expertos en las relaciones entre los dos territorios, y tambi¨¦n funcionarios cubanos en conversaciones informales, hay motivos para albergar esperanzas de un nuevo deshielo y de que ambos pa¨ªses puedan colaborar en diversos terrenos, como ocurri¨® en los ¨²ltimos dos a?os de Obama, cuando La Habana y Washington firmaron 22 pactos en diversas ¨¢reas.

Aunque las declaraciones de la portavoz de la Casa Blanca fueron una simple respuesta durante una conferencia de prensa, el acad¨¦mico y exembajador de Cuba ante la Uni¨®n Europea Carlos Alzugaray observa ¡°dos aspectos importantes¡± en sus palabras: ¡°A apenas nueve d¨ªas de la toma de posesi¨®n de Biden, se confirma que Cuba est¨¢ en la agenda como parte de un proceso de revisi¨®n de las pol¨ªticas de seguridad nacional¡±. Y lo segundo: ¡°Es significativo apreciar que en la declaraci¨®n de la portavoz han desaparecido las referencias ret¨®ricas peyorativas contra el Gobierno cubano como dictadura, r¨¦gimen... muy comunes en la anterior Administraci¨®n¡±.

Nombramientos

M¨¢s relevante para el Gobierno cubano son los nombramientos en algunos puestos clave que afectan a La Habana. ¡°El equipo que ha designado Biden para manejar la pol¨ªtica exterior est¨¢ familiarizado con el tema cubano. Muchos de ellos tuvieron que ver con las negociaciones entre ambos pa¨ªses y la implementaci¨®n de la pol¨ªtica de Obama¡±, se?ala Alzugaray. Entre ellos destaca al secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas ¡ªnacido en La Habana¡ª, al secretario de Estado, Antony Blinken, o a la directora de la Usaid (agencia para el desarrollo), Samantha Power. Se?ala Alzugaray que los tres ¡°conocen a sus interlocutores cubanos y estos los conocen a ellos, lo que puede facilitar el di¨¢logo. Y quiz¨¢s hasta haya que incluir en este grupo a la primera dama, Jill Biden, que hizo un viaje oficial a Cuba en octubre de 2016¡±.

Aunque los astros de la normalizaci¨®n parecen alinearse, para Cuba hay tres grandes obst¨¢culos que complican el acercamiento: la existencia del embargo; la reciente inclusi¨®n de la isla por Trump en la lista de pa¨ªses patrocinadores del terrorismo; y la existencia de numerosas listas negras trumpistas, en las que est¨¢n m¨¢s de 200 empresas cubanas con las que los estadounidenses no pueden tratar. Por supuesto, la ley Helms-Burton, que aplica castigos extraterritoriales a las empresas con intereses en Cuba, es otro escollo. Ayer Espa?a reclam¨® a Bruselas que solicitara a Washington la urgente suspensi¨®n de su aplicaci¨®n.

Cuba conf¨ªa en que Biden empezar¨¢ a desmontar en alg¨²n momento el andamiaje de sanciones. Y se declara lista para recuperar la normalizaci¨®n de Obama y sentarse a negociar si la nueva Administraci¨®n tiene esa voluntad y el espacio pol¨ªtico para lograrlo.